La neumonitis es la inflamación de los pulmones, los bronquiolos y los alvéolos pulmonares, que son estructuras responsables del intercambio de gases, permitiendo captar oxígeno y liberar dióxido de carbono a través de la respiración. Esta inflamación dificulta el flujo de aire y la respiración, causando síntomas como tos, dificultad para respirar o fiebre.
La neumonitis puede surgir en uno o en ambos pulmones, debido a reacciones alérgicas causadas por el contacto con polvo, moho o medicamentos, como la quimioterapia para el tratamiento del cáncer. Además, la neumonitis puede ser causada por microorganismos, como virus o bacterias, en cuyo caso se denomina neumonía.
El tratamiento de la neumonitis, también conocida como neumonitis por hipersensibilidad, debe ser realizado por un médico general o neumólogo, y varía según su causa, pudiendo indicarse evitar el contacto con la sustancia responsable de la alergia, además del uso de medicamentos corticoides u oxigenoterapia, por ejemplo.
Síntomas de neumonitis
Los principales síntomas de la neumonitis son:
- Tos;
- Falta de aire;
- Fiebre;
- Pérdida de peso sin causa aparente;
- Dificultad para respirar;
- Aumento de la frecuencia respiratoria, conocida como taquipnea;
- Cansancio excesivo;
- Pérdida del apetito;
- Pérdida de peso sin motivo aparente.
En presencia de síntomas de neumonitis, es importante consultar al médico general o al neumólogo para que se diagnostique, identifique su causa y se indique el tratamiento más adecuado.
Cómo confirmar el diagnóstico
El diagnóstico de la neumonitis es realizado por el médico general o neumólogo a través de la evaluación clínica, análisis de los síntomas, historial de salud, hábitos de vida y examen físico al solicitar a la persona que inspire y espire, mientras escucha los pulmones con un estetoscopio, para verificar si existen ruidos producidos durante la respiración.
Además, el médico debe solicitar algunos exámenes, como por ejemplo radiografía de tórax, tomografía computarizada, y exámenes de laboratorio que evalúan la función pulmonar, como la espirometría, y la dosificación de algunos anticuerpos en la sangre.
Otros exámenes que pueden ser solicitados por el médico son la biopsia pulmonar y la broncoscopia para aclarar dudas y concluir el diagnóstico. Sepa cómo se realiza la broncoscopia.
Posibles causas
La neumonitis es causada por el contacto con sustancias irritantes para el pulmón, causando una respuesta alérgica exagerada del sistema inmunológico, resultando en la inflamación de las estructuras del pulmón.
Algunos factores pueden aumentar el riesgo de desarrollo de la neumonitis, como:
- Trabajar en ambientes agrícolas, principalmente en la ganadería, pues frecuentemente ocurre la exposición a pesticidas;
- Trabajar con aves, como en el caso de veterinarios o avicultores;
- Exposición frecuente a excrementos de palomas;
- Inhalación de partículas de polvo;
- Exposición indirecta a ropa de cama o edredones con plumas de pájaros;
- Exposición al hongo Mycobacterium avium;
- Trabajar en la producción de queso, champiñones, cebada o malta.
Además, la neumonitis puede surgir debido al uso de medicamentos antibióticos o quimioterapia, o aún radioterapia en la región del tórax, para el tratamiento del cáncer de mama o de pulmón, por ejemplo.
La neumonitis también puede ser causada por la inhalación de aire contaminado con partículas de moho, especialmente en trabajadores que cosechan granos, café o heno, residuos de caña de azúcar, corcho mohoso o salvado de trigo infectado, además del uso de humidificadores en casa contaminados con moho o aire acondicionado sucio, por ejemplo.
¿Cuál es la diferencia entre neumonitis y neumonía?
La neumonía es un tipo de neumonitis, pues también es una inflamación del pulmón. Sin embargo, la neumonía es causada por una infección por virus, bacterias o hongos, mientras que la neumonitis es una reacción alérgica que causa inflamación en el pulmón debido al contacto con sustancias químicas, polvo o moho, por ejemplo.
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La neumonitis puede clasificarse de acuerdo con su causa en varios tipos, como por ejemplo:
- Neumonitis química, cuya causa es la inhalación de polvo, sustancias tóxicas o contaminadas y agentes químicos utilizados en la producción de caucho sintético y materiales de embalaje, por ejemplo;
- Neumonitis infecciosa, que es causada por microorganismos, como hongos debido a la inhalación de moho, o de bacterias y protozoos;
- Neumonitis lúpica, que ocurre debido a enfermedades autoinmunes, siendo este tipo más raro;
- Neumonitis intersticial, que también recibe el nombre de síndrome de Hamman-Rich, que es una enfermedad rara de causa desconocida y que puede llevar a la insuficiencia respiratoria.
El tipo de neumonitis es identificado por el médico durante la evaluación de los síntomas y hábitos de vida, así como los exámenes de diagnóstico.
Cómo se realiza el tratamiento
El tratamiento de la neumonitis debe ser realizado con la orientación del médico general o neumólogo, con el objetivo de disminuir la exposición de la persona a los agentes causantes de la enfermedad, siendo indicado el alejamiento del trabajo en algunos casos.
En el caso de neumonitis infecciosa, puede indicarse el uso de antibióticos, antifúngicos o antiparasitarios de acuerdo con el agente infeccioso aislado.
En algunos casos la enfermedad remite dentro de horas, tras alejarse de los agentes causantes, aunque la cura solo llega después de algunas semanas. Es común que, incluso después de la cura de la enfermedad, el paciente sienta falta de aire al realizar esfuerzos físicos, debido a la fibrosis pulmonar que puede instalarse.
En los casos más graves, puede ser necesario el internamiento hospitalario para recibir oxígeno y medicamentos corticoides que controlan la reacción alérgica. Sepa cómo es realizado el tratamiento con oxigenoterapia.