La nutrición enteral (NE) es un tipo de alimentación que permite administrar todos los nutrientes o parte de ellos a través del tracto gastrointestinal cuando un individuo no puede consumir una dieta normal, ya sea porque es necesario ingerir más calorías, porque hay pérdida de nutrientes o porque es necesario que el sistema digestivo permanezca en reposo.
Este tipo de alimentación se suministra a través de un tubo llamado sonda, el cual puede colocarse desde la nariz o la boca hasta el estómago o hasta el intestino, su colocación dependerá de la enfermedad, el estado general del individuo, la duración del soporte, de los factores condicionantes y del objetivo que se pretende.
Otra forma de suministrar la NE es a través de ostomías, que son un tubo directamente sobre la piel a nivel del estómago o del intestino, siendo indicada cuando este tipo de alimentación será administrada por un período mayor a 4 semanas, como en el caso de un individuo con alzheimer en etapa avanzada, por ejemplo. Conozca qué es la gastrostomía.
Tipos de nutrición enteral
Existen varias formas de suministrar la nutrición enteral a través de una sonda, estas son:
La alimentación puede suministrarse por bolo a través de una jeringa o por gravedad; por infusión intermitente donde se administra por gravedad o bomba de infusión, a intervalos de 3 a 4 horas, y cuya duración dependerá de cada individuo y; alimentación por infusión continua, donde se administra la fórmula durante todo el día a un ritmo o velocidad continua a través de una bomba de infusión.
Esta bomba imita los movimientos intestinales, haciendo que la alimentación sea mejor tolerada, sobretodo si la sonda se encuentra a nivel intestinal.
Cuándo se indica
La nutrición enteral se considera en aquellos individuos que necesitan más calorías y estas no pueden ser suministradas por la dieta habitual o cuando por alguna enfermedad no pueden consumir las calorías que su organismo necesita por vía oral, siempre y cuando el intestino esté funcionando correctamente, como ocurre en las condiciones a continuación:
- Prematuros con menos de 24 semanas;
- Síndrome de dificultad respiratoria;
- Malformaciones del tracto gastrointestinal;
- Cuando el individuo sufrió de un traumatismo en la cabeza durante un accidente;
- Síndrome de intestino corto;
- Pancreatitis aguda en fase de recuperación y fístulas enterocutáneas;
- Individuos que sufrieron quemaduras o esofagitis cáustica
- Diarrea crónica y enfermedad inflamatoria intestinal;
- Síndrome de malabsorción;
- Desnutrición grave;
- En trastornos de la conducta alimentaria como la anorexia nerviosa.
Además de esto, también puede utilizarse como transición entre la nutrición parenteral, que es aquella que se coloca directamente en la vena, y una alimentación por vía oral.
Cómo alimentar una persona con nutrición enteral
La alimentación y la cantidad a suministrar dependerá de diversos factores como la edad, el estado nutricional, requerimientos nutricionales, la enfermedad y la capacidad funcional del tracto gastrointestinal. Por lo general se inicia con un volumen bajo de 20 mL/hora y se va incrementando progresivamente según la tolerancia de la persona.
Los nutrientes pueden darse a través de una dieta licuada o a través de fórmulas enterales, esto dependerá de la condición de la persona, por lo que deberá ser indicado por un nutricionista clínico.
1. Dieta licuada o artesanal
Es posible administrar a través de la sonda nasogástrica una dieta líquida preparada en casa, la cual podrá incluir vegetales, tubérculos, carnes bajas en grasa y frutas, debidamente licuadas y coladas para retirarle el exceso de fibra. La cantidad y los horarios en que será administrada la dieta deberá ser indicado por el nutricionista.
Además de la dieta licuada, el nutricionista también podrá considerar suplementar esta dieta con una fórmula enteral para garantizar el aporte de todos los nutrientes, previniendo así el desarrollo de desnutrición o mejorándolo en caso ya exista, facilitando la cicatrización y la recuperación del individuo.
Este tipo de alimentación puede causar mayor riesgo de contaminación bacteriana, puede limitar la absorción de nutrientes, es difícil de suministrar a través de una bomba y también pueden causar obstrucción de la sonda.
2. Fórmulas enterales
Existen diversas fórmulas que permiten suministrar los nutrientes que el individuo necesita a través de la sonda, para cubrir las calorías que este necesita durante el día. Estas fórmulas se clasifican en:
- Poliméricas: estas fórmulas poseen todos los nutrientes incluyendo proteínas, carbohidratos, grasas, vitaminas y minerales. Algunos ejemplos son: Ensure, Pediasure, Enterex, Jevity. Vea qué son las dietas poliméricas, tipos y cómo prepararlas.
- Semielementales, oligoméricas o semihidrolizadas: son fórmulas cuyos nutrientes se encuentran predigeridos, siendo más fáciles de absorber a nivel intestinal además de contener vitaminas y minerales. Algunos ejemplos son: Alitraq, Peptijunior, Alfaré, Nutramigen.
- Elementales o hidrolizadas: poseen todos los nutrientes en su composición más simple y su absorción a nivel intestinal es mucho mayor. Algunos ejemplos son: Inmunex, Neocate, Alfamino, Blemil plus elemental.
- Modulares: son fórmulas que sólo contienen un macronutriente ya sea sólo proteínas, carbohidratos o grasas. Estas son utilizadas para aumentar la cantidad de proteína o de calorías en la alimentación o de otra fórmula enteral. Pueden agregarse en sopas, jugos, por ejemplo. Algunos son protifar, proteinex, fantomalt, microlipid, lipomul, entre otros.
Además de esto, existen algunas fórmulas especiales cuya composición es adaptada para diversas enfermedades como diabetes, enfermedades hepáticas, renales y pulmonares. Algunos ejemplos son: Glucerna, Enterex diabetico, Enterex renal, Pulmocare.
Posibles complicaciones
Durante la alimentación enteral pueden surgir algunos complicaciones, sin embargo, la mayoría se pueden evitar o corregir. Estas complicaciones podrían ser mecánicas como obstrucción de la sonda, neumonía por aspiración, broncoaspiración, ruptura gástrica, fístula traqueoesofágica o estenosis del píloro, por ejemplo.
También pueden surgir complicaciones metabólicas como deshidratación, déficit de vitaminas y minerales, aumento del azúcar en la sangre o desequilibrios en los electrolitos como sodio, potasio, cloro. Esto puede ocurrir en individuos que posean pérdidas de líquidos a través de diarreas, vómitos o fístulas, o debido a que no se le suministra la cantidad de líquidos y de nutrientes que el individuo necesita.
Además de esto, también podrían surgir otras complicaciones como estreñimiento o diarrea, distensión abdominal, reflujo, náuseas, vómitos e infecciones nasales y faríngeas.
Contraindicaciones
La nutrición enteral está contraindicada en pacientes con riesgo de broncoaspiración alto, es decir, que el líquido del estómago pueda entrar en los pulmones.
Asimismo, también debe evitarse en individuos que se encuentren descompensados o inestables, que posean una diarrea intratable, obstrucción intestinal, vómitos que no puedan contenerse, hemorragias a nivel del esófago u estómago, enterocolitis necrotizante, pancreatitis aguda grave con necrosis y en casos donde existe una atresia intestinal, en estos casos es probable que el médico o el nutricionista clínico indique el uso de nutrición parenteral.
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