Lipedema: qué es, síntomas, causas y tratamiento

El lipedema es la acumulación excesiva de grasa que afecta principalmente a las piernas, pero también puede presentarse en los brazos. Esta acumulación de grasa provoca síntomas como dificultad para caminar, sensación de pesadez en las piernas, hinchazón en la zona o dolor al tacto, además de una desproporción simétrica en el cuerpo.

Este acumulación de grasa es más común en mujeres y, aunque la causa exacta aún no se conoce completamente, se cree que puede estar relacionada con alteraciones genéticas, metabólicas, hormonales o inflamatorias.

El tratamiento del lipedema es realizado por un médico general, angiólogo o cirujano vascular, quien puede indicar drenaje linfático manual o terapia compresiva para reducir la hinchazón y el malestar, fisioterapia, o incluso liposucción en los casos más graves.

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Síntomas de lipedema

Los principales síntomas del lipedema son:

  • Acumulación de grasa en ambas piernas o en ambos brazos;
  • Hinchazón de las extremidades afectadas y dolor en la zona al tocar o al caminar;
  • Dificultad para caminar debido a la grasa acumulada;
  • Presencia de nódulos, que se pueden identificar al palpar la región;
  • Dolor en las articulaciones;
  • Pérdida de elasticidad en la piel;
  • Sensación de pesadez en las piernas o brazos;
  • Pequeñas venitas rojas o moradas visibles bajo la piel;
  • Bolsas o bultos de grasa por encima o por debajo de las rodillas.
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Además, cuando no se trata adecuadamente, la acumulación de células grasas provocada por el lipedema puede bloquear los vasos linfáticos, responsables de drenar el líquido de los tejidos hacia los vasos sanguíneos.

Esto puede provocar una acumulación de líquido en las piernas, conocida como linfedema, lo que puede aumentar el riesgo de infecciones y reducir el tiempo de cicatrización de las heridas. Vea más sobre el linfedema.

Etapas del lipedema

El lipedema puede clasificarse en diferentes etapas según los síntomas, entre ellas:

Etapas del lipedema Características
Etapas I La superficie de la piel es normal y la hinchazón aumenta durante el día, pero mejora con el reposo.
Etapas II La superficie de la piel es irregular, pudiéndose observar la presencia de surcos, similares a la celulitis.
Etapas III El acumulo de grasa es mayor, siendo posible identificar deformidades; además, la superficie de la piel se vuelve más áspera y endurecida.
Etapas IV Además del acúmulo de grasa, se presenta una acumulación de líquidos en la zona, lo que da lugar al linfedema.

El lipedema es una condición crónica y progresiva, es decir, evoluciona con el tiempo, comenzando en la etapa I y, si no se trata adecuadamente, puede avanzar hasta la etapa IV.

Cómo confirmar el diagnóstico

El diagnóstico del lipedema lo realiza un médico general, angiólogo o cirujano vascular, mediante la evaluación de los síntomas, el historial clínico y un examen físico.

Para confirmar el diagnóstico, el médico puede solicitar pruebas de imagen como ecografía, resonancia magnética, tomografía computarizada, linfocintigrafía, absorciometría de rayos X de energía dual y espectroscopía por bioimpedancia.

Además, pueden solicitarse otros exámenes para identificar la posible causa del lipedema, como pruebas de función hepática y renal, estudios de tiroides, perfil lipídico y evaluación de la resistencia a la insulina, entre otros.

Posibles causas

La causa exacta del lipedema no está completamente esclarecida, pero se cree que está relacionada con factores genéticos, ya que es común que aparezca en varias personas de una misma familia.

Además, algunos factores pueden contribuir al desarrollo del lipedema, como los cambios hormonales durante la pubertad, el embarazo o la menopausia.

Cómo se realiza el tratamiento 

Los principales tratamientos para lipedema son:

1. Ejercicios físicos

El ejercicio físico en casos de lipedema ayuda a reducir la inflamación, mejorar el drenaje linfático y disminuir la fibrosis.

De este modo, realizar actividad física de forma regular y bajo orientación médica contribuye a aliviar los síntomas, como el dolor, el malestar y la sensación de pesadez en las piernas, además de mejorar la movilidad.

Algunos ejercicios recomendados para personas con lipedema incluyen natación, hidrogimnasia, caminatas, ciclismo, baile, estiramientos, yoga o pilates, entre otros.

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2. Drenaje linfática manual

El drenaje linfático manual puede ser indicado por el médico para ayudar al cuerpo a eliminar el exceso de líquidos y toxinas, favoreciendo así el drenaje de los líquidos acumulados.

Además, este tipo de tratamiento para el lipedema contribuye a reducir la inflamación, la hinchazón y la fibrosis, ayuda a controlar el dolor y el malestar, y alivia los síntomas en general.

El drenaje linfático manual debe ser realizado por un fisioterapeuta o un profesional especializado en este tipo de tratamiento. Vea cómo hacer el drenaje linfático manual.

3. Terapia compresiva

La terapia compresiva para el lipedema se puede realizar mediante el uso de medias de compresión o prendas compresivas, como leggings, pantalones cortos o mangas de compresión, por ejemplo.

El tratamiento con terapia de compresión favorece un mejor drenaje linfático, reduciendo la hinchazón en las piernas o los brazos.

4. Dieta

La dieta para el lipedema debe ser seguida bajo la orientación de un nutricionista, en conjunto con otros tratamientos, para reducir la inflamación del cuerpo y promover la pérdida de peso.

Algunas dietas que parecen tener mejores resultados para el lipedema son la dieta antiinflamatoria, la dieta cetogénica y la dieta baja en carbohidratos (low carb), que generalmente se recomienda cuando la dieta cetogénica no produce buenos resultados.

5. Fisioterapia

La fisioterapia para el lipedema puede ser indicada por el médico y realizada por el fisioterapeuta mediante ejercicios que ayudan a mejorar la circulación sanguínea y el drenaje de líquidos, proporcionando alivio de los síntomas.

Además de los ejercicios, el fisioterapeuta puede realizar drenaje linfático manual o utilizar dispositivos como compresión neumática o endermoterapia, por ejemplo.

6. Uso de medicamentos

El uso de medicamentos agonistas del GLP-1, como la semaglutida (Wegovy y Ozempic), liraglutida (Saxenda) o tirzepatida (Monjauro), puede ser indicado por el médico para controlar la diabetes y/o la pérdida de peso.

Estos medicamentos no están oficialmente indicados para el lipedema, pero pueden ser utilizados en personas que sufran de obesidad o que tengan diabetes tipo 2.

El uso de medicamentos agonistas del GLP-1 solo debe realizarse bajo la indicación del endocrinólogo, ya que pueden ayudar a reducir la cantidad de células de grasa y fibrosis, y aliviar los síntomas del lipedema.

7. Cirugía bariátrica

La cirugía bariátrica puede ser indicada por el médico cuando la persona presenta comorbilidades, como prediabetes, diabetes o un aumento del riesgo de enfermedades cardiovasculares.

Sin embargo, esta cirugía no elimina el lipedema, ya que el tipo de grasa asociado al lipedema es más resistente, y puede incluso volverse más visible después de la pérdida de peso.

Por este motivo, la cirugía bariátrica solo se recomienda en algunos casos y, tras la cirugía, se aconseja continuar con la realización de ejercicios físicos, drenaje linfático, terapia compresiva y una dieta equilibrada.

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8. Liposucción

La liposucción para el lipedema puede ser indicada por el médico cuando los otros tratamientos no quirúrgicos no han sido eficaces para aliviar los síntomas.

Este tipo de tratamiento consiste en eliminar el exceso de grasa, respetando los vasos linfáticos, lo que alivia los síntomas y mejora la calidad de vida.

¿El lipedema tiene cura?

El lipedema no tiene cura, pero es posible controlar su evolución con el tratamiento recomendado por el médico, ya que ayuda a reducir los síntomas y mejorar la calidad de vida.