El nervio vago es el nervio craneal más largo en el organismo, pues se extiende desde el cerebro hasta el abdomen, y a lo largo de su trayecto da origen a varias ramas que inervan diversos órganos cervicales, torácicos y abdominales.
Este nervio ejerce funciones sensitivas y motoras, siendo importante para el mantenimiento de las funciones vitales como la regulación de la frecuencia cardíaca y presión arterial, por ejemplo.
El par de nervios vagos, se localizan en cada lado del cuerpo, son el 10º par de un total de 12 pares craneales que conectan el cerebro con el cuerpo. Como los pares craneales se designan con números romanos, el nervio vago corresponde al X par.
Función del nervio vago
Las funciones del nervio vago son:
- Reflejo de tos, deglución y vómito;
- Contracción de las cuerdas vocales para la producción de la voz;
- Control de la contracción del corazón;
- Disminución de la frecuencia de los latidos cardíacos;
- Movimientos respiratorios y constricción de los bronquios;
- Contracción del sistema linfático;
- Coordinación de los movimientos del esófago e intestino;
- Aumento de la secreción gástrica;
- Producción de sudor, saliva y moco.
Además, el nervio vago comparte algunas de sus funciones con el nervio glosofaríngeo (IX par), especialmente en la zona del cuello, siendo responsables de la sensación gustativa, donde el nervio vago está más relacionado con el sabor agrio y el glosofaríngeo con el amargo.
Ubicación del nervio vago
El nervio vago es el par craneal más grande y tiene origen en la parte de atrás del bulbo raquídeo, una estructura cerebral que conecta al cerebro con la médula espinal, y sale del cerebro por una abertura llamada foramen yugular, descendiendo por el cuello y el tórax hasta terminar en el estómago.
Durante el trayecto del nervio vago este inerva la faringe, laringe, corazón, esófago, pulmón, estómago, páncreas, bazo, riñones, glándulas suprarrenales y el intestino delgado. A través de este nervio, el cerebro detecta cómo se encuentran estos órganos y regula sus funciones.
Posibles alteraciones
Algunas alteraciones que pueden ocurrir del nervio vago son:
1. Parálisis
Una parálisis del nervio vago puede producir dificultades para deglutir y hablar, ronquidos y contracciones en los músculos de la faringe y laringe, así como alteraciones en la presión arterial y latidos cardíacos. Esta parálisis puede ser producida por traumatismos, lesiones en cirugías, compresiones por tumores o por ciertos síndromes neurológicos.
2. Estimulación en exceso del nervio vago
Existen situaciones que provocan la estimulación excesiva del nervio vago, generando una situación llamada síncope vasovagal, en que la persona presenta un mareo intenso o desmayo, ya que este nervio puede provocar un descenso de los latidos cardíacos y de la presión arterial. Este síncope puede ser causado por:
- Exposición al calor;
- Emociones fuertes, como ira;
- Permanecer mucho tiempo de pie;
- Alteraciones de la temperatura;
- Deglutir alimentos muy grandes;
- Estar en una altitud muy elevada;
- Sentir hambre, dolor u otras experiencias desagradables.
La estimulación del nervio vago también puede producirse a través de un masaje en la región lateral del cuello. A veces, la maniobra vagal es realizada por los médico en caso de emergencia para normalizar una arritmia cardíaca. Vea qué es el síncope vasovagal y por qué puede ocurrir.
Síntomas de nervio vago
Cuando hay alteraciones en el nervio vago, pueden surgir algunos síntomas, que incluyen: náuseas y vómitos; cambios en la frecuencia cardíaca, presión arterial o azúcar en la sangre; pérdida del apetito y sensación de llenura y, como consecuencia pérdida de peso; mareos o desmayos; pérdida de la voz o ronquidos; dolor e hinchazón abdominal y/o reflujo gastroesofágico.
Por este motivo, en caso presente estos síntomas, lo ideal es consultar un médico general para que realice una evaluación para saber cuál es la posible causa y, en caso de ser necesario, indique el tratamiento adecuado.
Qué es la estimulación del nervio vago
La estimulación del nervio vago se realiza a través de la implantación de un pequeño aparato por debajo de la piel, específicamente en el pecho, el cual es conectado con un cable al nervio y por el cual se transmiten impulsos eléctricos que estimulan el nervio vago izquierdo hasta el cerebro, de manera de calmar la actividad eléctrica irregular en el cerebro.
Actualmente, la estimulación puede ser usada en el tratamiento de la epilepsia y está siendo estudiada para tratar el dolor, la enfermedad inflamatoria intestinal y el trastorno de estrés postraumático, por ejemplo.