Tener muchas ganas de tener relaciones sexuales, que es cuando aumenta la libido, puede suceder tanto en el hombre como en la mujer, y generalmente puede estar asociado a alteraciones hormonales, práctica de actividad física, bajos niveles de estrés o cansancio, elevada atracción por la pareja o, aunque raro, problemas psiquiátricos.
La libido varía de una persona a otra y su aumento, normalmente, no se considera un problema serio cuando se es capaz de controlarla, no perjudica la relación con otras personas o las tareas diarias, y no pone a la persona en riesgo, por ejemplo.