Linfedema: qué es, cómo identificarla y tratamiento

Qué es:

El linfedema es una acumulación de líquido linfático en el cuerpo, siendo más común en las piernas o brazos, pero también puede ocurrir en los genitales, rostro, cuello o tórax, causando síntomas como hinchazón o sensación de peso en la zona afectada, enrojecimiento en la piel o dificultad para el movimiento.

El linfedema surge debido a una lesión o bloqueo de los vasos linfáticos, siendo más común que suceda después de una cirugía de cáncer, como la remoción de ganglios linfáticos, pero también puede ocurrir debido a factores genéticos o incluso por infecciones, como elefantiasis. Vea cómo identificar los síntomas de elefantiasis.

El tratamiento del linfedema es realizado por el médico general, angiólogo o cirujano vascular, los cuales pueden indicar fisioterapia, drenaje linfático o medias elásticas de compresión para ayudar a eliminar el exceso de líquido y facilitar el movimiento de la zona del cuerpo afectada, o incluso cirugía en los casos más graves.

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Sintomas de linfedema

Los principales síntomas de linfedema son:

  • Hinchazón en las piernas o brazos, incluso en los dedos;
  • Hinchazón en otras zonas del cuerpo, como mamas, testículos, saco escrotal, rostro, cuello o abdomen;
  • Sensación de peso en la zona afectada;
  • Dificultad para mover el miembro afectado;
  • Piel enrojecida o más oscura en la zona afectada;
  • Piel más dura, conocida como fibrosis;
  • Piel seca, más gruesa y escamosa en la zona afectada;
  • Nódulo en la piel;
  • Aumento de la temperatura en la piel afectada;
  • Dolor o malestar en el miembro o área del cuerpo afectada;
  • Sensación de hormigueo o adormecimiento;
  • Comezón en la piel o sensación de ardor;
  • Ampollas con líquido en la piel.

Además, en los casos más graves puede haber salida de líquido linfático por la superficie de la piel, llamado linforrea, dejando la piel constantemente mojada, húmeda y fría, aumentando la sensibilidad de la zona afectada.

Es importante consultar al médico general, angiólogo o cirujano vascular siempre que surjan síntomas de linfedema, para que se realice el diagnóstico y se identifique la causa, de esta manera se podrá indicar el tratamiento más adecuado para evitar complicaciones, como infecciones o necrosis de la piel.

Cómo confirmar el diagnóstico

El diagnóstico del linfedema es realizado por el médico general, angiólogo o cirujano vascular a través de la evaluación de los síntomas, así como del inicio y duración, antecedente familiar de linfedema, antecedente de salud, cáncer o de cirugías, además de la exploración física de la zona afectada.

Generalmente, no es necesario realizar ningún examen específico para su diagnóstico, ya que el linfedema es fácilmente observado a simple vista durante la palpación.

Además, cuando existe duda en el diagnóstico, el médico puede solicitar exámenes de imagen como ultrasonido, resonancia magnética, tomografía computarizada o linfogammagrafía, por ejemplo.

Posibles causas

El linfedema es causado por la acumulación de la linfa, que es un líquido rico en proteínas, fuera de la circulación sanguínea y linfática,que se acumula en el espacio entre la células del tejido fibroadiposo, debido a una lesión o bloqueo en los vasos linfáticos.

Algunos factores que pueden contribuir para el desarrollo de linfedema, son:

  • Antecedente familiar de linfedema;
  • Malformación congénita del sistema linfático;
  • Cirugía de cáncer, especialmente cuando los ganglios y vasos linfáticos son removidos;
  • Radioterapia para el tratamiento de cáncer de mama, próstata o intestino;
  • Metástasis de cáncer de otras partes del cuerpo, en el sistema linfático;
  • Trauma en los vasos linfáticos;
  • Exceso de peso u obesidad;
  • Artritis reumatoide;
  • Artritis psoriásica;
  • Eczema;
  • Tumores o cáncer que afectan zonas cercanas a los vasos linfáticos;
  • Leucemia;
  • Cirugía vascular periférica;
  • Insuficiencia venosa crónica en las extremidades;
  • Enfermedades cardíacas;
  • Enfermedades renales.

Además, el linfedema puede surgir debido a infecciones cercanas a los vasos linfáticos, como la celulitis bacteriana o que producen cicatrices en los vasos linfáticos como en el caso de la filariasis o elefantiasis.

Tipos de linfedema

El linfedema puede clasificarse en diferentes tipos, de acuerdo a su causa, siendo los principales:

1. Linfedema primario

El linfedema primario, a pesar de ser muy raro, ocurre por causas hereditarias o congénitas, debido a alteraciones en el desarrollo del sistema linfático o alteraciones genéticos.

Este tipo se subdivide en algunas categorías, que incluyen:

  • Linfedema congénito: generalmente, presente desde el nacimiento o puede desarrollarse hasta los 2 años de edad;
  • Linfedema precoz: se desarrolla en la pubertad o hasta los 30 años de edad;
  • Linfedema tardío: se desarrolla después de los 35 años de edad.

El tipo de linfedema es diagnosticado por el médico a través de exámenes y la evaluación de los antecedentes de salud y casos de linfedema en la familia.

2. Linfedema secundario

El linfedema secundario se produce debido a alguna obstrucción en el sistema linfático debido a una enfermedad infecciosa, tratamiento del cáncer o lesión traumática, en estos casos, siempre hay una inflamación de los tejidos involucrados, además de riesgo de fibrosis.

Es muy común el linfedema después del cáncer de mama, cuando son removidos los ganglios linfáticos en la cirugía de extirpación del tumor, porque la circulación linfática queda perjudicada y por la gravedad el exceso de líquido queda acumulado en el brazo. Conozca más sobre la fisioterapia después del cáncer de mama

Cómo se realiza el tratamiento

El tratamiento del linfedema debe ser orientado por el médico general, angiólogo o cirujano vascular, con el objetivo de mejorar la circulación linfática, eliminar el exceso de líquido y facilitar el movimiento de la zona del cuerpo afectada.

De esta forma, los principales tratamiento que pueden ser indicados por el médico son:

1. Terapia descongestiva

La terapia descongestiva generalmente incluye diferentes técnicas para mejorar la circulación linfática, disminuir la retención de líquidos en la zona afectada, y aliviar la hinchazón.

Las principales técnicas de la terapia descongestiva son:

  • Fisioterapia con drenaje linfático manual, adaptada a la realidad del cuerpo de la persona;
  • Banda elástica, utilizando un tipo de ligadura no muy apretada, como una manga elástica o media de compresión, que, cuando es debidamente colocada, ayuda a direccionar la linfa adecuadamente, eliminado la hinchazón;
  • Vendaje con el uso de una faja tensora en capas superpuestas después del drenaje linfático en los primeros 7 días, y a continuación seguir 3 veces por semana, para ayudar a eliminar el edema.

El drenaje linfático después de la remoción de los ganglios linfáticos es un poco diferente a lo habitual, ya que es necesario direccionar la linda a los ganglios correctos. En caso contrario, el drenaje puede ser perjudicial causando aún más dolor y malestar.

Este tipo de tratamiento no debe ser realizado si la persona tiene un cáncer activo en la zona afectada, así como coágulos sanguíneos o infecciones activas en la piel.

2. Ejercicios

Los ejercicios son importantes para remover el drenaje del líquido linfático y proteínas a través de movimientos musculares, que pueden realizarse con un bastón por ejemplo, sin embargo, los ejercicios aeróbicos también está indicados.

3. Cuidados con la piel

Se debe mantener la piel limpia e hidratada, evitando usar ropa apretada o con botones que puedan herir la piel, facilitando la entrada de microorganismos y el desarrollo de infecciones. Por ello, se prefiere usar tejido de algodón con velcro o espuma.

4. Medicamentos

En algunos casos, el médico puede indicar el uso de antibiótico para prevenir o tratar infecciones en la piel o analgésicos para aliviar el dolor.

5. Cirugía

La cirugía puede ser indicada en caso de linfedema en la zona genital, y en el linfedema de piernas y pies de causa primaria.

Esta cirugía puede realizarse retirando vasos linfáticos saludables de una zona del cuerpo y conectado a esos vasos linfáticos en el miembro afectado, creando nuevas conexiones entre la red linfática y los vasos sanguíneos, o removiendo el tejido fibroso de la zona afectada, por ejemplo.

6. Alteraciones en la dieta

Se recomienda disminuir el consumo de sal y de alimentos que aumenten la retención de líquidos, como los industrializados y ricos en sodio, sin embargo, esto no eliminará el exceso de líquidos referente al linfedema, pero ayuda a desinflamar el cuerpo, como un todo.

Además, en el caso de tener exceso de peso u obesidad, es importante bajar de peso, llevando una dieta balanceada y orientada por un nutricionista. Vea cómo hacer una dieta balanceada.

¿El Linfedema tiene cura? 

No es posible curar el linfedema porque el resultado del tratamiento no es definitivo, teniendo la necesidad de otro periodo de tratamiento. Sin embargo, el tratamiento puede reducir significativamente la hinchazón, siendo recomendado tratamiento clínico y fisioterapia durante aproximadamente 3 a 6 semanas. En la fisioterapia es recomendado hacer 5 sesiones por semanas en la fase inicial, hasta que exista una estabilización de la hinchazón. Después de ese periodo, es recomendado hacer 8 a 10 semanas más de tratamiento, pero este tiempo variará de persona a persona y de los cuidados que mantiene diarios.