Los ojos rojos pueden surgir por un quiste en el ojo o alergia a cremas o maquillaje, causando irritación en los ojos, pero también puede surgir debido a inflamación o infecciones en el ojo, como en la conjuntivitis, blefaritis, uveítis o herpes ocular, e incluso cáncer por ejemplo.
Dependiendo de la causa, los ojos rojos pueden acompañarse de otros síntomas, como dolor o malestar, lagrimeo excesivo, aumento de la sensibilidad a la luz, legañas, hinchazón, sensación de ardor o disminución de la capacidad visual.
Es importante consultar al oftalmólogo siempre que haya ojos rojos para que se realice una evaluación y se identifique la causa, y de esta forma, se indique el tratamiento adecuado, el cual puede hacerse con el uso de colirios, lágrimas artificiales, pomadas oftálmicas o, en algunos casos, cirugía.
Principales causas de ojos rojos
Algunas situaciones comunes y enfermedades oculares que pueden causar ojos rojos son:
1. Cuerpo extraño en el ojo
Cuando una basurita, grano de arena o pestañas entra en contacto con la superficie del ojo, es normal que se irrite y se enrojezca, causando mucha incomodidad.
Qué hacer: En este caso, se debe lavar bien los ojos con suero fisiológico o utilizar lagrimas artificiales que se compran en la farmacia, para ayudar a eliminar el cuerpo extraño, aliviar el dolor y el malestar. Es importante no frotarse los ojos o tocar con los dedos el globo ocular, pues pueden transmitirse microorganismos que pueden facilitar el surgimiento de una infección.
2. Alergia a las cremas o al maquillaje
Algunas personas son más alérgicas que otras, por lo que el uso de cremas en el rostro puede causar enrojecimiento, irritación y lagrimeo. También puede ocurrir cuando se utiliza maquillaje, especialmente cuando no es hipoalergénico o que ya ha transcurrido el plazo de validez.
Las sombras, delineador y mascara de pestañas son los productos de maquillaje que más pueden dejar los ojos rojos e irritados. El filtro solar para el cuerpo no debe ser utilizado en la cara porque puede causar alergia en algunas personas, por lo que lo ideal es sólo usar el filtro solar facial en toda la cara, pero teniendo cuidado de no aplicarlo cerca de los ojos.
Qué hacer: Se debe lavar el rostro con agua fría y remover completamente los vestigios de crema y maquillaje, también se puede aplicar suero fisiológico en los ojos manteniéndolos cerrados durante algunos minutos. Otra opción es colocarse una compresa fría para ayudar a deshinchar el ojo y calmar la irritación.
3. Arañazos en la córnea o conjuntiva
El arañazo en la córnea o conjuntiva es una situación muy común, que puede causar ojos rojos e irritación. Esto puede ocurrir por un golpe en el ojo, durante un juego deportivo, ser atacado por un gato, por ejemplo, pero también puede ser una complicación de cuando entra alguna basurita o arena en el ojo.
Qué hacer: para disminuir el malestar, se recomienda permanecer con el ojo cerrado y esperar un momento hasta abrir el ojo lentamente. Además, aplicar una compresa fría sobre los ojos por algunos minutos y utilizar lentes de sol para proteger el ojo de los rayos solares también puede ayudar.
De todos modos, cuando se sospecha un arañazo en el ojo, es muy importante ir al oftalmólogo para verificar si hay alguna alteración que necesite un tratamiento más apropiado. Conozca qué es el síndrome de ojo seco y su tratamiento.
4. Síndrome de ojo seco
Personas que trabajan muchas horas en frente de la computadora, que pasan horas viendo televisión o usando la tablet o el celular durante mucho tiempo, tienen más probabilidades de sufrir del síndrome de ojo seco, que es una alteración que puede causar irritación y enrojecimiento de los ojos, especialmente al final del día, debido a la disminución de la cantidad de lagrimas producidas.
Qué hacer: para aliviar los síntomas de este síndrome, la recomendación es intentar pestañear los ojos más veces, además de colocar unas gotas de colirio o lagrimas artificiales en los ojos varias veces al día, siempre que sienta que el ojo está seco e irritado.
5. Conjuntivitis
La conjuntivitis es la inflamación de la membrana que cubre los párpados y la superficie del ojo y, en este caso, además del enrojecimiento de los ojos, otros síntomas que pueden surgir son dolor, sensibilidad a la luz, comezón y lagañas amarillas. La conjuntivitis puede afectar uno o ambos ojos.
Esta inflamación normalmente es causada por virus o a algún tipo de bacteria, pero también puede ocurrir debido a algún tipo de alergia.
Qué hacer: si se sospecha conjuntivitis, siempre es importante consultar al oftalmólogo para identificar la causa e iniciar el tratamiento más adecuado, que puede incluir el uso de antibióticos, gotas para los ojos antialérgicos o solo lágrimas artificiales. Además, se deben mantener los ojos limpios y libres de secreciones. Conozca más detalles sobre el tratamiento de la conjuntivitis.
Dependiendo de la causa, la conjuntivitis es una infección que puede transmitirse fácilmente a otros. Por lo tanto, se recomienda lavarse las manos regularmente con agua y jabón, especialmente después de limpiarse los ojos o entrar en contacto con secreciones.
6. Blefaritis
La Blefaritis es una inflamación de los párpados que causa irritación y enrojecimiento de los ojos, demás de la presencia de pequeñas costras que pueden dificultar la abertura de los ojos al despertar. Esta es una alteración común y su tratamiento puede demorar, especialmente cuando es causado por una alteración en las glándulas de Meibomio.
Qué hacer: el tratamiento de la blefaritis consiste en mantener los ojos siempre debidamente limpios y por esto puede que sea necesario lavar el rostro con un champú neutro de niños, para que no causar ardor en los ojos, y después aplicar una compresa tibia. Sin embargo, lo ideal es que la blefaritis siempre sea evaluada por un oftalmólogo, ya que también puede ser un signo de una infección bacteriana, que necesita un tratamiento más específico. Conozca más sobre la blefaritis y cómo tratarla.
7. Uveítis
La uveítis es la inflamación de la úvea, que es la capa vascular del ojo, esto puede provocar síntomas muy similares a la conjuntivitis, como enrojecimiento, sensibilidad a la luz, lagañas y dolor en los ojos.
Sin embargo, la uveítis es mucho menos frecuente que la conjuntivitis y, ocurre principalmente en personas con otras enfermedades asociadas, especialmente enfermedades autoinmunes, como la artritis reumatoide o la enfermedad de Behçet, así como enfermedades infecciosas como la toxoplasmosis, la sífilis o el SIDA. Conozca más sobre las causas y síntomas de la uveítis.
Qué hacer: se debe consultar a un oftalmólogo para confirmar el diagnóstico e iniciar el tratamiento, que generalmente consiste en reducir la inflamación y la formación de cicatrices a través de colirios con propiedades antiinflamatorias y corticoides.
8. Queratitis
La queratitis es una inflamación que afecta la córnea, es decir la parte más externa del ojo, ocurriendo principalmente en personas que utilizan lentes de contacto de manera incorrecta, pues esto favorece el crecimiento y desarrollo de hongos y bacterias.
Los síntomas más comunes de queratitis incluyen, además de nu enrojecimiento de lo ojos, visión borrosa, producción excesiva de lágrimas y dificultad para abrir el ojo. Vea otros síntomas y cómo se realiza el tratamiento de la queratitis.
Qué hacer: se debe consultar a un oftalmólogo para confirmar el diagnóstico, identificar la causa e iniciar el tratamiento más adecuado, que puede incluir el uso de colirios o pomadas antifúngicas o antibióticas, por ejemplo.
9. Glaucoma
El glaucoma es una enfermedad ocular causada, la mayoría de las veces, por el aumento de la presión dentro del ojo y puede ir empeorando progresivamente durante varios meses o años. Existen ciertos tipos de glaucoma que pueden causar enrojecimiento del ojo, los cuales, generalmente, son glaucomas secundarios a retinopatía diabética o enfermedades de carácter inflamatorio.
El glaucoma es más común en personas mayores de 40 años, que tienen antecedentes familiares de la enfermedad y que tienen otras enfermedades asociadas.
Qué hacer: lo ideal es identificar el glaucoma en su fase inicial antes de que cause síntomas, ya que el tratamiento es más fácil y hay menos riesgo de que surjan complicaciones, como la ceguera. Por este motivo, es importante acudir periódicamente al oftalmólogo para que realice una evaluación.
Si se confirma el diagnóstico, el tratamiento se puede realizar con colirios oftálmicos especiales que ayudan a reducir la presión dentro del ojo.
Obtenga más información sobre cómo se realiza el tratamiento para el glaucoma.
10. Derrame ocular
El derrame ocular, también conocido como hemorragia subconjuntival o hiposfagma, es un sangrado en el ojo que ocurre cuando los vasos sanguíneos superficiales de la conjuntiva se rompen, causando el surgimiento de una mancha roja en la parte blanca del ojo, con aspecto de sangre viva.
El derrame ocular puede ser causado por traumas en el ojo, como frotarse los ojos cuando se tiene un cuerpo extraño o cuando se tiene lentes de contacto, pero también puede ocurrir debido al uso de medicamentos anticoagulantes o hasta problemas de salud como diabetes o presión alta.
Qué hacer: se debe consultar al oftalmólogo para que realice una evaluación y, de esta forma se confirme el diagnóstico del derrame ocular y se indique el tratamiento adecuado que puede hacerse con compresas de agua fría en ojo afectado por 5 a 10 minutos, 2 a 3 veces al día, lágrimas artificiales o colirios con corticoides. Vea cómo se realiza el tratamiento del derrame ocular.
11. Herpes ocular
El herpes ocular es una infección causada por el virus del herpes simple pudiendo lesionar uno o ambos ojos y causar el surgimiento de síntomas semejantes a los de la conjuntivitis, como ojo hinchado y enrojecido, lagrimeo excesivo, comezón o irritación.
Además, otros síntomas pueden estar presentes, como visión borrosa, ampollas o úlceras cercanas al ojo enrojecidas con contenido líquido, u ojos rojos y con legañas. Vea otras causas de legañas en los ojos.
El herpes ocular es contagiosa y puede ser fácilmente contagiado de persona a persona a través del contacto de la piel con las ampollas con contenido líquido del herpes ocular, o incluso con el contacto con el líquido de las ampollas del herpes en los labios, cuando se toca la ampolla y después se lleva las manos a los ojos.
Qué hacer: se debe consultar al oftalmólogo lo antes posible para iniciar el tratamiento y evitar complicaciones, como ceguera. Generalmente, el médico puede indicar el uso de pomadas oftalmológicas o colirios antivirales o corticoides, antivirales orales o antibióticos. Conozca cómo se realiza el tratamiento del herpes ocular.
12. Triquiasis
La triquiasis es el crecimiento de las pestañas hacia adentro del párpado, pudiendo causar irritación e inflamación en la córnea o conjuntiva, causando síntomas como ojos rojos, hinchazón, irritación, dolor o malestar en los ojos, o incluso visión borrosa.
La triquiasis puede surgir debido a blefaritis crónica, queratoconjuntivitis vernal, meibomitis, eccema, herpes zóster, quemadura en los ojos, traumas o cirugías en los párpados, síndrome de Stevens-Johnson o incluso tumor en el párpado, por ejemplo.
Qué hacer: el tratamiento debe debe hacerse con la orientación del oftalmólogo, después de la mejoría de la inflamación y generalmente se realiza con cirugía, que se realiza con la destrucción permanente de las pestañas con láser, electrólisis, depilación por radiofrecuencia o remoción del folículo piloso, por ejemplo.
13. Retinoblastoma
El retinoblastoma es un tipo raro de cáncer que puede presentarse en uno o ambos ojos y ocurre con más frecuencia en niños.
Este tipo de cáncer puede identificarse fácilmente a través del tamiz oftalmológico al nacer o en la primera consulta con el pediatra, y tiene como principales síntomas: enrojecimiento del ojo, estrabismo, dificultad para enfocar, además de la presencia de una mancha blanca en el ojo.
Qué hacer: el tratamiento varía de acuerdo al grado de la enfermedad, pudiendo realizarse con láser o la aplicación de frío local para destruir el tumor o la realización de quimioterapia en los casos más graves.
Cuándo acudir al médico
Es importante acudir al médico o al hospital cuando el enrojecimiento de los ojos es frecuente y no desaparece con el tiempo, ya que también puede indicar compromiso cerebral o cambios oculares graves. Por lo tanto, se recomienda acudir al hospital cuando:
- Los ojos están rojos como consecuencia de una posible perforación;
- Dolor de cabeza y visión borrosa;
- Confusión mental, es decir, cuando el individuo no sabe dónde está o quién es;
- Náuseas y vómitos;
- Los ojos están muy rojos desde hace 5 días;
- Tiene sospecha de algún objeto en el ojo;
- Tiene una secreción amarilla o verdosa saliendo de uno de los dos ojos.
En estos casos, es importante que la persona sea evaluada por un oftalmólogo, para que indique la realización de exámenes que permitan identificar la causa de estos síntomas e iniciar el tratamiento más adecuado.