El eructo con mal olor, generalmente, está asociado a la alimentación, pero también puede ser provocado por problemas gastrointestinales, como reflujo gastroesofágico, gastritis o úlcera péptica, además del sobrecrecimiento bacteriano (SIBO) y el estreñimiento intestinal.
En caso de problemas gastrointestinales, además de los eructos con mal olor, es común que surjan otros síntomas, como náuseas, vómitos, dolor abdominal e hinchazón o simplemente la sensación de que el abdomen está muy lleno.
Especialmente para personas mayores de 60 años y en caso de síntomas como pérdida de peso o vómitos persistentes, y/o antecedentes familiares de cáncer gástrico, es común que el médico indique exámenes como la endoscopia digestiva alta para evaluar mejor la causa. Sepa cómo se realiza la endoscopia digestiva y para qué sirve.