Qué es:
El dolor en la costilla, llamado científicamente neuritis intercostal, es un síntoma muy común que puede presentarse generalmente después del 2º trimestre de embarazo debido a la inflamación de los nervios de esta región, produciendo síntomas como espasmos musculares o sensación de hormigueo en la piel.
Estos síntomas puede presentarse como consecuencia de las alteraciones hormonales del embarazo, aumento del útero o debido a una postura inadecuada e infección, ya que pueden causar inflamación en los músculos intercostales o favorecer la compresión de los nervios presentes en la zona.
En caso de dolor frecuente en la costilla durante el embarazo, es importante acudir con el médico para que realice una exploración física e identifique la causa de dolor para poder indicar el tratamiento adecuado. No se recomienda la automedicación, ya que cualquier tratamiento sin orientación médica durante el embarazo puede ocasionar complicaciones en el bebé y en la mujer. Conozca los principales medicamentos prohibidos durante el embarazo.
Principales síntomas
El principal síntoma de la neuralgia intercostal en el embarazo es el dolor, con las siguientes características:
- Es intenso y se localiza en la región de las costillas o el pecho;
- Se irradia a la región por debajo de las costillas, los hombros o el estómago;
- Se mantiene incluso durante el reposo;
- Empeora al hacer movimientos repentinos como girar el cuerpo o levantar objetos.
También pueden surgir otros síntomas como por ejemplo sudoración frecuente, espasmos musculares, fiebre y sensación de hormigueo en la piel. Debido a los síntomas, la mujer puede confundir la neuralgia con problemas cardíacos, lo que puede aumentar los niveles de estrés.
Por lo tanto, se aconseja consultar rápidamente el obstetra para realizar exámenes de diagnóstico como radiografía, si es necesario, para identificar el problema e iniciar el tratamiento.
Causas de neuritis intercostal
La neuritis intercostal ocurre debido a que los cambios hormonales propios de la gestación hacen que el organismo comience a acumular más líquido, provocando una hinchazón que comprime los nervios. Además, el aumento del útero, hace que el diafragma suba y el volumen del tórax disminuya durante la respiración, reduciendo el espacio entre las costillas, lo que comprime aún más los nervios que se encuentran en estos espacios provocando dolor intenso.
Sin embargo, este dolor también puede ser causado por cambios en la postura, falta de vitamina B en el organismo o infecciones por virus como el herpes, por ejemplo, por lo que se aconseja consultar al obstetra para identificar el problema correcto e iniciar el tratamiento adecuado.
Cómo tratar
Durante el embarazo, el uso de antiinflamatorios y analgésicos sin indicación médica está completamente contraindicado, ya que pueden perjudicar el desarrollo del bebé. Por lo que, para aliviar el dolor, se recomienda tomar las siguientes medidas:
- Mantenerse en reposo, siempre que sea posible, permaneciendo acostada en una superficie dura como una mesa o un colchón rígido, pues esto evita el movimiento de las costillas;
- Usar una faja de maternidad, siempre bajo el conocimiento del obstetra;
- Aplicar compresas calientes sobre las costillas, pues esto permite relajar los músculos y evitar que presionen los nervios intercostales;
- Realizar terapias alternativas como yoga o acupuntura, ya que favorecen el alivio de los síntomas de neuralgia en algunas mujeres embarazadas.
En caso de que el dolor en las costillas esté siendo provocado por alguna causa específica, como falta de vitaminas o infecciones virales, el obstetra recetará los medicamentos necesarios, que pueden incluir la ingesta de complejo de vitamina B para suplir la falta de vitaminas o un antiviral para combatir la infección, por ejemplo. Conozca las vitaminas recomendadas para las embarazadas.