La metástasis es cuando el tumor se disemina a otros órganos a través de la circulación sanguínea o linfática, desarrollándose en áreas distantes del tumor primario, que es el lugar donde se originó inicialmente.
Aunque las metástasis se encuentren en otros órganos, siguen estando formadas por las células cancerígenas del tumor original. Por ejemplo, cuando el cáncer de mama se disemina a los pulmones, las células continúan siendo de la mama y deben ser tratadas como cáncer de mama.
Es fundamental que el tratamiento de la metástasis comience de inmediato una vez realizado el diagnóstico, generalmente mediante quimioterapia, radioterapia y/o inmunoterapia. De este modo, se pueden aliviar los síntomas y evitar la progresión de la enfermedad, ya que la cura suele ser difícil de alcanzar.

Síntomas de metástasis
Los principales síntomas de metástasis son:
- Pérdida de peso sin motivo aparente.
- Cansancio excesivo.
- Sudoración nocturna.
- Dolor en los huesos o fracturas frecuentes.
- Dificultad para respirar o sensación de falta de aire.
- Dolor de cabeza intenso y constante, convulsiones o mareos frecuentes.
- Piel y ojos amarillentos o hinchazón abdominal.
En la mayoría de los casos, las metástasis no provocan nuevos síntomas; sin embargo, cuando ocurren, estos varían según el área afectada.
Las metástasis son indicativas de neoplasias malignas, es decir, de que el organismo no ha podido combatir las células anormales, favoreciendo la proliferación anómala y descontrolada de las células malignas. Conozca más sobre la neoplasia maligna.
Cómo ocurre
La metástasis ocurre cuando las células del tumor primario se desprenden e invaden los tejidos cercanos o son transportadas a través del sistema circulatorio y linfático hasta llegar a otros órganos, donde se instalan.
En el nuevo órgano, las células cancerígenas comienzan a multiplicarse de manera descontrolada hasta formar un tumor similar al original.
Cuando estas células son numerosas, logran inducir al organismo a formar nuevos vasos sanguíneos para suministrar más sangre al tumor, favoreciendo la proliferación de más células malignas y, por ende, su crecimiento.
Cómo se realiza el diagnóstico
El diagnóstico de la metástasis es realizado por el oncólogo durante los exámenes de rutina para el seguimiento del cáncer, como radiografías, tomografía computarizada, PET scan y/o resonancia magnética. Vea cómo se realiza el PET scan.
A través de estos exámenes, es posible confirmar la presencia de metástasis, su localización y extensión, lo que influye directamente en el tratamiento que se llevará a cabo.
Lea también: 13 análisis de sangre para detectar el cáncer tuasaude.com/es/examenes-de-sangre-que-detectan-el-cancerLugares donde la metástasis es más frecuente
Aunque las metástasis pueden surgir en cualquier parte del cuerpo, las áreas que más frecuentemente se ven afectadas son los pulmones, el hígado y los huesos, como se indica a continuación:
Además, cualquier tumor puede formar metástasis en los ganglios linfáticos cercanos a él, como en el caso del cáncer de mama, cáncer de cabeza y cuello, cáncer de pulmón o cánceres gastrointestinales, por ejemplo.
Cómo se realiza el tratamiento
Algunos tratamientos para la metástasis que pueden ser recomendados por el oncólogo son:
- Quimioterapia.
- Radioterapia.
- Cirugía.
- Terapia hormonal.
- Inmunoterapia.
El tipo de tratamiento para la metástasis debe ser siempre indicado por el oncólogo y varía según el tipo de tumor primario, los órganos afectados, los tratamientos previos y el estado general de salud de la persona.
¿La metástasis tiene cura?
La cura de la metástasis es difícil de alcanzar debido a que la enfermedad ya se encuentra en una etapa más avanzada, con células cancerígenas presentes en varios lugares del cuerpo.
En los casos más graves, donde el cáncer está muy desarrollado, puede no ser posible eliminar todas las metástasis. Por esta razón, el tratamiento se enfoca en cuidados paliativos, principalmente para aliviar los síntomas y mejorar la calidad de vida. Conozca qué son los cuidados paliativos.