Después de una cirugía, es común que exista dolor o incomodidad en la zona, por lo que el médico normalmente recomienda el uso de medicamentos analgésicos y/o antiinflamatorios, los cuales ayudan a controlar el dolor y la hinchazón, como dipirona, paracetamol o tramadol, por ejemplo, dependiendo del tipo de cirugía y de la intensidad del dolor.
El control del dolor es importante para permitir una recuperación más rápida, permitir la movilización y disminuir el tiempo de hospitalización y la necesidad de consultas médicas adicionales. No obstante, aparte de los medicamentos, también es importante tener otros cuidados luego de la cirugía, los cuales tienen que ver con una alimentación adecuada, reposo y los cuidados con la herida.
El tipo de medicamento, ya sea más leve o más fuerte, varía de acuerdo con el tamaño de la cirugía y la intensidad del dolor que cada persona puede presentar. Sin embargo, en caso de que el dolor sea muy intenso o no mejore con medicamentos, es importante volver a acudir al médico para reevaluar su uso.
Así, los principales cuidados para aliviar el dolor después de una cirugía, incluyen:
1. Medicamentos para el dolor
Los medicamentos para el dolor generalmente se indican durante e inmediatamente después del procedimiento quirúrgico por el médico, y su mantenimiento puede ser necesario por días a semanas. Algunos de los principales medicamentos para el dolor incluyen:
- Analgésicos (dipirona o paracetamol): son muy utilizados para aliviar el dolor leve a moderado, disminuyendo molestias y facilitando la realización de las actividades diarias;
- Antiinflamatorios (ibuprofeno, meloxicam o celecoxib): existen diversas opciones, en comprimido o inyectables, y son muy utilizados pues alivian el dolor mientras disminuyen la inflamación, reduciendo, también la hinchazón y enrojecimiento;
- Opioides débiles (tramadol o codeína): son útiles para aliviar el dolor moderado o que no mejora con remedios más leves, como el paracetamol, ya que actúan en el sistema nervioso central, y suelen usarse junto con otros analgésicos;
- Opioides fuertes (morfina, metadona u oxicodona): son aún más potentes, también en comprimido o inyectables, y pueden ser considerados en momentos más intensos de dolor o cuando este no mejora con los tratamientos anteriores.
- Anestésicos locales: aplicados directamente en la herida quirúrgica o en lugares de dolor intenso, como en la articulación o en cirugías ortopédicas, por ejemplo.
Para que el tratamiento del dolor sea eficaz, los medicamentos deben estar bien planificados e indicados por el médico, y los medicamentos deben tomarse en los horarios adecuados y nunca en exceso, debido al riesgo de efectos secundarios.
2. Medidas caseras
Además de los medicamentos de farmacia, un excelente remedio casero para aliviar el dolor y acelerar la recuperación en el posoperatorio, es aplicar compresas frías en la región alrededor de la herida quirúrgica, o en la región afectada, manteniéndola durante aproximadamente 15 minutos y repitiendo de 3 a 4 veces al día. Esta medida ayuda a disminuir la inflamación y aliviar el dolor.
También se recomienda utilizar ropa cómoda, holgada y ventilada, que permita disminuir la fricción y presión en las zonas que se están recuperando. El reposo también es fundamental luego de una cirugía. El tiempo de reposo es recomendado por el médico de acuerdo con el procedimiento realizado y las condiciones físicas de cada persona, pudiendo variar desde 1 día, en procedimientos estéticos localizados, por ejemplo, hasta 1 mes, en los casos de cirugías mayores.
Se debe buscar posiciones cómodas, con la ayuda de almohadas, evitando permanecer más de 2 o 3 horas en la misma posición. El médico o fisioterapeuta también puede indicar otras actividades apropiadas, como caminatas o estiramientos en la cama, pues el reposo excesivo también es perjudicial para la salud muscular, ósea y la circulación sanguinea. Conozca más consejos sobre cómo recuperarse más rápido luego de una cirugía.
3. Cuidados con la herida quirúrgica
Los cuidados importantes con respecto a la herida quirúrgica deben ser orientados por el cirujano y el equipo de enfermería, ya que incluyen curaciones y limpieza. Algunos consejos importantes son:
- Mantener siempre la herida limpia y seca;
- Evitar exponer la herida en caso de que esté cubierta con una cura;
- Acudir a las consultas de enfermería para realizar el tratamiento de la herida;
- Cuando la herida está expuesta, limpiar con suero fisiológico o agua con jabón neutro, o de acuerdo con las indicaciones del profesional de salud;
- Evitar frotar la herida;
- Evitar la exposición al sol durante unos 3 meses, para no formar cicatrices.
Se debe evaluar regularmente el aspecto de la herida, pues es común que se produzca una secreción transparente por algunos días; sin embargo, es importante buscar al médico si surge secreción con sangre, con pus o signos de infección, como hinchazón, dolor muy intenso o fiebre, por ejemplo.
Vea el video a continuación y observe algunos consejos sobre cómo recuperarse de una cirugía en las amígdalas: