La narcolepsia es una enfermedad crónica neurológica, que se caracteriza por una alteración en el ciclo del sueño, en la cual la persona presenta somnolencia excesiva e incontrolable durante el día, siendo capaz quedarse dormido en cualquier momento, lo cual afecta la vida familiar, laboral y social de la persona.
Las causas de la narcolepsia no se conocen totalmente, sin embargo, se ha propuesto la acción de dos sustancias en el cerebro, hipocretinas y orexinas, que intervienen en el mecanismo del sueño-vigilia, es decir, cuando la persona permanece despierta y dormida, por lo que una alteración en estas sustancias, haría que la persona tenga ganas excesivas de dormir durante el día.
La narcolepsia es una enfermedad crónica, siendo su tratamiento enfocado en los síntomas, por lo que el médico puede prescribir medicamentos estimulantes como el modafinilo, metilfenidato e incluso anfetaminas, además de medidas como siestas y un buena higiene del sueño.
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Síntomas de narcolepsia
El síntoma principal de la narcolepsia es el exceso de sueño durante el día. Sin embargo, como este síntoma es poco específico, el diagnóstico se puede ver retrasado, lo cual genera otros síntomas, como:
- Períodos de sueño intenso durante el día, en los cuales la persona se duerme fácilmente en cualquier lugar, independientemente de la actividad que esté llevando a cabo;
- Debilidad muscular, también llamada cataplexia, en la cual, debido al debilitamiento muscular, la persona puede caerse y no hablar ni moverse, a pesar de estar consciente. La cataplexia es un síntoma específico de la narcolepsia; no obstante, no todas las personas la poseen;
- Alucinaciones auditivas o visuales;
- Parálisis del cuerpo al despertarse, en la que la persona no logra moverse durante algunos minutos. A menudo, los episodios de parálisis del sueño en la narcolepsia duran de 1 a 10 minutos;
- Sueño fragmentado durante la noche, lo que no interfiere en el tiempo total de sueño diario de la persona.
Por ello, ante la presencia de estos síntomas, es importante acudir con un neurólogo o m´medico del sueño para que pueda realizar los estudios necesarios e indicar el tratamiento adecuado.
Principales causas
Las causas de la narcolepsia no están completamente definidas, sin embargo, se ha propuesto la intervención de 2 sustancias cerebrales, la hipocretinas y orexina, las cuales tienen un papel importante en el control del sueño, por lo que una alteración en ellos haría que la persona experimente más sueño durante los períodos en lo que tiene que permanecer despierta.
Otras posibles causas son lesiones en el sistema nervioso, en las áreas que controlan el ciclo sueño-vigilia, tumores cerebrales además de accidentes cerebrovasculares. Vea las principales consecuencias de un AVC.
Cómo se diagnostica
El diagnóstico de la narcolepsia es realizado por el neurólogo y por el médico del sueño de acuerdo con la evaluación de los signos y síntomas presentados por la persona. Asimismo, son realizadas pruebas como polisomnografía y test de latencias múltiples, que estudian la actividad cerebral y los episodios de sueño.
También es indicada la realización del análisis de los niveles de hipocretina para que sea determinada alguna posible relación con los síntomas y así pueda ser confirmado el diagnóstico de la narcolepsia.
Cómo se realiza el tratamiento
El tratamiento de la narcolepsia debe indicarse por el neurólogo, ya que se trata de una enfermedad crónica, el médico puede prescribir medicamentos como el Modafinilo, Ritalin (metilfenidato) o la Dextroanfetamina, que tienen la función de estimular el cerebro de los pacientes para que continúen despiertos. Conozca más sobre las dosis e indicaciones del Ritalin.
Ciertos medicamentos antidepresivos, como fluoxetina, sertalina o protriptilina, pueden ayudar a reducir los episodios de la cataplexia o alucinación. El oxibato de sodio también puede ser prescrito para ciertos pacientes para usarlo durante la noche.
El tratamiento no farmacológico para la narcolepsia es cambiar el estilo de vida, tener una alimentación saludable, evitando comidas pesadas, programar una siesta después de las comidas y evitar ingerir bebidas alcohólicas u otras sustancias que aumenten el sueño.