La letargia es un estado de somnolencia intensa en el que la persona duerme la mayor parte del tiempo y necesita estimulación constante para mantenerse despierta. Puede ir acompañado de otros síntomas como confusión mental y habla incomprensible.
Por lo general, la letargia es causada por infecciones graves, especialmente cuando afectan el sistema nervioso, pero también puede ser provocada por alteraciones metabólicas, accidentes cerebrovasculares (ACV), y efectos secundarios de algunos medicamentos, como sedantes y anticonvulsivos.
En caso de sospecha de letargia, se recomienda buscar atención médica de emergencia para identificar y tratar rápidamente la causa. El tratamiento puede incluir el uso de antibióticos, hidratación intravenosa, administración de insulina, e incluso cirugía, dependiendo del origen del problema.
Síntomas de letargia
Los principales síntomas de letargia incluyen:
- Somnolencia intensa, haciendo que la persona duerma la mayor parte del tiempo.
- Despertar solo cuando se le llama en voz alta o se le agita.
- Dificultad para abrir los ojos cuando es estimulado.
- Hablar de forma incomprensible.
- Confusión mental;
- Dificultad para mantenerse despierto, volviendo a dormirse inmediatamente después de ser estimulado.
Además, pueden presentarse otros síntomas como fiebre y convulsiones, según la causa subyacente de la letargia.
Lea también: Convulsiones: qué son, enfermedades que las causan y tipos tuasaude.com/es/convulsionesSi se sospecha de letargia, es crucial acudir a un servicio de urgencias para una evaluación médica adecuada.
Cómo confirmar el diagnóstico
El diagnóstico de letargia es realizado por un médico general o un médico de emergencias en un hospital, mediante la evaluación de los síntomas, el historial médico del paciente, y exámenes físicos, de laboratorio y de imagen.
En estos casos, pueden indicarse pruebas como la medición de glucosa en sangre y una tomografía computarizada para identificar la causa y tratarla adecuadamente.
Posibles causas
Las principales causas de letargia son:
- Infecciones graves, como meningitis o encefalitis.
- Diabetes no controlada o hipoglucemia severa.
- Accidente cerebrovascular (ACV) o traumatismo craneal.
- Deshidratación o deficiencias nutricionales.
- Intoxicación por monóxido de carbono.
La letargia también puede aparecer como un efecto secundario de ciertos medicamentos, como anticonvulsivantes y sedantes, especialmente cuando se utilizan de forma incorrecta.
Otras causas menos comunes incluyen el uso de drogas ilícitas y la intoxicación por productos químicos, como pesticidas y herbicidas. Para más detalles, consulte el artículo sobre cómo identificar los síntomas de intoxicación.
Lea también: Intoxicación: tipos, síntomas y tratamiento tuasaude.com/es/intoxicacionQué hacer
En caso de sospecha de letargia, es fundamental acudir a emergencias lo antes posible para una evaluación médica, ya que la letargia puede tener causas graves que ponen en riesgo la vida si no se identifican y tratan rápidamente.
Cómo se realiza el tratamiento
El tratamiento de la letargia debe ser realizado bajo supervisión médica y depende de su causa. Puede incluir:
- Uso de antibióticos, si se sospecha una infección;
- Antídotos, como el flumazenil, en casos de letargia causada por benzodiazepinas;
- Oxígeno, en caso de dificultad respiratoria;
- Hidratación intravenosa y uso de insulina, por ejemplo, en casos de cetoacidosis diabética;
- Cirugía, en algunos casos de hemorragia intracraneal.
Por lo tanto, la acción más importante ante la sospecha de letargia es acudir a emergencias para una evaluación médica adecuada.