Linfoma: qué es, síntomas, tipos y tratamiento

El linfoma es un cáncer que afecta a los linfocitos, un tipo de célula de defensa del organismo, pudiendo puede aparecer en los ganglios linfáticos, la médula ósea u otras partes del cuerpo, provocando síntomas como fiebre, sudores nocturnos, cansancio excesivo y aparición de bultos en regiones como axilas, ingle y cuello.

Aunque los síntomas generalmente son similares, existen diferentes tipos de linfoma, como el linfoma de Burkitt y el linfoma folicular, y su identificación suele realizarse mediante biopsia de los ganglios linfáticos afectados, lo cual es importante para indicar el tratamiento más adecuado.

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Si sospecha de un linfoma, es importante consultar a un médico general, hematólogo u oncólogo para una evaluación e iniciar el tratamiento adecuado, que puede incluir desde quimioterapia hasta cirugía.

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Tipos de linfoma

Los principales tipos de linfoma son:

1. Linfoma de Hodgkin

El linfoma de Hodgkin es un tipo de cáncer que surge de los linfocitos tipo B, que se multiplican en exceso y se vuelven malignos, provocando inflamación en el cuerpo y la aparición de síntomas, que normalmente comienzan en los ganglios linfáticos del cuello, pecho o axilas.

Este tipo de linfoma se puede diagnosticar en las primeras etapas, por lo que el tratamiento y la curación son más sencillos. Vea más información sobre el linfoma de Hodgkin.

2. Linfoma no Hodgkin

El linfoma no Hodgkin es más común que el linfoma de Hodgkin, pero su diagnóstico suele ocurrir sólo en etapas más avanzadas de la enfermedad, por lo que el tratamiento puede ser más complejo.

Este tipo de linfoma también se desarrolla a partir de las células de defensa del cuerpo, los linfocitos, y puede desarrollarse de manera desordenada y comenzar en cualquier parte del cuerpo. Vea más sobre el linfoma no Hodgkin.

Síntomas del linfoma

Los principales síntomas del linfoma son:

  • Fiebre;
  • Sudores nocturnos;
  • Ganglios que aumentan de tamaño;
  • Pérdida de peso sin causa aparente;
  • Cansancio excesivo;
  • Comezón;
  • Malestar.

Generalmente, los ganglios aparecen encima de la clavícula, en el cuello, axila, ingle, pero también pueden aparecer en otras partes del cuerpo. Por lo general, los ganglios no causan dolor, son duros, irregulares y no se mueven.

Además, también pueden aparecer otros síntomas, como dolor abdominal, dificultad para respirar y tos, dependiendo de la parte del cuerpo afectada por el linfoma. Vea otros síntomas del cáncer linfático

Diferencia entre linfoma y leucemia

En la leucemia, las células malignas comienzan a multiplicarse en la médula ósea, mientras que el linfoma, el cáncer se inicia en los ganglios linfáticos. Además, a pesar de que algunos síntomas sean parecidos, como la fiebre y sudores nocturnos, en la leucemia es más común que haya sangrado y surjan manchas moradas en el cuerpo, mientras que en el linfoma, hay más comezón en la piel. Vea los tipos de leucemia y cuál es el tratamiento.

Principales causas

El linfoma es causado por la multiplicación exagerada de linfocitos, que puede afectar el funcionamiento de los ganglios linfáticos, la médula ósea y otros órganos.

Además, en casos donde el sistema inmune está comprometido, como en infecciones por VIH, en personas receptoras de trasplantes, en presencia de ciertas infecciones como el virus de Epstein-Barr o Helicobacter pylori, durante el uso de medicamentos inmunosupresores, en enfermedades autoinmunes, así como en aquellos con antecedentes de exposición a pesticidas y herbicidas, existe un mayor riesgo de desarrollar linfoma.

Cómo se realiza el diagnóstico

El diagnóstico de linfoma suele ser confirmado por un médico general, hematólogo u oncólogo teniendo en cuenta los síntomas presentados y una biopsia de lengua, que además de confirmar el diagnóstico también puede mostrar el tipo de linfoma.

Además, también se pueden solicitar otras pruebas para confirmar el diagnóstico:

  • Análisis de sangre: se utilizan para evaluar las células y enzimas de la sangre, ya que cambios en el leucograma, como el aumento de linfocitos y la elevación de la deshidrogenasa láctica (LDH), pueden indicar la presencia de linfoma;
  • Radiografía: proporciona imágenes de partes del cuerpo que podrían estar afectadas por el linfoma;
  • Tomografía computarizada: permite visualizar imágenes detalladas de partes del cuerpo, superando la capacidad de la radiografía simple, lo que facilita la detección del linfoma;
  • Resonancia magnética: al igual que la tomografía computarizada, sirve para detectar áreas afectadas por el linfoma a través de imágenes detalladas;
  • PET-SCAN: es un tipo de tomografía computarizada que ayuda en la detección de metástasis, cuando el linfoma se disemina por varias partes del cuerpo.

Estos exámenes pueden ser útiles para evaluar la gravedad del linfoma y ayudar en la elección del tratamiento más adecuado.

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Cómo se realiza el tratamiento

A partir de los resultados de los exámenes, el hematólogo u oncólogo orientarán el tratamiento dependiendo del tipo, tamaño, grado y localización del linfoma, así como de la edad y el estado general de la persona. De esta forma, algunas de las opciones de tratamiento son:

1. Quimioterapia

La quimioterapia es un tratamiento que consiste en administrar medicamentos a través de una vena para eliminar las células cancerosas que causan el linfoma. Por lo tanto, pueden estar indicados fármacos de quimioterapia como doxorrubicina, bleomicina, dacarbazina y vinblastina según el tipo y la gravedad del linfoma.

Aunque pueden producirse efectos secundarios, como caída del cabello, náuseas y vómitos, el tratamiento puede durar algunas semanas o meses, debiendo repetirse o complementarse con radioterapia e inmunoterapia para aumentar su eficacia.

2. Radioterapia

La radioterapia es un tratamiento que se usa para destruir las células cancerosas mediante radiación emitida por una máquina directamente en el ganglio linfático afectado por el linfoma y generalmente se usa junto con otros métodos de tratamiento para aumentar las posibilidades de eliminar las células que causan el linfoma.

Además, la radioterapia puede provocar efectos secundarios como pérdida de apetito, náuseas y sensación de calor en el lugar de aplicación. Vea más efectos secundarios causados por la radioterapia

3. Inmunoterapia

Algunos tipos de linfoma se pueden tratar con medicamentos de inmunoterapia, que ayudan al sistema inmunológico a combatir las células del linfoma, y ​​los efectos secundarios generalmente son menores que los de la quimioterapia.

Estos medicamentos también pueden indicarse junto con otras técnicas de tratamiento, aumentando las posibilidades de curar el linfoma. Algunos medicamentos de inmunoterapia utilizados para tratar el linfoma son rituximab, bortezomib y lenalidomida.

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4. Trasplante de médula ósea

En algunos casos, el trasplante de médula ósea puede ser una opción y consiste en destruir células enfermas relacionadas con el linfoma y sustituirlas por células madre sanas, que pueden proceder de la propia persona o de un donante. Obtenga más información sobre qué son las células madre y cómo pueden ayudar.

Generalmente, antes de recibir células madre sanas, es necesario someterse a altas dosis de quimioterapia para matar todas las células cancerosas del cuerpo.

5. Terapia génica

La terapia con células T, también llamada terapia con células CAR-T, es una forma de tratamiento en la que las células de defensa del cuerpo se eliminan y reprograman con un tipo específico de partícula para aumentar la inmunidad y la capacidad de combatir las células cancerosas cuando se reintroducen en el organismo.

Este tratamiento aún está en estudio y no está disponible en todos los hospitales. Conozca más sobre la terapia génica.

6. Cirugía

En algunos casos, generalmente cuando los ganglios linfáticos aumentan mucho de tamaño o cuando el linfoma afecta a pocos ganglios, el médico puede recomendar una cirugía para extirpar este órgano.

¿El linfoma tiene cura?

El linfoma se puede curar en algunos casos, especialmente cuando se diagnostica en las primeras etapas; sin embargo, la respuesta al tratamiento también depende del tipo de linfoma, lo que puede dificultar la curación.