La otosclerosis es el crecimiento o remodelación anormal de uno de los huesos del oído, lo que resulta en una interferencia con la propagación del sonido y síntomas como pérdida gradual de la audición, vértigo o pérdida del equilibrio.
Esta afección puede afectar a cualquier hueso del oído, como el martillo, el estribo o el yunque, pero es más común en el estribo o la cóclea en el oído interno, y generalmente está causada por factores genéticos o enfermedades virales, como el sarampión.
El tratamiento de la otosclerosis lo lleva a cabo un otorrinolaringólogo quien puede recomendar el uso de medicamentos, como los bifosfonatos, por ejemplo, así como el uso de audífonos o la realización de una cirugía.
Síntomas de otosclerosis
Los principales síntomas de la otosclerosis son:
- Pérdida auditiva gradual;
- Zumbidos en el oído;
- Vértigo o mareos;
- Pérdida del equilibrio.
Estos síntomas pueden aparecer en uno o ambos oídos y pueden afectar a personas de cualquier edad, siendo más comunes en mujeres que en hombres.
Es importante consultar a un otorrinolaringólogo si surgen síntomas sugestivos de otosclerosis, para poder diagnosticar e iniciar el tratamiento más adecuado.
Cómo confirmar el diagnóstico
El diagnóstico de la otosclerosis es realizado por el otorrinolaringólogo a través de la evaluación de los síntomas, antecedentes de salud y de un examen físico de oído.
Además, para evaluar la pérdida auditiva, el médico puede solicitar pruebas como audiometría o timpanometría, así como una tomografía computarizada para comprobar las estructuras del oído. Vea cómo se realiza la audiometría.
Estas pruebas ayudan a confirmar el diagnóstico de otosclerosis y descartar enfermedades con síntomas similares, como la otitis media serosa o adhesiva, la timpanoesclerosis o la enfermedad de Ménière, por ejemplo.
Posibles causas
La otosclerosis se produce debido a la remodelación de uno de los pequeños huesos del oído medio, como el martillo, el yunque o el estribo, o la cóclea del oído interno, que pierden su capacidad de vibrar para propagar los sonidos, lo que provoca síntomas.
La causa exacta de la otosclerosis aún no se conoce completamente, pero algunos factores pueden aumentar el riesgo de su desarrollo, algunos de ellos son:
- Condiciones anatómicas, como restos de cartílago embrionario;
- Antecedentes familiares de otosclerosis;
- Género, siendo más común en mujeres;
- Edad, siendo más común a partir de los 20 o 30 años;
- Etnicidad, que afecta con mayor frecuencia a la población asiática;
- Infecciones virales, como sarampión;
- Osteogénesis imperfecta.
Además, otros factores que pueden aumentar el riesgo o empeorar la otosclerosis son el embarazo y la menopausia, los traumatismos o la cirugía de orejas.
Cómo se realiza el tratamiento
El tratamiento de la otosclerosis debe realizarse bajo la orientación de un otorrinolaringólogo, con el objetivo de detener el crecimiento del hueso y evitar que la enfermedad progrese.
Por ello, el médico puede recomendar el uso de medicamentos, como bifosfonatos o fluoruro de sodio, así como el uso de audífonos.
En los casos más graves, el médico puede recomendar una cirugía, llamada estapedectomía, que se realiza quitando el hueso del estribo y colocando una prótesis en su lugar para restaurar la audición.
Otra opción de tratamiento que el médico puede recomendar es la colocación de un implante coclear, cuando la otosclerosis afecta la cóclea en el oído interno.