Metotrexato: para qué sirve, dosis y efectos secundarios

Qué es:

El metotrexato es un medicamento indicado para el tratamiento de enfermedades autoinmunes como artritis reumatoide o psoriasis, o quimioterapia para el tratamiento del cáncer, como leucemias, linfomas, cáncer de pulmón o cáncer de mama, por ejemplo.

Ese medicamento actúa inhibiendo el metabolismo del ácido fólico, que es importante para la síntesis de ADN y, de esta forma, impide la multiplicación de células del cáncer y el crecimiento del tumor. Asimismo, cuando es utilizado en dosis bajas, tienen un efecto antirreumático y inmunosupresor, que ayuda a reducir los síntomas de la artritis reumatoide o psoriasis grave.

El metotrexato puede encontrarse en farmacias en forma de comprimidos, con el nombre comercial Trixilem o Metrex, o en forma de inyección en hospitales, y debe ser empleado bajo indicación médica.

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Para qué sirve

El metotrexato está indicado para:

  • Artritis reumatoide grave o activa;
  • Psoriasis grave;
  • Enfermedad trofoblástica gestacional;
  • Leucemia linfocítica aguda;
  • Leucemia meníngea;
  • Linfoma no Hodgkin;
  • Linfoma de Burkitt;
  • Cáncer de pulmón de pequeñas células;
  • Cáncer de mama;
  • Cáncer de cabeza y cuello;
  • Osteosarcoma.

Asimismo, el metotrexato también puede ser indicado para el tratamiento paliativo de tumores sólidos que no pueden ser operados quirúrgicamente.

En qué dosis usar

La forma de uso del metotrexato varía de acuerdo con su presentación, e incluye:

1. Metotrexato 2,5 mg comprimido

El metotrexato comprimido debe ser tomado por vía oral, con un vaso de agua, antes o después de una comida, en los horarios establecidos por el médico. Es importante lavar las manos después de tocar el comprimido.

La posología del metotrexato comprimido varía de acuerdo con la condición a ser tratada e incluye:

  • Artritis reumatoide: la dosis inicial normalmente recomendada es de 7,5 mg en dosis única, una vez a la semana. Esta dosis también ser tomada fraccionada, es decir, 1 comprimido de 2,5 mg, cada 12 horas, por tres dosis, administradas como un ciclo, una vez a la semana, de acuerdo con la orientación médica. Las dosis del metotrexato pueden ser ajustadas por el médico de acuerdo con la respuesta al tratamiento, no debiendo exceder una dosis semanal total de 20 mg;
  • Psoriasis grave: la dosis inicial normalmente recomendada es de 10 a 25 mg en dosis única, una vez por semana, o 1 comprimido de 2,5 mg, cada 12 horas, por tres dosis, una vez a la semana, de acuerdo con la indicación médica. Estas dosis pueden ser alteradas por el médico hasta 30 mg por semana, de acuerdo con la respuesta al tratamiento.

Las dosis del metotrexato deben ser orientadas por el médico, y una vez que es alcanzada la dosis más eficaz para el tratamiento, el médico puede reducir la dosis para la menor dosis eficaz posible.

En el caso de la artritis reumatoide, la respuesta al tratamiento generalmente demora de 3 a 6 semanas después del inicio del uso del metotrexato y el tiempo de tratamiento debe ser orientado por el médico.

Es importante resaltar que el metotrexato en comprimido debe ser tomado apenas una vez por semana. El uso diario de este medicamento puede causar efectos secundarios graves que pueden colocar la vida en riesgo.

2. Metotrexato inyectable

El metotrexato inyectable para el tratamiento del cáncer, puede ser aplicado por el enfermero directamente en la vena o en el músculo, o usada por vía intratecal, es decir, directamente en la columna, en el canal espinal aplicado por el médico.

El rango de dosis terapéutica del metotrexato para indicaciones oncológicas es muy amplia, y dependen del tipo de cáncer a ser tratado, debiendo ser calculada por el médico de acuerdo con el peso y la superficie corporal.

Cuidados durante el tratamiento

Algunos cuidados son importantes durante el tratamiento con el metotrexato, como:

  • Acudir a consultas médicas regularmente para acompañar la eficacia del tratamiento y el surgimiento de efectos secundarios;
  • Tomar el suplemento de ácido fólico recetado por el médico, en los días orientados por el médico. No se debe tomar el ácido fólico en el mismo día que tomar o recibir una dosis del metotrexato, pues el ácido fólico puede disminuir la acción del metotrexato;
  • No aumentar ni disminuir la dosis del comprimido de metotrexato, sin que haya sido indicado por el médico;
  • No interrumpir el tratamiento con el metotrexato por cuenta propia;
  • Evitar consumir bebidas alcohólicas;
  • Evitar tomar medicamentos por cuenta propia y sin recomendación médica;
  • Tomar vacunas solo si es recomendado por el médico, pues algunas vacunas con virus activo o atenuado están contraindicadas durante el tratamiento debido a que pueden causar infecciones graves;
  • Lavarse las manos frecuentemente, con agua y jabón neutro, principalmente antes y después de ir al baño, comer, cocinar, tocar animales, hacer jardinería o cambiar el pañal al niño, por ejemplo;
  • Lavar bien las verduras y frutas antes de comer;
  • Evitar tocar superficies y llevarse las manos a los ojos, boca o nariz;
  • Evitar el contacto con personas que tengan infecciones, pues el metotrexato puede disminuir la acción del sistema inmunitario y aumentar el riesgo de adquirir una infección;
  • Aplicar protector solar FPS 30 o superior, incluso en días nublados, pues la piel se vuelve más sensible al sol durante el tratamiento;
  • Utilizar métodos anticonceptivos eficaces durante el tratamiento con metotrexato y por al menos 6 meses después de terminar el tratamiento. El tiempo de uso de métodos anticonceptivos después del tratamiento con el metotrexato puede hasta 1 año, y debe ser orientado por el médico;
  • No amamantar durante el tratamiento con el metotrexato y, por lo menos, 1 semana después el término del tratamiento.

Asimismo, se debe realizar exámenes de laboratorio como hemograma, creatinina sérica, pruebas de función hepática y renal y test de función pulmonar, solicitados por el médico durante el tratamiento.

Es importante seguir todas las recomendaciones médicas para aliviar los efectos secundarios que pueden surgir durante el tratamiento con metotrexato.

Posibles efectos secundarios

Los efectos secundarios más comunes que pueden ocurrir durante el tratamiento con metotrexato son dolor de cabeza intenso, rigidez de nuca, náuseas, vómitos, fiebre, enrojecimiento de la piel, aumento del ácido úrico y reducción en el número de espermatozoides, surgimiento de úlceras en la boca, inflamación en la lengua y en la encía, diarrea, reducción en los niveles de glóbulos blancos y plaquetas, insuficiencia renal y faringitis.

Asimismo, el metotrexato puede causar intoxicación en el hígado, que puede ser percibida mediante síntomas como hinchazón en el abdomen, dolor del lado superior derecho del abdomen, náuseas, pérdida de apetito, orina oscura, heces claras o piel y ojos amarillentos. Se debe comunicar inmediatamente al médico o buscar el puesto de primeros auxilios más cercado en caso de que surjan esos síntomas.

El metotrexato también puede causar efectos secundarios graves, como el síndrome de Stevens-Johnson o la necrólisis epidérmica tóxica, caracterizada por la destrucción y descamación grave de la piel.

Este medicamento también puede aumentar el riesgo de infecciones, que pueden ser notados mediante síntomas como fiebre, escalofríos, piel pálida, tos, dificultad para respirar, dolor o sensación de ardor al orinar, dolor de garganta o úlceras en la boca o dolor abdominal, por ejemplo. En estos casos, se debe entrar en contacto con el médico inmediatamente.

Contraindicaciones

El metotrexato no debe ser empleado por personas que tengan alergia al metotrexato o a cualquier componente de la formulación, durante la lactancia, o por personas con el sistema inmunitario comprometido, disfunción grave en hígado o en los riñones y alteraciones en las células sanguíneas como reducción de los niveles de glóbulos blancos, glóbulos rojos y plaquetas.

Asimismo, el metotrexato no debe ser tomado durante el embarazo, pues puede causar defectos graves en el feto. Además, el uso del metotrexato puede causar aborto espontáneo o muerte del bebé. Nunca se debe usar el metotrexato si la mujer está embarazada o si planea un embarazo.