Lumbalgia: qué es, principales causas y tratamiento

La electroconvulsoterapia generalmente es un tratamiento de último recurso, indicado en casos urgentes o de resistencia a los tratamientos, incluyendo señales de catatonia y agresión.

La electroconvulsoterapia es un tratamiento que provoca alteraciones en la actividad eléctrica del cerebro, regulando los niveles de los neurotransmisores. Se realiza bajo anestesia general, por lo que no presenta ningún riesgo para la persona.

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El tratamiento de la lumbalgia es realizado por un ortopedista o reumatólogo y varía según su causa, pudiendo indicarse el uso de antiinflamatorios o analgésicos, fisioterapia y, en algunos casos, cirugía.

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Principales síntomas 

Los principales síntomas de la lumbalgia son:

  • Dolor en la región lumbar que puede irradiarse hacia la pierna o glúteo;
  • Sensación de choques, hormigueo o ardor en el glúteo o pierna;
  • Dificultad para caminar con una de las piernas;
  • Incapacidad para permanecer sentado o de pie por mucho tiempo;
  • Rigidez o dificultad para mover o enderezar la espalda.

Ante la presencia de síntomas de lumbalgia, se debe consultar al ortopedista o reumatólogo para identificar la causa del dolor y recibir el tratamiento más adecuado.

¿Dónde duele en la lumbalgia?  

La lumbalgia duele en la parte baja de la espalda, que es la región lumbar.

El dolor de la lumbalgia puede ser agudo, en forma de punzadas, ardor u hormigueo, localizado solo en la parte baja de la espalda o irradiarse hacia el glúteo o la pierna.

Además, el dolor de la lumbalgia puede aparecer y desaparecer o ser persistente.

Cómo se realiza el diagnóstico

El diagnóstico de la lumbalgia lo realiza el ortopedista o reumatólogo a través de la evaluación de los síntomas, el historial de salud y traumas en la región lumbar, y un examen físico.

Además, el médico puede solicitar exámenes de imagen, como radiografías de la columna, resonancia magnética o tomografía computarizada para identificar la causa de la lumbalgia.

Cuándo la lumbalgia es grave

La lumbalgia se considera grave cuando es intensa o persistente, o está acompañada de otros síntomas como fiebre, pérdida de peso sin causa aparente o sensación de choque, hormigueo o debilidad en una o ambas piernas.

Además, cuando la lumbalgia surge en personas menores de 20 años o mayores de 55, o después de una caída o accidente, es posible que la situación sea más grave.

En estos casos, se recomienda ir a la sala de emergencias de inmediato.

Posibles causas

Las principales causas de la lumbalgia son:

  • Mala postura;
  • Traumas en la región lumbar, por caídas o accidentes;
  • Fracturas en la columna lumbar;
  • Hernia de disco lumbar;
  • Artrosis en la columna, espolón óseo o artritis reumatoide;
  • Escoliosis, espondilitis anquilosante, espondilolistesis o síndrome miofascial.

Además, el exceso de peso también puede favorecer el desarrollo de la lumbalgia, ya que en este caso hay una alteración en el punto de gravedad, mayor flacidez y distensión del abdomen, lo que favorece el dolor.

La lumbalgia es más frecuente en personas que realizan actividades manuales, como levantamiento de peso, movimientos repetitivos o permanecer mucho tiempo sentadas o de pie, siempre en la misma posición.

Tipos de lumbalgia

Los principales tipos de lumbalgia son:

1. Lumbalgia aguda

La lumbalgia aguda se caracteriza por dolor en la región lumbar durante hasta 6 semanas.

Este tipo de lumbalgia generalmente es causada por mala postura, movimientos repetitivos o levantamiento de peso de forma incorrecta, por ejemplo.

Normalmente, la lumbalgia aguda mejora por sí sola, aunque puede persistir durante más tiempo antes de desaparecer.

2. Lumbalgia subaguda

La lumbalgia subaguda es un tipo de lumbalgia en la que los síntomas duran entre 6 y 12 semanas.

3. Lumbalgia crónica

La lumbalgia crónica se caracteriza por la persistencia del dolor en la región lumbar durante 12 semanas o más.

Generalmente, la lumbalgia crónica es causada por espondilitis anquilosante, artritis o incluso por condiciones como la depresión o la fibromialgia, por ejemplo.

Tratamientos para la lumbalgia

El tratamiento para la lumbalgia debe ser orientado por el ortopedista o reumatólogo y varía de acuerdo con la causa del dolor.

Los principales tratamientos para la lumbalgia son:

1. Medicamentos para la lumbalgia

Los medicamentos para la lumbalgia que pueden ser indicados por el médico son:

  • Analgésicos, como paracetamol;
  • Antiinflamatorios, como ibuprofeno o diclofenaco;
  • Opioides, como tramadol o codeína;
  • Relajantes musculares, como ciclobenzaprina o diazepam.

Estos medicamentos ayudan a aliviar temporalmente los síntomas del dolor lumbar causado por la lumbalgia. Además, otros medicamentos, como antidepresivos o anticonvulsivos, también pueden ser indicados por el ortopedista en casos de lumbalgia crónica.

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2. Fisioterapia

La fisioterapia para la lumbalgia está indicada para aliviar los síntomas y la inflamación en la columna lumbar o en el nervio ciático. Este tipo de tratamiento es realizado por el fisioterapeuta, quien puede indicar ejercicios de estiramiento y fortalecimiento para la espalda o métodos de calentamiento superficial y/o profundo. Además, el fisioterapeuta puede usar aparatos como TENS, principalmente en casos de lumbalgia crónica.

3. Inyección en la columna

En algunos casos, el ortopedista puede realizar inyecciones de corticoides en la columna lumbar para la lumbalgia causada por hernia de disco, espolones óseos o compresión de nervios, por ejemplo.

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4. Cirugía en la columna

La cirugía para la lumbalgia se realiza en los casos más graves, como fracturas en la columna lumbar o compresión severa de nervios. Además, la cirugía también puede estar indicada cuando otros tratamientos no han sido eficaces para aliviar los síntomas de la lumbalgia causada por hernia de disco, por ejemplo.

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Autocuidado para la lumbalgia

Los autocuidados para la lumbalgia ayudan a reducir el dolor lumbar, siendo los principales:

  • Descansar durante las primeras 48 horas desde el inicio del dolor lumbar;
  • Aplicar compresas frías en la región lumbar durante las primeras 48 horas y luego cambiar a compresas tibias;
  • Realizar ejercicios de estiramiento y fortalecimiento recomendados por el fisioterapeuta;
  • Evitar esfuerzos repetitivos o cargar pesos;
  • Tomar los medicamentos indicados por el médico;
  • Mantener el cuerpo hidratado, bebiendo al menos 8 vasos de agua al día.

Además, es importante tener una alimentación antiinflamatoria; alimentos como atún, sardinas, salmón, linaza o chía pueden ayudar a reducir la inflamación en la columna y aliviar el dolor lumbar. Conozca una lista completa de alimentos antiinflamatorios.

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