Para purificar el agua en casa y hacerla potable, se pueden utilizar varios métodos como hervirla, filtrarla o emplear productos para desinfección química, como solución de hipoclorito de sodio, pastillas o yodo. Asimismo, dejar el agua expuesta a la luz solar también puede ayudar, pues elimina virus y bacterias que pueden causar enfermedades.
El tratamiento del agua en casa es recomendado cuando existe sospecha de que la misma está contaminada, lo que puede ocurrir en áreas que no poseen sistemas de tratamiento de agua, o después de una catástrofe, como inundaciones, terremotos o huracanes, por ejemplo.
Las técnicas para tratamiento del agua en casa son de fácil acceso y son consideradas por la Organización Mundial de la Salud (OMS) como eficaces para la prevención de varias enfermedades que pueden ser transmitidas por el agua contaminada, como la hepatitis A, la cólera o la fiebre tifoidea. Sin embargo, no elimina productos químicos tóxicos, combustibles ni materiales radiactivos presentes en el agua. Conozca más sobre las principales enfermedades causadas por el agua contaminada.
8 métodos para purificar el agua
Algunos métodos eficaces para mejorar la calidad del agua y hacerla potable para el consumo incluyen:
1. Ebullición
Hervir el agua es considerado uno de los métodos más seguros para tornarla potable, pues mata virus, bacterias y parásitos presentes en el agua, los cuales pueden causar enfermedades.
Para hervir el agua, primero se debe colocar un paño limpio y seco en la abertura del recipiente, para filtrar el agua al añadirla en este. Luego, se debe retirar el paño y llevar el agua al fuego.
Cuando el agua comience a hervir, se debe dejar al menos 5 minutos. Después, apagar el fuego, esperar a que el agua se enfríe y ya está lista para beber.
El agua hervida puede tener un sabor desagradable y, para hacer que este sabor desaparezca, se puede colocar una rodaja de limón o gotas de limón mientras el agua se enfría, o se puede airear el agua, lo que puede realizarse cambiándola varias veces de recipiente.
El agua hervida puede ser consumida por un período máximo de 24 horas.
2. Desinfección con hipoclorito de sodio
La desinfección con hipoclorito de sodio, conocido popularmente como cloro o lejía, es otra forma bastante eficaz de eliminar virus y bacterias del agua y tornarla potable, disminuyendo así riesgos para la salud.
La solución de hipoclorito de sodio es fácilmente encontrada en concentraciones al 1 y 2,5%. Para utilizarla con esta finalidad, se deben usar 4 gotas de hipoclorito al 1% o 2 gotas de hipoclorito al 2,5% para cada litro de agua, tapar el recipiente y dejar actuar por 30 minutos antes de beber.
Este método de desinfección del agua puede ser una alternativa en los casos donde no existe la posibilidad de hervirla; sin embargo, no elimina los parásitos más resistentes, como Cryptosporidium sp. y Giardia lamblia, que pueden causar criptosporidiosis y giardiasis, respectivamente.
El agua desinfectada con hipoclorito de sodio sirve para beber, cocinar, lavar verduras, frutas y hortalizas, lavar la vajilla y bañarse. Vea otras maneras de usar el hipoclorito de sodio para desinfección.
3. Desinfección con pastillas
Las pastillas para desinfectar el agua, como Micropur o Aquatabs, por ejemplo, son una opción fácil para tornar el agua potable, pues poseen compuestos que cuando entran en contacto con el agua se liberan, contribuyendo a su desinfección, siendo considerado un método seguro y eficaz para hacer que el agua sea buena para beber o para lavar alimentos.
Para utilizar las pastillas para purificar el agua y poder beberla, se debe añadir 1 tableta en cada litro de agua y dejar actuar por 30 minutos antes de consumirla, o de acuerdo con las instrucciones del producto.
Estas pastillas son prácticas para la purificación del agua, pues son fáciles de trasportar y sencillas de utilizar.
4. Desinfección con yodo
El yodo es fácilmente encontrado en farmacias o droguerías, y es otra opción para desinfectar el agua. Sin embargo, no elimina el parásito Cryptosporidium sp.
Para usar el yodo, se deben añadir 2 gotas por cada litro de agua, y dejar actuar de 20 a 30 minutos.
El uso de agua desinfectada con yodo no está indicado en mujeres embarazadas ni en personas con enfermedades de la tiroides o que usen medicamentos a base de litio, pues en estos casos puede ser perjudicial.
Asimismo, el agua desinfectada con yodo tampoco debe ser empleada en personas alérgicas al yodo o a alimentos que contengan yodo, como los mariscos, por ejemplo.
5. Filtros y purificadores de agua
Los filtros de agua generalmente son los productos más simples, los cuales pueden ser usados cuando el agua está sucia, pero no existe sospecha de que esté contaminada con virus o bacterias nocivas. Estos dispositivos funcionan a partir de un cartucho central que retiene las impurezas, como tierra y otros sedimentos.
Los filtros son capaces de eliminar la suciedad del agua y una de sus ventajas es que estos no requieren energía eléctrica, además de tener un precio más accesible en comparación con los purificadores de agua. Dependiendo del tamaño del filtro, generalmente menor de 1 micrón, es posible eliminar parásitos como Cryptosporidium sp. y Giardia lamblia.
No obstante, el purificador de agua posee una ventaja con relación al filtro, pues además del elemento filtrante central, suele poseer una cámara de purificación con tecnologías especiales, como bombas o lámparas ultravioletas, que son capaces de eliminar las bacterias.
Tanto con el filtro como con el purificador, es importante verificar el sello de certificación del organismo de cada país encargado de certificar que estos dispositivos son eficaces para tornar el agua buena para el consumo.
6. Exposición solar del agua
La exposición solar del agua puede ayudar a mejorar la calidad de la misma, pudiendo reducir la cantidad de gérmenes presentes en ella, siendo más indicado cuando el agua no está visiblemente sucia o cuando otras opciones como hervor, desinfección química o filtrado no están disponibles.
Para utilizar este método, se debe colocar el agua en una botella transparente o de vidrio, dejándola durante 6 horas bajo el sol o 2 días si el tiempo está nublado.
En caso de que el agua esté turbia, se aconseja filtrarla con un paño limpio, filtro de café o toalla de papel, o dejar el agua reposar para que las partículas se depositen en el fondo de la misma, antes de añadirla en el recipiente de plástico.
7. Decantación
La decantación es un método que consiste en dejar el agua sin mover en un recipiente durante muchas horas, lo que permite que la suciedad más pesada se deposite en el fondo. Mientras más tiempo esté quieta, mayor será la limpieza.
Después de la decantación, se recomienda utilizar otro método de desinfección del agua, como filtrado, seguido de hervor o desinfección química, para eliminar virus y bacterias que pueden causar enfermedades.
8. Filtro casero
El filtro casero puede ser elaborado utilizando una botella PET, lana acrílica o algodón, grava fina, carbón activado, arena y grava gruesa.
Para montar el filtro casero, primero se debe cortar la botella PET en dos partes para crear un embudo y un recipiente que sirve base. Para hacer un embudo con la botella, se debe medir 20 cm desde la boca de la botella hasta aproximadamente la mitad de la misma y cortar. La parte inferior de la botella cortada servirá como recipiente base.
Luego, se debe voltear la parte de arriba cortada de la botella (embudo) para abajo y encajarla en el recipiente base. Añadir lana acrílica o algodón, grava fina, carbón activado, arena y grava gruesa en el embudo, intercalando una capa de lana acrílica o algodón con los otros ingredientes, en el orden citado.
A continuación, añadir el agua en el embudo, que será filtrada mediante la retención de la suciedad de agua en la lana acrílica o algodón, grava fina, carbón activado, arena y grava gruesa.
Se recomienda que posterior a ese filtrado, el agua sea desinfectada con otros métodos, como hervor o desinfección química, para eliminación de virus y bacterias.
¿Qué hacer al beber agua contaminada?
En caso de beber agua contaminada, se debe consultar el médico general o acudir al puesto de emergencias si surgen algunos de los siguientes síntomas:
- Dolor o cólicos abdominales;
- Náuseas;
- Vómitos;
- Diarrea aguda e intensa o leve y persistente;
- Diarrea acuosa o con moco;
- Hinchazón abdominal;
- Dolor en el cuerpo;
- Dolor de cabeza;
- Dolor en los ojos;
- Pérdida de apetito;
- Fiebre;
- Malestar general.
Asimismo, cuando los vómitos o la diarrea son intensos, puede ocurrir deshidratación, con síntomas como cansancio, sed intensa, boca seca, poca cantidad de orina, calambres o disminución de los latidos cardíacos, debiendo procurarse el hospital o el puesto de emergencias más cercano para iniciar el tratamiento adecuado. Conozca cómo identificar los síntomas de deshidratación y cómo es realizado el tratamiento.