La paraparesia es la pérdida parcial de los movimientos de las piernas, lo que causa síntomas como dificultad para caminar, espasmos musculares o problemas de equilibrio.
Esta condición puede ser causada por alteraciones genéticas, daños en la columna vertebral o infecciones virales, principalmente por el virus linfotrópico humano HTLV-1.
El tratamiento de la paraparesia es realizado por un neurólogo o pediatra, quienes pueden recomendar la práctica de actividades físicas, fisioterapia o medicamentos para aliviar los síntomas y mejorar la calidad de vida.
Síntomas de paraparesia
Los principales síntomas de la paraparesia son:
- Debilidad y rigidez muscular progresiva;
- Espasmos musculares, en algunos casos;
- Dificultades de equilibrio;
- Problemas urinarios;
- Disfunción eréctil en hombres;
- Dificultad para caminar;
- Dolor de espalda que puede irradiarse a las piernas.
Los síntomas de la paraparesia son progresivos y pueden aparecer en cualquier momento, especialmente si es causada por alteraciones genéticas, pudiendo estar presentes desde el primer año de vida.
Es importante consultar a un pediatra o neurólogo tan pronto como aparezcan los primeros síntomas para confirmar el diagnóstico y comenzar el tratamiento adecuado, evitando la progresión de la enfermedad.
¿Es lo mismo paraplejía que paraparesia?
Aunque ambos términos se refieren a la parálisis de los miembros inferiores, la paraplejía y la paraparesia son diferentes.
La paraparesia implica una incapacidad parcial para mover las piernas, cuyos síntomas pueden aparecer en cualquier momento de la vida, ya que la enfermedad puede ser hereditaria o causada por un virus.
En el caso de la paraplejía, la parálisis de las piernas es total, es decir, la persona no puede moverlas en ningún momento, y generalmente ocurre debido a lesiones en la médula espinal.
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El diagnóstico de la paraparesia lo realiza un pediatra o neurólogo mediante la evaluación de los síntomas, un examen físico y el historial médico.
Además, el médico puede solicitar pruebas como una resonancia magnética del cerebro y la médula espinal y una electromiografía para detectar lesiones musculares y nerviosas.
Lea también: Electromiografía: qué es, para qué sirve y cómo se realiza tuasaude.com/es/electromiografiaEn casos de paraparesia hereditaria, se pueden solicitar pruebas genéticas para detectar alguna mutación en los genes, así como analizar el historial familiar de la enfermedad.
Posibles causas
Las principales causas de la paraparesia varían según el tipo:
1. Paraparesia espástica hereditaria
Es causada por alteraciones genéticas hereditarias que provocan daño o degeneración progresiva de las vías nerviosas. Los síntomas pueden aparecer en cualquier edad, pero suelen manifestarse entre los 10 y los 40 años, caracterizándose por el debilitamiento y endurecimiento progresivo de las piernas.
2. Paraparesia espástica tropical
Es causada por la infección del virus HTLV-1, y los síntomas suelen tardar en aparecer, generalmente entre los 40 y 50 años.
Tratamiento
El tratamiento de la paraparesia debe realizarse bajo la orientación de un neurólogo o pediatra, con el objetivo de aliviar los síntomas.
El médico puede recomendar medicamentos como el baclofeno, para aliviar el dolor, los espasmos y la rigidez muscular. En el caso de la paraparesia espástica tropical, también se puede recomendar el uso de corticosteroides.
Además, la fisioterapia es indicada para ayudar a mantener la movilidad de las piernas, estimular la fuerza y la resistencia muscular, y prevenir calambres y espasmos.
¿La paraparesia tiene cura?
La paraparesia no tiene cura, sin embargo, los síntomas y la progresión de la enfermedad pueden controlarse con el tratamiento adecuado, mejorando la calidad de vida.