6 medicamentos para la tiroides (y cómo usar)

Los medicamentos como la levotiroxina, el propiltiouracilo o el metimazol se utilizan para tratar trastornos de la tiroides, como el hipotiroidismo, el hipertiroidismo o la tiroiditis, ya que ayudan a regular su funcionamiento y alivian los síntomas provocados por estos cambios.

Es importante que el diagnóstico de las alteraciones tiroideas sea realizado lo más pronto posible por el endocrinólogo a través de la evaluación de los signos y síntomas, exámenes de sangre y de imágenes, ya que esto permite identificar la causa, iniciar el tratamiento de inmediato y prevenir complicaciones.

Por esto, dependiendo de cuál sea la causa de la alteración en la tiroides, el médico recomendará el mejor medicamento, la dosis y el tiempo de tratamiento. Conozca las principales enfermedades de la tiroides.

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Principales medicamentos para la tiroides

Los principales medicamentos para la tiroides son:

1. Levotiroxina

La levotiroxina es el principal medicamento indicado en casos de hipotiroidismo, ya que puede sustituir la hormona que normalmente produce la glándula tiroides, permitiendo así su reposición y manteniendo sus niveles en sangre en valores normales.

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Este medicamento debe iniciarse siempre con dosis bajas y ajustarse de acuerdo con los exámenes de cada persona, para evitar exceder la dosis y provocar efectos secundarios, o incluso hipertiroidismo, especialmente en los pacientes mayores, que pueden ser más sensibles a los efectos del medicamento.

La levotiroxina se puede encontrar con los nombres comerciales Eutirox, Karet, Synthroid, Noralcodex, entre otros,  o en su forma genérica bajo la designación "levotiroxina sódica".

Cómo usar: la dosis inicial para adultos es de aproximadamente 25 a 50 mcg por día, siendo recomendable tomarla unos 30 minutos antes de la comida, ya que algunos alimentos pueden interferir en su absorción.

2. Propiltiouracilo

El propiltiouracilo es un medicamento antitiroideo indicado para el hipertiroidismo, ya que bloquea la producción de tiroxina (T4) y triyodotironina (T3), que son las principales hormonas sintetizadas por la glándula tiroides, con el objetivo de evitar su acción y disminuir los síntomas.

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Este medicamento también puede estar indicado para preparar la tiroides para su cirugía de retirada o para la terapia con yodo radiactivo, encontrándose en las farmacias en forma de comprimidos de 100 mg con el nombre comercial Tirostat.

Cómo usar: la dosis inicial de propiltiouracilo para adultos es de 1 comprimido de 100 mg cada 8 horas, con una dosis total de 300 mg por día. En casos graves, el médico puede recomendar la dosis de 2 comprimidos de 100 mg cada 8 horas. La dosis de mantenimiento es de aproximadamente 100 mg a 200 mg por día, en dosis divididas. Este medicamento puede usarse en el primer trimestre del embarazo para tratar el hipertiroidismo en el embarazo.

3. Metimazol

El metimazol está indicado en casos de hipertiroidismo, crisis tirotóxicas y en la preparación para la retirada de la tiroides en personas con hipertiroidismo, así como puede recomendarse antes y después de la aplicación de yodo radiactivo en el tratamiento del hipertiroidismo, ya que inhibe la producción de hormonas tiroideas.

Cómo usar: la dosis de metimazol depende de la gravedad del hipertiroidismo, pudiendo indicarse 5 a 10 mg por día en casos leves, 30 a 40 mg por día en casos moderados y 60 mg por día en casos graves.

La dosis de metimazol debe reducirse de forma gradual a medida que los valores hormonales se normalicen. Además, en casos de dosis alta de metimazol, es posible que se indique la combinación con levotiroxina, con el objetivo de evitar el hipotiroidismo inducido por medicamentos.

El uso de metimazol durante el embarazo debe ser siempre orientado por el endocrinólogo, ya que está asociado a alteraciones fetales.

4. Tiamazol

El tiamazol (Tapazol, Ganglioside, Tirodril, Thyrosol, entre otros) es otro medicamento indicado para el hipertiroidismo en adultos o niños, ya que actúa reduciendo los niveles de T4 y T3, controlando los síntomas.

Este medicamento también puede usarse en la preparación para la cirugía de retirada de la tiroides o terapia con yodo radiactivo, pudiendo también estar indicado en casos en los que la cirugía está contraindicada.

El tiamazol se encuentra en forma de comprimidos de 5 mg o 10 mg, con el nombre comercial Tapazol.

Cómo usar: la dosis inicial de tiamazol para adultos es de 15 mg por día para el hipertiroidismo leve, 30 a 40 mg por día para los casos moderados o 60 mg por día en los casos más graves. La dosis de mantenimiento es de 5 a 15 mg por día. Para niños, las dosis deben ser calculadas por el médico de acuerdo con el peso corporal.

5. Prednisona

La prednisona es un corticoide indicado para el tratamiento de la exoftalmia causada por la enfermedad de Graves, una enfermedad autoinmune en la que los anticuerpos del organismo atacan la tiroides, causando hipertiroidismo.

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Cómo usar: en el tratamiento de la exoftalmia moderada a grave, las dosis para adultos son de hasta 100 mg de prednisona por vía oral por día, conforme a la orientación médica. Esta dosis puede ser reducida por el médico a lo largo de 6 a 12 semanas de tratamiento, pudiendo también ser reemplazada por metilprednisolona inyectable, aplicada por vía intravenosa en el hospital.

6. Propranolol

El propranolol, al igual que el metoprolol, son medicamentos betabloqueadores indicados para aliviar los síntomas del hipertiroidismo, como latidos cardíacos acelerados, temblores o ansiedad.

Algunos nombres comerciales del propranolol son Inderalici, Sintaser, Inderal, Prochor, Sumial, entre otros. En el caso del metoprolol, algunos nombres comerciales son Kenaprol, Seloken Zok, Lopresor, Prontol, Mezelol, Metopresol, Nipresol, entre otros.

Generalmente, estos medicamentos se utilizan hasta que otros medicamentos que disminuyen la producción de hormonas tiroideas, como el metimazol, propiltiouracilo o tiamazol.

Cómo usar: las dosis de propranolol y de metoprolol deben ser indicadas por el médico de acuerdo con los síntomas del hipertiroidismo a tratar, así como su intensidad. Vea cómo usar el propranolol.

Efectos secundarios del tratamiento

Los medicamentos para tratar los trastornos de la tiroides pueden llevar a la aparición de síntomas mientras su dosis no está debidamente ajustada, siendo los principales:

  • Alteraciones de peso;
  • Aumento del sudor;
  • Pérdida de apetito;
  • Mareos o vértigo;
  • Debilidad en las piernas o pies y manos frías;
  • Cambios bruscos de humor e irritabilidad;
  • Náuseas, vómitos y/o diarrea;
  • Caída del cabello;
  • Picazón;
  • Somnolencia o insomnio;
  • Temblores;
  • Dolor de cabeza;
  • Fiebre.

Estos efectos secundarios pueden variar según la condición a tratar, así como el tipo de medicamento para la tiroides indicado por el médico.

Cuidados durante el tratamiento

La dosis de los medicamentos para la tiroides no es igual para todos, existiendo diferencias significativas entre las personas. Algunas logran el bienestar con dosis bajas, mientras que otras necesitan dosis más elevadas.

Por ello, es normal que sea necesario ajustar la dosis del medicamento a lo largo del tiempo, por lo que el endocrinólogo deberá solicitar exámenes de sangre de forma regular y evaluar los síntomas presentes, con el fin de encontrar la dosis ideal para cada caso.

Este ajuste puede demorar de 3 a 6 meses para ser alcanzado e, incluso después de encontrar la dosis ideal, puede ser necesario modificarla meses o años después.

¿Tomar medicamentos para la tiroides adelgaza?

Al tomar los medicamentos para tratar el hipertiroidismo, la persona puede aumentar de peso, ya que desacelera el metabolismo. Por el contrario, personas que hacen el tratamiento del hipotiroidismo pueden adelgazar, ya que el medicamento aumenta el metabolismo, haciendo que el cuerpo queme más grasa, incluso sin aumento de las actividades diarias, pero no existe una regla general que se aplique a todas las personas.

Sin embargo, el uso de medicamentos para la tiroides con el objetivo de adelgazar no es recomendado, ya que puede alterar la función de la glándula tiroides, causando síntomas que pueden perjudicar gravemente la salud. Por eso, es recomendado consultar al endocrinólogo y/o nutricionista para una evaluación adecuada e iniciar el tratamiento más adecuado para la pérdida de peso, de forma saludable y controlada.

Cuando la persona presenta una pérdida de peso considerable, por encima del 10% del peso inicial, puede solicitar al médico realizar exámenes nuevamente, ya que estar por debajo del peso puede ser arriesgado para la salud.

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