Cuando tiene las plaquetas bajas, puede preocuparse especialmente cuando están por debajo de 20.000/mm³, ya que hay un gran riesgo riesgo de hemorragia. Esto ocurre porque las plaquetas son células importantes en el proceso de coagulación de la sangre. De esta forma, cuando las plaquetas están presentes en números muy bajos, la coagulación se ve comprometida, existiendo un mayor riesgo de sangrado.
Además de eso, si se encuentra con las plaquetas bajas, el riesgo de hemorragias se considera mayor en las siguientes situaciones:
- Enfermedades o problemas anteriores de coagulación de la sangre;
- Inflamación, infección o fiebre;
- Defectos anatómicos o cicatrices quirúrgicas.
Cuando hay una disminución en el número de plaquetas, lo ideal es consultar a un hematólogo. Este es el médico especialista en problemas de la sangre, que podrá orientar sobre la mejor forma de tratamiento, para evitar problemas graves como hemorragias.
Muchas veces, se realiza una transfusión de plaquetas para aumentar su número y reducir el riesgo de sangrado inmediato. Pero también es importante identificar si existe alguna causa que haya llevado a la reducción de las plaquetas, para tratarla y evitar que vuelva a suceder.