La paraplejia es un término médico utilizado cuando el paciente no puede mover o sentir de la mitad del cuerpo hacia abajo, afectando las piernas, los pies y los tobillos, pudiendo incluir o no el abdomen.
Normalmente, la paraplejia es causada por una lesión en la médula espinal, que afecta la transmisión de impulsos nerviosos desde el cerebro hasta las piernas y los pies, debido a lesiones en la columna vertebral, fracturas y enfermedades como la esclerosis múltiple o la mielitis transversa, por ejemplo.
En caso de sospecha de paraplejia, es importante consultar a un neurólogo. Sin embargo, si los síntomas aparecen de manera repentina, se recomienda acudir a una sala de emergencias para evaluación e iniciar el tratamiento más adecuado.
Tipos de paraplejia
Los tipos de paraplejia pueden ser:
- Paraplejia espástica: cuando se observa un aumento anormal del tono muscular de las piernas, con aumento de la rigidez;
- Paraplejia flácida: cuando los músculos de las piernas están muy débiles;
- Paraplejia completa: cuando no hay sensibilidad ni movimiento de las piernas;
- Paraplejia incompleta: cuando hay sensibilidad, pero la fuerza de las piernas está disminuida.
El médico neurólogo indica el tipo de paraplejia que la persona posee luego de la consulta, donde investiga la fuerza muscular y la sensibilidad en las piernas.
Principales síntomas
Los principales síntomas de la paraplejia son:
- Incapacidad para mover las piernas;
- Alteraciones en el tono muscular y en los reflejos de los miembros inferiores;
- Pérdida de la sensibilidad al dolor, al tacto y a la temperatura en las piernas cuando la lesión en la médula es completa.
Después de una lesión en la médula espinal, es común que la persona que se vuelve parapléjica desarrolle flacidez muscular y pierda los reflejos en las piernas, especialmente durante las primeras semanas. Con el tiempo, los músculos tienden a volverse más contraídos y los reflejos aumentan.
Además, dependiendo de la gravedad de la lesión en la columna, la persona con paraplejia también puede desarrollar otros problemas como incontinencia fecal y/o urinaria, disfunción eréctil e infertilidad.
¿Cuál es la diferencia entre paraplejia y tetraplejia?
Mientras que la paraplejia afecta solo a las piernas, la tetraplejia, también conocida por cuadriplejia, es diagnosticada cuando la lesión en la médula compromete el movimiento de las cuatro extremidades, los brazos y las piernas, y del tronco.
Cómo se realiza el diagnóstico
El diagnóstico de paraplejia es realizado por el neurólogo al observar que la persona ha perdido por completo la fuerza muscular en las piernas e identificar lesiones en la médula espinal a través de exámenes como resonancia magnética o tomografía de la columna.
Principales causas
Las principales causas de la paraplejia son:
- Lesiones en la columna, debido a accidentes de carro, caídas o armas de fuego, por ejemplo;
- Infecciones que afectan la médula espinal;
- Obstrucción de los vasos sanguíneos que llevan sangre a la médula;
- Fracturas de las vértebras de la columna;
- Malformaciones de la columna vertebral, como espina bífida o mielomeningocele;
- Enfermedades como el síndrome de Guillain-Barré, la esclerosis múltiple y la mielitis transversa;
- Tumores en la columna.
La paraplejia suele ser causada por una lesión en la médula espinal, una estructura del sistema nervioso que pasa por el interior de la columna vertebral, lo que impide que los impulsos nerviosos lleguen a las piernas y los pies.
Cómo es realizado el tratamiento
El tratamiento para la paraplejia depende de su causa y de la gravedad de la lesión en la médula espinal, y se lleva a cabo mediante terapias de rehabilitación como la fisioterapia, especialmente en los casos en los que no existe un tratamiento específico para la causa.
Además, el médico también puede recomendar sesiones de psicoterapia y terapia ocupacional, según las dificultades que la persona experimente en su vida diaria y para hacer frente a los problemas.
Fisioterapia para la paraplejia
La fisioterapia para la paraplejia consiste en ejercicios que mejoran la circulación sanguínea y evitan las deformidades que suelen ocurrir cuando los músculos no son debidamente estimulados.
Durante la rehabilitación, el paciente puede hacer natación u otro deporte adecuado a su realidad, con el objetivo de mejorar la autoestima y aumentar el bienestar físico y emocional. Algunas orientaciones generales son:
- Realizar movimientos pasivos de acuerdo con la amplitud de la cadera y de las piernas;
- Hacer movimientos que preserven las articulaciones de los hombros, codos y muñecas;
- Usar medias elásticas;
- Hacer ejercicios que promuevan el retorno venoso;
- Hacer musculación para fortalecer los músculos de los brazos, pecho, hombros y espalda.
Debido a que permanecen mucho tiempo sentados en la silla de ruedas, estos pacientes pueden desarrollar heridas conocidas como escaras o úlceras por presión, que si no se tratan adecuadamente se pueden infectar. Lo que se puede hacer para reducir el riesgo de escaras es cambiar de posición cada 2 horas y colocar una almohada especial en la silla de ruedas, para ayudar a la circulación sanguínea en este sitio. Vea cómo es realizado el tratamiento de las escaras.
¿La paraplegia tiene cura?
La paraplejia por lo general no tiene cura, pero cuando es provocada por una compresión de la médula espinal o por alguna otra enfermedad infecciosa o degenerativa, se puede curar.
En situaciones donde hay compresión de la médula, la cirugía puede ser eficaz para descomprimir la zona, permitiendo la transmisión de los impulsos nerviosos, y en el caso de las enfermedades, cuando son tratadas adecuadamente, la paraplejia es revertida.
No obstante, en la mayoría de los casos, la paraplejia no tiene cura, siendo recomendada la fisioterapia para estimular la circulación sanguínea, prevenir la formación de escaras, evitar contracturas de las articulaciones y facilitar los traslados de la silla al sofá o a la cama, por ejemplo.