El tratamiento para las lesiones de los ligamentos de la rodilla pueden incluir reposo, crioterapia, inmovilización, elevación, compresión, uso de medicamentos, fisioterapia e incluso cirugía, según las características de la lesión.
El abordaje varía según el grado de daño, ya que en las lesiones de grado 1 y 2 el ligamento suele inflamarse, distenderse, e incluso pueden romperse algunas fibras, mientras que en el esguince de grado 3 el ligamento se corta por completo, lo que puede requerir intervenciones más complejas y un tratamiento más prolongado.
Es importante seguir las indicaciones médicas y, antes de iniciar ejercicios, consultar con un fisioterapeuta, quien conoce el proceso de recuperación y puede orientar de manera segura para evitar una nueva lesión del ligamento.
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Tratamiento de lesión en la rodilla
Los principales tratamientos para la rotura del ligamento de la rodilla son:
1. Reposo
El reposo de la rodilla después de una lesión de ligamentos debe ser relativo. Esto significa que solo se debe suspender la actividad de la pierna afectada, mientras que el resto del cuerpo puede seguir ejercitándose.
El tiempo de reposo depende del grado de la lesión; sin embargo, durante las primeras 24 a 48 horas se aconseja evitar caminar en exceso para permitir que la inflamación avance de forma adecuada.
En lesiones de grado 2 o 3, el médico puede recomendar el uso de muletas o bastones canadienses, ya que la pierna lesionada necesita un tiempo de descarga y reposo más prolongado.
2. Crioterapia
Independientemente del grado de lesión ligamentaria la crioterapia es importante porque ayuda a controlar la inflamación y el dolor durante las primeras horas tras la lesión.
El frío provoca vasoconstricción, que significa que los vasos sanguíneos se “cierran” temporalmente, lo cual reduce el sangrado interno y la hinchazón.
También disminuye la actividad del tejido lesionado, por lo que las células necesitan menos oxígeno y pueden sobrevivir mejor después del golpe.
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Se recomienda aplicar hielo durante 15 a 20 minutos, dejando un intervalo mínimo de 1 hora entre cada aplicación. Lo ideal es realizar al menos 4 aplicaciones al día, especialmente durante los primeros días.
Además, se debe colocar un paño húmedo entre el hielo y la piel para evitar quemaduras por el frío. Conozca más sobre las quemaduras.
3. Inmovilización
La inmovilización se recomienda porque ayuda a proteger el ligamento lesionado y favorece las primeras etapas de la cicatrización. Mantener la rodilla estable evita que el tejido se mueva más de lo debido y reduce el dolor y la inflamación en los primeros días.
En esta fase inicial, el ligamento necesita un entorno tranquilo para que las fibras comiencen a repararse. La inmovilización también evita que la rodilla reciba fuerzas que puedan empeorar la lesión, como giros o movimientos bruscos.
Por eso, en lesiones más graves, el uso de férulas o inmovilizadores puede ser esencial para una recuperación adecuada.
El tiempo de inmovilización debe ser orientado por el médico y varía de acuerdo a la gravedad de la rotura y del ligamento lesionado.
4. Elevación
La elevación ayuda a disminuir la hinchazón y el dolor que aparecen después de una lesión de ligamentos en la rodilla.
Al mantener la pierna más arriba que el nivel del corazón, se reduce la acumulación de líquido en la articulación durante las primeras horas y días, lo que favorece el control de los síntomas agudos y contribuye a una mejor recuperación.
La pierna debe colocarse sobre almohadas para mantener la rodilla elevada sin generar molestias ni presión excesiva sobre la zona lesionada.
5. Compresión
La compresión ayuda a controlar la hinchazón y el dolor que aparecen después de una lesión de ligamentos en la rodilla.
Al aplicar presión suave, se limita la acumulación de líquido en los tejidos y se facilita el manejo de la inflamación en las primeras fases de la lesión.
La técnica suele aplicarse desde el pie hacia arriba, con una presión ligeramente mayor en la zona del pie.
Esta dirección favorece el retorno linfático, lo que ayuda a disminuir la hinchazón de forma más efectiva.
La compresión puede realizarse con un vendaje elástico o con dispositivos diseñados para ajustar la presión de manera uniforme alrededor de la pierna y la rodilla.
6. Uso de medicamentos
El uso de medicamentos puede ser indicado por el ortopedista para ayudar a aliviar el dolor y la hinchazón de la rodilla.
Los principales medicamentos que pueden ser prescritos por el médico son los antiinflamatorios no esteroideos, como ibuprofeno o naproxeno. Vea otras opciones sobre cómo aliviar el dolor en la rodilla.
7. Fisioterapia
La fisioterapia para una lesión de ligamentos en la rodilla depende del grado de daño y del ligamento afectado. En general, el tratamiento suele incluir:
- Electroestimulación neuromuscular: ayuda a mantener el músculo activo durante la inmovilización y evita la pérdida de masa muscular.
- TENS: se utiliza para aliviar el dolor.
- Movilidad articular: previene adherencias que limiten el movimiento y favorece el retorno venoso, lo que contribuye a disminuir la inflamación.
- Terapia manual: para mejorar movilidad, disminuir rigidez y favorecer el retorno de la función normal del tejido.
- Ejercicios de fortalecimiento: evitan la pérdida de masa muscular de la pierna y se realizan de forma progresiva, respetando el proceso natural de recuperación.
- Ejercicios de propiocepción: permiten recuperar la capacidad de percibir la posición de la articulación, afectada tras la lesión del ligamento.
Es importante que estos ejercicios sean indicados y supervisados por un fisioterapeuta, ya que el ligamento tiene poca irrigación sanguínea y su recuperación suele ser más lenta, por lo que deben respetarse las fases de cicatrización para lograr una rehabilitación adecuada.
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La cirugía de ligamentos de la rodilla debe ser indicada por el ortopedista y puede realizarse en los siguientes casos:
- Personas con alta demanda física, especialmente deportistas que practican actividades con saltos, giros o movimientos bruscos;
- Inestabilidad funcional en personas con esguince de grado 3 si la rodilla falsea o cede durante las actividades cotidianas o deportivas;
- Lesiones combinadas de varios ligamentos, lesiones de menisco o del cartílago;
Además, en persona con roturas parciales (grado 2) que presentan inestabilidad funcional a pesar del tratamiento conservador, también puede ser indicada la realización de una cirugía.
Durante la cirugía el médico puede reemplazar el ligamento roto o suturar el propio ligamento de la persona, aunque esta segunda opción es menos frecuente.