Qué es:
La metatarsalgia es un dolor que afecta la parte delantera de la planta del pie, que está formada por los huesos metatarsianos, que son pequeños huesos que forman los dedos y el empeine. De esta forma, es posible que la persona sienta dolor al caminar o al estar mucho tiempo de pie, además también puede haber deformación en el pie y la presencia de callosidades.
Este dolor puede tener varias causas, entre las que se encuentran el uso de tacones y zapatos inadecuados para los pies, ejercicios de alto impacto, sobrepeso o deformidades del pie, como un juanete, por ejemplo.
La metatarsalgia se puede curar y el tratamiento incluye ejercicios de fisioterapia, para mejorar el soporte y la movilidad del pie, así como el uso de plantillas ortopédicas para acomodar y aliviar el dolor al caminar. La consulta con un ortopedista es importante, sobre todo en caso de dolor persistente, ya que es posible hacer una evaluación para indicar el mejor tratamiento.
Síntomas de la metatarsalgia
El síntoma principal de la metatarsalgia es el dolor en las plantas de los pies, que suele empeorar al caminar o estar de pie durante mucho tiempo. En algunos casos, es posible observar deformaciones en los pies, lo que puede hacer que el dolor sea aún más intenso, además de dificultar la realización de las actividades del día a día.
Además, algunas personas con metatarsalgia pueden tener callos en el empeine, lo que demuestra las zonas que están bajo mayor presión. Además, se pueden observar desviaciones o cambios en la forma de los pies, como desviación de los dedos o protuberancias óseas.
Principales causas
La metatarsalgia puede ser causada por:
-
Uso de tacones altos o zapatos puntiagudos, pues tienden aumentar la presión en los metatarsos;
-
Deformidades en los pies, como antepié arqueado o alteraciones en la forma de los dedos, como el juanete. Vea algunos consejos para cuidar del juanete;
-
Exceso de peso, que provoca mayor sobrecarga sobre los huesos de los pies;
-
Enfermedades neurológicas que afecten los nervios de los pies, como el neuroma de Morton;
-
Realizar actividades físicas de alto impacto o por muchas horas, como correr largas distancias, especialmente cuando no hay una orientación adecuada, que llevan a una sobrecarga de los metatarsos;
-
Desarrollo de artritis o artrosis en los metatarsos, debido al desgaste óseo relacionado con la edad o inflamaciones por alteraciones en la inmunidad.
Generalmente, la metatarsalgia surge cuando hay una irritación de las articulaciones, tendones o nervios que sustentan los metatarsos.
Cómo se realiza el diagnóstico
El diagnóstico de metatarsalgia debe ser realizado por un ortopedista en base a la valoración de los síntomas y la presencia de alteraciones en los pies.
Además, suele estar indicado la realización de examenes de imagen, como una radiografía, por ejemplo, así como una podoscopia, que tienen como objetivo identificar la forma de los pies y así valorar cuáles son los lugares de mayor presión al caminar y al estar de pie. De esta forma, es posible comprobar el grado de metatarsalgia e indicar el tratamiento más adecuado.
Cómo se realiza el tratamiento
Para tratar la metatarsalgia se recomienda pasar por una evaluación del traumatólogo, fisiatra o fisioterapeuta, que podrán determinar las posibles causas e indicar los tratamientos más adecuados para cada persona. Las principales recomendaciones incluyen:
-
Tomar medicamentos antiinflamatorios, como diclofenaco o ketoprofeno, por ejemplo, que son indicados por el médico para aliviar el dolor y la molestia;
-
Realizar fisioterapia, con ejercicios para mejorar el apoyo y movilidad de los pies, además de entrenar fuerza y equilibrio, ayudando a corregir la pisada.
-
Preferir usar calzados cómodos y adaptados, evitando el uso de tacones o zapatos ajustados;
-
Utilizar plantillas ortopédicas a la medida, que permiten ajustar los pies en el zapato y reducir la sobrecarga sobre los metatarsos.
El tratamiento con cirugía puede ser indicado por el traumatólogo, cuando los tratamientos anteriores no surten efecto, especialmente cuando hay mucha deformidad o exceso de rigidez en los metatarsos.
Opciones de tratamiento casero
Para aliviar la metatarsalgia, un excelente remedio casero es rodar una botella o un puñado de canicas debajo de los pies, realizando movimientos de adelante hacia atrás. Este tipo de ejercicios ayuda a masajear la planta del pie y a relajar los músculos, aliviando la tensión en esta región.
Además de esto, se pueden remojar los pies en agua tibia durante 20 a 30 minutos, acostarse con los pies en alto o masajear los pies con aceites esenciales, esto permitirá aliviar la molestia y el dolor en la planta de los pies. Vea cómo quitar el dolor de pies.