La osteomielitis es una infección grave del hueso causada por bacterias como S. aureus, micobacterias o hongos, lo que provoca síntomas como dolor óseo, enrojecimiento, hinchazón, calor en la zona afectada o fiebre.
Esta condición puede originarse debido a un corte profundo, una fractura o la colocación de una prótesis, por ejemplo, permitiendo que los microorganismos lleguen al hueso a través del torrente sanguíneo o por contacto directo con el hueso.
El tratamiento de la osteomielitis lo lleva a cabo un ortopedista o un médico general e incluye el uso de antibióticos para eliminar la infección. En los casos más graves, se puede recomendar una cirugía para retirar los tejidos muertos y facilitar la recuperación.
Síntomas de osteomielitis
Los principales síntomas de osteomielitis son:
- Dolor en el hueso;
- Hinchazón, enrojecimiento y calor en el área afectada;
- Fiebre o escalofríos;
- Cansancio excesivo;
- Absceso o fístula en la piel.
Además, en los casos más graves, es posible que haya destrucción ósea y necrosis local.
Por ello, ante la presencia de signos y síntomas que puedan indicar osteomielitis, es importante consultar al médico general u ortopedista, ya que de esta forma es posible que se realice el tratamiento más adecuado.
Lea también: Dolor de huesos: 12 causas (y qué hacer) tuasaude.com/es/dolor-de-huesosCómo se realiza el diagnóstico
El diagnóstico de la osteomielitis lo realiza el ortopedista o el médico general a través de la evaluación de los síntomas, historial de salud, cirugías, infecciones o traumas recientes y examen físico.
Además, el médico puede solicitar exámenes de laboratorio, como hemograma completo, VSG y dosificación de proteína C reactiva (PCR), además de hemocultivo en los casos de osteomielitis hematógena.
Otros exámenes son los de imagen, como radiografías, tomografía computarizada, resonancia magnética, gammagrafía ósea o PET-scan, que ayudan a identificar la gravedad y extensión de la infección.
El médico también puede realizar una biopsia del hueso para identificar el tipo de osteomielitis y el microorganismo causante de la infección, lo que permite indicar el mejor antibiótico.
Lea también: Biopsia: qué es, para qué sirve y cómo se hace tuasaude.com/es/biopsia¿La osteomielitis es cáncer en el hueso?
La osteomielitis no es cáncer en el hueso, es una infección en el hueso causada por bacterias, micobacterias o hongos.
En cambio, el cáncer en el hueso es un tumor maligno causado por mutaciones en el ADN de las células, lo que provoca que se multipliquen de forma descontrolada.
Lea también: Cáncer de huesos (óseo): qué es, síntomas y tipos tuasaude.com/es/cancer-en-los-huesosSin embargo, aunque es raro, en el caso de la osteomielitis crónica existe un riesgo de transformación maligna, es decir, puede causar cáncer en el hueso.
Tipos de osteomielitis
La osteomielitis se puede clasificar en varios tipos, según el tiempo de evolución, siendo los principales:
1. Osteomielitis aguda
La osteomielitis aguda se caracteriza por la aparición de los síntomas tan pronto como ocurre la infección en el hueso, y se diagnostica en las primeras 2 semanas de la enfermedad.
2. Osteomielitis subaguda
La osteomielitis subaguda se caracteriza por ser identificada y diagnosticada hasta 6 semanas después de la infección.
3. Osteomielitis crónica
La osteomielitis crónica es la infección en el hueso que dura más de 6 semanas o cuando forma un absceso, generalmente porque no se identifica y trata a tiempo, evolucionando y empeorando de forma lenta y continua, y puede persistir durante meses o incluso años.
Principales causas
Las principales causas de osteomielitis son:
- Fractura ósea grave o fractura expuesta;
- Heridas profundas causadas por perforación o punción;
- Cirugía reciente en el hueso;
- Colocación de prótesis para reemplazar una articulación;
- Úlceras por presión;
- Uso de catéter urinario, hemodiálisis o catéter venoso central.
Además, lesiones en la piel, como abscesos, cortes, heridas, celulitis infecciosa o cirugías, sepsis, endocarditis, tuberculosis, brucelosis, aspergilosis o candidiasis, también aumentan el riesgo de osteomielitis.
Cómo es realizado el tratamiento
El tratamiento de la osteomielitis debe ser realizado bajo la orientación del ortopedista o médico general lo más rápido posible para permitir la curación a través de la eliminación del microorganismo que está causando la infección.
Los principales tratamientos para la osteomielitis son:
1. Uso de antibióticos
El uso de antibióticos se realiza en el hospital durante un largo período, aplicados directamente en la vena para acelerar el proceso de eliminación del microorganismo causante de la osteomielitis.
Después de la mejora, el médico puede recomendar el uso de antibióticos en casa, por vía oral.
2. Cirugía
La cirugía para osteomielitis la realiza el cirujano ortopédico y varía según la gravedad de la infección.
De esta forma, se puede realizar el drenaje del pus del hueso afectado o el desbridamiento del hueso, eliminando el tejido óseo infectado y una parte del hueso saludable para garantizar la eliminación de la infección, por ejemplo.
3. Amputación
La amputación solo es necesaria como último recurso, cuando el daño al hueso es muy grave y no ha mejorado con el tratamiento clínico o con cirugía, presentando un alto riesgo de muerte para la persona.
Ningún tipo de tratamiento casero debe sustituir a los medicamentos orientados por el médico para tratar la osteomielitis, pero una buena forma de acelerar la recuperación es permanecer en reposo y mantener una alimentación equilibrada con una buena hidratación.
La fisioterapia no es un tratamiento que ayuda en la cura de la osteomielitis, pero puede ser útil durante o después del tratamiento para mantener la calidad de vida de la persona y ayudar en la recuperación.
4. Fisioterapia
La fisioterapia no es un tratamiento que contribuya directamente a la curación de la osteomielitis, pero puede ser útil durante o después del tratamiento para mantener la calidad de vida y ayudar en la recuperación.
¿La osteomielitis tiene cura?
La osteomielitis tiene cura cuando la infección se diagnostica al inicio y el tratamiento se realiza con antibióticos y siguiendo las indicaciones del médico.