La nefrectomía consiste en la extracción quirúrgica de un riñón, la cual generalmente está indicada en personas cuyo riñón no funciona de forma correcta, en casos de cáncer de riñón o en situaciones de donación de órganos.
La cirugía de remoción de riñón puede ser radical o parcial, dependiendo de la causa, y puede ser realizada a través de cirugía abierta o por laparoscopia, siendo la recuperación más rápida mediante la última opción.
Dependiendo del tipo de cirugía realizada, la recuperación de la nefrectomía puede tomar alrededor de 6 semanas, debiendo seguirse todas las recomendaciones dadas por el médico que realizó el procedimiento quirúrgico para evitar complicaciones.
Por qué es realizada
La cirugía de remoción de riñón está indicada en las siguientes situaciones:
- Lesiones en el riñón o cuando el órgano deja de funcionar de forma eficiente debido al surgimiento de infecciones, lesiones o determinadas enfermedades;
- Cáncer de riñón, en el que la cirugía es realizada para impedir el crecimiento del tumor, pudiendo ser suficiente una cirugía parcial;
- Donación de riñón para trasplante, cuando la persona pretende donar su riñón a otro individuo.
Dependiendo de la causa que esté originando la necesidad de remoción del riñón, el médico puede optar por realizar una cirugía parcial o total.
Tipos de nefrectomía
La nefrectomía puede ser radical (total) o parcial. La nefrectomía radical consiste en la remoción del riñón en su totalidad, mientras que en la nefrectomía parcial solo es removida una porción de este órgano.
La remoción del riñón, ya sea radical o total, puede ser realizada a través de cirugía abierta, que es cuando el médico realiza una incisión de 12 cm aproximadamente; o por medio de laparoscopia, que es un método en el cual son realizados pequeños orificios que permiten la inserción de instrumentos y de una cámara para la remoción del riñón. Esta técnica es menos invasiva, razón por la cual la recuperación es más rápida.
Cómo prepararse
La preparación para la cirugía debe ser orientada por el médico, el cual generalmente evalúa los medicamentos que la persona toma y da indicaciones con relación a aquellos que deben ser suspendidos antes de la intervención. Asimismo, es necesario eliminar la ingesta de líquidos y alimentos durante un determinado período antes de la cirugía, el cual también debe ser indicado por el médico.
Cómo es la recuperación
La recuperación depende del tipo de intervención realizada; por lo tanto, si la persona es sometida a una cirugía abierta, puede tomar alrededor de 6 semanas para recuperarse, pudiendo tener que permanecer hospitalizado durante aproximadamente 1 semana.
Posibles complicaciones
Tal y como ocurre con otras cirugías, la nefrectomía puede presentar riesgos como lesiones en otros órganos cercanos al riñón, formación de una hernia en la región de la incisión, pérdida de sangre, problemas cardíacos, dificultad respiratoria, reacción alérgica a la anestesia y a otros medicamentos administrados durante la cirugía y formación de trombos.