Osteomielitis: qué es, síntomas y tratamiento

Qué es:

La osteomielitis es el nombre que recibe la infección del hueso, que generalmente es causada por bacterias, sin embargo, también puede ser causada por ciertos hongos o virus. Este tipo de infección puede ocurrir como consecuencia de un corte profundo, fractura o la colocación de un implante por ejemplo, en que el agente infeccioso entra en contacto directo con el hueso o llega a este a través de la circulación sanguínea como consecuencia de otras situaciones, como absceso, endocarditis o tuberculosis, por ejemplo.

Cualquier persona puede desarrollar esta infección que no suele ser contagiosa, produciendo síntomas como dolor localizado en la zona afectada, hinchazón y enrojecimiento, así como fiebre, náuseas y cansancio.

El tratamiento para la osteomielitis suele ser difícil y tardado, y normalmente incluye el uso de medicamentos para promover la eliminación del microorganismo responsable de la infección. En los casos más graves, puede recomendarse la realización de cirugía para remover los tejidos muertos y facilitar la recuperación.

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Tipos de osteomielitis

De acuerdo con el tiempo de evolución, mecanismo de infección y respuesta del organismo, la osteomielitis puede clasificarse en algunos tipos, siendo los principales:

  • Aguda: cuando es diagnosticada en las primeras 2 semanas de la enfermedad;
  • Subaguda: es identificada y diagnosticada antes de las 6 semanas;
  • Crónica: ocurre cuando dura más de 6 semanas o cuando forma absceso, generalmente, por no ser identificada y tratada a tiempo, evolucionando y empeorando de forma lenta y progresiva, y pudiendo persistir durante meses o incluso años.

Es importante que se diagnostique el tipo de osteomielitis, ya que de esta forma el médico podrá evaluar la gravedad de la enfermedad y, de esta forma, indicar el tratamiento más adecuado.

Síntomas de osteomielitis

Los principales síntomas de la osteomielitis, tanto aguda como crónica, incluyen los siguientes:

  • Dolor local, que puede ser persistente en la fase crónica;
  • Hinchazón, enrojecimiento y calor en la zona afectada;
  • Fiebre, de 38 a 39 ºC;
  • Escalofríos;
  • Náuseas y vómitos;
  • Dificultad para mover la región afectada;
  • Absceso o fístula en la piel.

Además, en los casos más graves, es posible que haya destrucción ósea y necrosis local. Por ello, ante la presencia de signos y síntomas que puedan indicar osteomielitis, es importante consultar al médico general u ortopedista, ya que de esta forma es posible que se realicen exámenes que ayuden a confirmar la infección y el agente infeccioso, siendo indicado el tratamiento más adecuado.

Cómo se realiza el diagnóstico

El diagnóstico de la osteomielitis se realiza incialmente por medio de la evaluación de signos y síntomas presentados, así como por la evaluación de los antecedentes y exámenes de laboratorio y de imagen. Dentro de los exámenes de laboratorio indicados, están el hemograma, VHS y medición de PCR, así como análisis de una muestra del tejido infectado para identificar el agente infeccioso responsable de la osteomielitis.

En relación a los exámenes de imagen, puede indicarse la realización de una radiografía, tomografía, resonancia magnética o gammagrafía ósea, que ayudan a identificar la gravedad y extensión de la infección.

El médico también realizará un diagnóstico diferencial de la osteomielitis de otras enfermedades que pueden causar síntomas semejantes, como artritis séptica, tumor de Ewing, celulitis o absceso profundo, por ejemplo. Vea cómo diferenciar las principales causas de dolor en los huesos.

Principales causas

Algunos de los principales factores asociados al desarrollo de osteomielitis son los siguientes:

  • Abscesos en la piel;
  • Absceso dental;
  • Lesiones de la piel, como cortes, heridas, celulitis infecciosa, inyecciones, cirugías o implante de dispositivos;
  • Fractura ósea;
  • Implante de prótesis articular u ósea;
  • Infecciones generalizadas, como endocarditis, tuberculosis, brucelosis, aspergilosis o candidiasis.

La osteomielitis puede ocurrir en cualquier persona, incluyendo tanto adultos como niños, no obstante, los individuos con la inmunidad comprometida, como aquellos con diabetes descompensada, que usan corticosteroides de forma crónica o están bajo tratamiento con quimioterapia, por ejemplo, y también las personas que tienen la circulación sanguínea perjudicada, que son portadoras de enfermedades neurológicas o tuvieron una cirugía recientemente, presentan mayor riesgo de desarrollar este tipo de infección más fácil, pues son situaciones que comprometen el flujo de sangre saludable hacia el hueso y favorecen la proliferación de microorganismos.

Cómo es realizado el tratamiento

Ante la presencia de un cuadro de osteomielitis, el tratamiento necesita realizarse lo antes posible para permitir la cura, por medio de medicamentos potentes que tengan un efecto rápido, orientado por el ortopedista. De forma general, está indicado el uso de antibióticos en el hospital por largo período, los cuales deben ser administrados directamente en la vena para acelerar el proceso de eliminación del agente infeccioso.

Después de la mejoría de los síntomas, el paciente puede continuar tomando el antibiótico en casa, después de la evaluación del ortopedista, pudiendo asociarse el uso de este al tratamiento quirúrgico con el desbridamiento local y resección ósea.

Ningún tipo de tratamiento casero debe sustituir a los medicamentos orientados por el médico para tratar la osteomielitis, pero una buena forma de acelerar la recuperación es permanecer en reposo y mantener una alimentación equilibrada con una buena hidratación.

La fisioterapia no es un tratamiento que ayuda en la cura de la osteomielitis, pero puede ser útil durante o después del tratamiento para mantener la calidad de vida de la persona y ayudar en la recuperación.

¿Cuándo es necesaria la amputación?

La amputación solo es necesaria en última instancia, cuando el compromiso del hueso es muy grave y no hubo mejoría con el tratamiento clínico o mediante cirugía, pues representa un elevado riesgo para la vida de la persona.

¿La osteomielitis tiene cura?

La osteomielitis tiene cura cuando la infección se diagnostica al inicio y el tratamiento se realiza con antibióticos y siguiendo las indicaciones del médico.