El magnesio durante el embarazo es un mineral muy importante porque ayuda a promover el relajamiento muscular, aliviar calambres, prevenir la hipertensión durante el embarazo, la preeclampsia o el parto prematuro.
Durante la gestación, las necesidades nutricionales de la mujer aumentan, incluida la de magnesio, que también participa en diversas funciones en el desarrollo del bebé, lo que aumenta el riesgo de deficiencia de magnesio en la mujer embarazada.
El magnesio se puede encontrar naturalmente en alimentos como la leche, las nueces y la linaza, o en forma de suplementos, como el sulfato de magnesio, que solo deben tomarse según la orientación del obstetra.
Beneficios del magnesio durante el embarazo
Los principales beneficios del magnesio durante el embarazo son:
- Promover el relajamiento muscular;
- Aliviar y controlar los calambres musculares;
- Prevenir la hipertensión durante el embarazo;
- Evitar contracciones uterinas;
- Reducir el riesgo de parto prematuro;
- Prevenir la preeclampsia;
- Combatir la acidez estomacal;
- Mejorar la sensibilidad a la insulina;
- Evitar la diabetes gestacional;
- Reducir el riesgo de eclampsia en embarazadas con preeclampsia;
- Evitar crisis de migraña.
Además, el magnesio es un nutriente muy importante para el bebé, ya que favorece el desarrollo de los huesos, mantiene el funcionamiento del corazón y del sistema cardiovascular y protege el sistema nervioso.
El magnesio también es importante para reducir el riesgo de restricción del crecimiento intrauterino o evitar que el bebé tenga un tamaño pequeño para la edad gestacional.
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La cantidad de magnesio recomendada durante el embarazo es de 350 a 400 mg por día, pero varía de gestante a gestante, según las necesidades nutricionales y la edad.
El magnesio se puede obtener a través del consumo de alimentos ricos en magnesio o mediante el uso de suplementos alimenticios, según la orientación del obstetra.
Suplementos de magnesio
Los principales suplementos de magnesio que pueden ser indicados durante el embarazo son:
1. Sulfato de magnesio
El suplemento de magnesio más utilizado durante la gestación es el sulfato de magnesio, que se indica principalmente para mujeres entre las 20 y 32 semanas de embarazo con riesgo de parto prematuro.
A veces, el médico puede indicar su uso hasta las 35 semanas, pero es importante dejar de tomarlo antes de las 36 semanas de gestación, para que el útero tenga tiempo de volver a contraerse de manera eficaz, facilitando el parto vaginal o reduciendo el riesgo de hemorragia durante la cesárea. Vea cómo usar el sulfato de magnesio.
Además, el sulfato de magnesio se puede administrar en forma de inyección intravenosa en el hospital, en mujeres con preeclampsia, para prevenir la eclampsia y el riesgo de parto prematuro o complicaciones para la madre y el bebé.
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Otro suplemento de magnesio que puede ser indicado por el obstetra es el hidróxido de magnesio para el tratamiento del estreñimiento o la acidez estomacal, ya que tiene propiedades laxantes y antiácidas.
Este suplemento se puede tomar en forma de tabletas de Magnesia Bisurada o leche de magnesia, por ejemplo.
Es importante que el hidróxido de magnesio se use según la orientación del obstetra para evitar molestias para la gestante y la diarrea, por ejemplo. Conozca más sobre la leche de magnesia.
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Los principales alimentos ricos en magnesio que se pueden consumir durante el embarazo son:
- Frutas oleaginosas, como nueces, cacahuetes, almendras o avellanas;
- Semillas, como semillas de girasol, calabaza o linaza;
- Frutas, como plátanos, aguacates o ciruelas;
- Cereales, como arroz integral, avena o germen de trigo;
- Legumbres, como frijoles, guisantes o soja;
- Verduras, como brócoli, calabaza, col rizada o espinacas.
Además, otros alimentos ricos en magnesio son el salmón y el chocolate negro. Vea la lista completa de alimentos ricos en magnesio.
Durante el embarazo, se debe tener una alimentación variada, nutritiva y equilibrada para obtener todos los nutrientes importantes para el desarrollo saludable del bebé y evitar deficiencias nutricionales.
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