Linfogranuloma venereo: qué es, síntomas, transmisión y tratamiento

El linfogranuloma venéreo es una infección de transmisión sexual causada por tres tipos diferentes de la bacteria Chlamydia trachomatis, que también es responsable de la clamidia. Esta bacteria, al llegar a la región genital, provoca la formación de heridas indoloras llenas de líquido que no siempre son percibidas, lo que retrasa el diagnóstico y el inicio del tratamiento, aumentando el riesgo de complicaciones.

El linfogranuloma venéreo, también conocido como LGV, se transmite a través de relaciones sexuales sin protección, por lo que es importante usar preservativo en todos los contactos íntimos, así como prestar atención a la higiene de la zona íntima después de las relaciones sexuales.

El tratamiento normalmente se realiza con el uso de antibióticos, que deben ser recetados por un médico de acuerdo con el perfil de sensibilidad del microorganismo y los síntomas presentados por cada persona. En la mayoría de los casos, se recomienda el uso de doxiciclina o azitromicina.

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Principales síntomas

Los principales síntomas indicativos de linfogranuloma venéreo son:

  • Herida o bulto en la región genital, boca y/o ano, que dura entre 3 a 5 días;
  • Hinchazón en el lugar de la herida o del bulto;
  • Aparición de hinchazón dolorosa en la ingle, alrededor de 2 a 6 semanas después de la desaparición de las heridas iniciales;
  • Secreción, similar al pus, de la herida en la ingle;
  • Aparición de úlceras en el lugar de la infección, que pueden sangrar;
  • Fiebre;
  • Dolor en las articulaciones;
  • Malestar general.

Los primeros síntomas del linfogranuloma venéreo aparecen entre 7 a 30 días después del contacto con la bacteria, por lo que es importante que la enfermedad sea identificada y tratada pronto en las fases iniciales para evitar complicaciones, como linfedema genital y escrotal, hiperplasia intestinal, hipertrofia vulvar y proctitis, que es la inflamación de la mucosa que recubre el recto y que puede ocurrir si la bacteria se adquiere por contacto anal. Vea más sobre la proctitis.

Cómo se hace el diagnóstico

El diagnóstico del linfogranuloma venéreo se realiza inicialmente mediante la observación de los signos y síntomas presentados por la persona, recomendándose también la toma de una muestra de la secreción de la lesión, que se envía al laboratorio para su análisis.

De esta forma, se puede recoger una muestra de las lesiones presentes en la región genital o anal, y en algunos casos también se puede solicitar la aspiración del ganglio linfático para su análisis.

Cómo ocurre la transmisión

La transmisión del linfogranuloma venéreo ocurre a través de relaciones sexuales sin preservativo, ya que así es posible tener contacto con las lesiones de la enfermedad, favoreciendo la transmisión de la bacteria Chlamydia trachomatis de una persona a otra.

Cómo se realiza el tratamiento  

El tratamiento del linfogranuloma venéreo debe realizarse según la orientación de un infectólogo o médico general, y tiene como objetivo promover la eliminación de la bacteria y, en consecuencia, el alivio de los síntomas. Para ello, generalmente se indica el uso del antibiótico doxiciclina, que debe tomarse cada 12 horas durante 21 días. En algunas situaciones, se pueden indicar otros antibióticos, como eritromicina, azitromicina o sulfametoxazol/trimetoprima.

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Es importante completar el tratamiento, incluso si ya no se observan signos o síntomas, para garantizar la eliminación de la bacteria. También es importante que la pareja siga el tratamiento según la orientación del médico, incluso si no presenta signos o síntomas, para prevenir la transmisión.