Neumonía por aspiración: qué es, síntomas y tratamiento

La neumonía por aspiración es una infección pulmonar provocada por la aspiración o inhalación de líquidos o partículas que provenían de la boca o del estómago, alcanzando las vías respiratorias, y dando lugar a la aparición de algunos signos y síntomas como tos, sensación de falta de aire y dificultad para respirar, por ejemplo.

Este tipo de neumonía suele estar asociada a trastornos de la deglución, por lo que se presenta con mayor frecuencia en bebés, personas mayores y personas que respiran con la ayuda de dispositivos.

Es importante que el diagnóstico y tratamiento de la neumonía por aspiración se inicie rápidamente para prevenir complicaciones, ya que este tipo de neumonía es más común en personas que tienen un sistema inmunitario más frágil.

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Principales síntomas

Los síntomas de la neumonía por aspiración generalmente incluyen:

  • Fiebre por encima de los 38 ºC;
  • Tos con flema, que muchas veces posee mal olor;
  • Sensación de falta de aire;
  • Dificultad para respirar;
  • Dolor en el tórax;
  • Cansancio fácil. 

Los síntomas de la neumonía en bebés pueden ser diferentes, manifestándose principalmente a través del llanto excesivo y la disminución del apetito. En el caso de personas mayores, puede haber también confusión mental y disminución de la fuerza muscular, además de poder o no haber fiebre en ciertos casos. 

Principales causas

La neumonía por aspiración es más común en personas que tienen dificultad para tragar, pudiendo ocurrir en algunas situaciones, que incluyen:

  • Respiración con la ayuda de dispositivos;
  • ACV;
  • Pérdida del conocimiento debido a medicamentos o anestesia;
  • Reflujo;
  • Atragantamiento con vómitos;
  • Malformaciones del esófago;
  • Después de procedimientos diagnósticos o quirúrgicos dentales, digestivos o respiratorios.

Este tipo de neumonía puede ocurrir con mayor frecuencia en bebés y personas mayores, siendo importante identificar la causa de la neumonía para poder iniciar el tratamiento más adecuado.

Cómo se realiza el diagnóstico

El diagnóstico de neumonía por aspiración lo realiza el neumólogo o médico general con base en la evaluación de los signos y síntomas que presenta la persona y el historial de salud. Además, para confirmar la neumonía y la causa, se pueden realizar pruebas de imagen, como radiografías de tórax y ecografías abdominales, en algunos casos, análisis de sangre, como hemogramas, y análisis microbiológicos de esputo.

También puede estar indicada la evaluación de la saturación de oxígeno, que evalúa la cantidad de oxígeno circulante en la sangre. Ver más sobre la saturación de oxígeno.

Neumonía por aspiración en bebés

La neumonía por aspiración en el bebé es una de las principales infecciones en los pulmones en niños menores de 1 año de edad, puesto que es común que el bebé se atragante o coloque objetos pequeños en la boca, los cuales pueden desplazarse hasta los pulmones. Generalmente, esta neumonía es causada por ahogamiento con vómito, pudiendo ocurrir cuando el bebé tiene malformaciones del esófago, como atresia o cuando regurgita en posición boca arriba. 

El tratamiento para la neumonía por aspiración en el bebé debe ser realizado de acuerdo a la orientación del pediatra, pudiendo llevarse a cabo en casa mediante el uso de jarabes antibióticos, sin embargo, en ciertos casos, puede ser necesaria la hospitalización, dependiendo de la gravedad de la enfermedad. 

Cómo es realizado el tratamiento

El tratamiento de la neumonía por aspiración debe ser realizado de acuerdo a las indicaciones del neumólogo; generalmente dura alrededor de 1 a 2 semanas y puede realizarse en casa mediante el uso de antibióticos como ceftriaxona, levofloxacino o ampicilina/sulbactam, y puede combinarse con clindamicina en casos más graves. No obstante, dependiendo de la gravedad de la enfermedad y del estado de salud del paciente, puede ser necesaria la hospitalización. 

Durante el tratamiento, el paciente siempre debe cepillar los dientes para mantener la boca limpia y debe eliminar la sensación de carraspera en la garganta, pues estas son excelentes formas de impedir el desplazamiento de bacterias de la boca hacia los pulmones. 

En el caso de las personas mayores, además del tratamiento de la neumonía por aspiración, es importante evitar que el problema que ocasionó la neumonía vuelva a ocurrir. Para esto, pueden utilizarse técnicas como ingerir alimentos sólidos en pequeñas cantidades y tomar gelatina en vez de agua. 

Luego del tratamiento, puede recomendarse realizar una radiografía de tórax para confirmar que no haya líquido en los pulmones, así como evitar zonas con mucha contaminación, recibir la vacuna antineumocócica y evaluar medidas que prevengan una nueva aspiración para, de esta forma, evitar la recidiva de la neumonía. Vea cómo se realiza el tratamiento para la neumonía.

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