Qué es:

La lengua geográfica es una alteración que causa el surgimiento de manchas rojas, lisas e irregulares en la lengua, formando una imagen que se parece a un mapa geográfico, pudiendo causar síntomas como dolor o sensación de quemazón en la lengua, especialmente después de comer alimentos picantes o ácidos.

Esta alteración en la lengua, que también es conocida como glositis migratoria benigna o eritema migratorio es rara y no posee una causa bien definida. Sin embargo, es más común entre personas de la misma familia, lo que indica que puede tener algún factor genético asociado a su surgimiento.

En la mayoría de los casos, la lengua geográfica no necesita tratamiento específico. Sin embargo, en algunos casos el médico general o dentista puede recomendar el uso de medicamentos analgésicos o enjuagues bucales para disminuir el dolor o malestar en la lengua.

Síntomas de lengua geográfica

Los principales síntomas de lengua geográfica son:

Manchas rojas, lisas e irregulares en la parte superior o lateral de la lengua;
Bordes blancos o claros en la lengua;
Ausencia de papilas en la zona afectada;
Dolor, malestar o sensación de quemazón al comer alimentos picantes o ácidos.

Además, aunque es más raro, las manchas pueden surgir en otras zonas además de la lengua, como mucosas, labios, paladar o palada, por ejemplo, siendo conocida como lengua geográfica ectópica.

Generalmente, los síntomas de la lengua geográfica pueden durar por varios días, semanas o incluso años, y desaparecer sola, pudiendo incluso aparecer manchas con tamaño o forma diferentes en otras zonas de la lengua.

Cómo se confirma el diagnóstico

El diagnóstico de lengua geográfica se realiza por el médico general o dentista, a través de la evaluación de las características de las manchas de la lengua, como tamaño, textura, localización yy color, además del análisis de síntomas y de la presencia de ganglios linfáticos hinchados en el cuello, por ejemplo.

En algunos casos, puede solicitarse un cultivo para verificar la existencia de infección en la lengua, o exámenes complementarios para diagnosticar enfermedades que pueden causar lengua geográfica. Además, puede realizarse una biopsia de la lengua para evaluar las células en el laboratorio y descartar otras enfermedades, como cáncer de lengua.

Posibles causas

La causa exacta de lengua geográfica aún no es completamente conocida, sin embargo, algunas condiciones parecen aumentar el riesgo de desarrollar esta alteración, como:

Antecedente familiar de lengua geográfica;
Fisuras o grietas en la lengua|;
Asma;
Eczema;
Rinitis alérgica;
Psoriasis;
Dermatitis atópica;
Diabetes;
Tabaquismo;
Deficiencias nutricionales, como de vitaminas D, B6, B12, ácido fólico, hierro o zinc;
Uso de anticonceptivos orales;
Uso de inhibidores de la angiotensina, como bevacizumab, everolimus, pazopanib, por ejemplo.

La lengua geográfica surge cuando las papilas gustativas de algunas áreas de la lengua comienzan a desaparecer, formando pequeñas manchas rojas e irregulares, semejantes a un mapa.

Cómo se realiza el tratamiento

La lengua geográfica normalmente desaparece sola, sin necesidad de tratamiento específico. Sin embargo, en algunos casos, la presencia de dolor o malestar en la lengua, el médico puede indicar el uso de algunos medicamentos que incluyen:

Analgésicos y antiinflamatorios, como Paracetamol o Ibuprofeno, los cuales ayudan a aliviar el dolor durante las crisis que puedan surgir después de comer alimentos muy condimentados;
Enjuagues bucales o pomadas anestésicas, como Lidocaína, los cuales alivian rápidamente el dolor y el ardor en la lengua;
Medicamentos corticoides, como Prednisolona, los cuales ayudan a aliviar la inflamación y el dolor en la lengua, principalmente cuando los analgésicos no funcionan.

Además, el médico puede recomendar medicamentos específicos para el tratamiento de enfermedades que puedan estar causando la lengua geográfica, el uso de suplementos vitamínicos, de acuerdo al tipo de deficiencia nutricional.

Se recomienda que la persona con lengua geográfica evite alimentos que puedan causar dolor o malestar en la lengua, como alimentos muy calientes, picantes, muy condimentados o salados, por ejemplo. Además, también se debe evitar el cigarro y no utilizar pasta de dientes que contengan químicos, como sustancias blanqueadoras o con sabores muy intensos.