Parasitosis: qué es, síntomas y tratamiento

La parasitosis es un conjunto de enfermedades infecciosas causadas por parásitos. Estos pueden provocar enfermedades e infecciones como la sarna, la malaria y la enfermedad de Chagas, entre otras.

Los síntomas de la parasitosis dependen del tipo de parásito y de la zona del cuerpo afectada. Algunos síntomas comunes incluyen dolor abdominal, náuseas, vómitos, fiebre, sensación de falta de aire, palpitaciones y picazón.

El tratamiento puede incluir el uso de medicamentos antiparasitarios, como albendazol y mebendazol los cuales deben ser indicados por el médico. Además, es fundamental adoptar buenos hábitos de higiene, como lavarse bien las manos antes de comer, después de ir al baño y lavar adecuadamente los alimentos para prevenir la transmisión de parásitos.

niña en consulta médica

Tipos de parasitosis

Los principales tipos de parasitosis son:

1. Parasitosis intestinal

La parasitosis intestinal es un tipo de parasitosis que afecta directamente al sistema digestivo, especialmente a niños de entre 1 y 5 años. 

Esta condición es más frecuente en niños de edad preescolar y escolar, debido a hábitos de higiene deficiente y por andar en mayor contacto con superficies contaminas. Así como en personas que posean condiciones sanitarias deficientes. Los síntomas incluyen dolor abdominal, diarrea, náuseas y vómitos.

Los parásitos más frecuentes son Giardia lamblia, Entamoeba histolytica y Ascariasis lumbricoides.

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2. Parasitosis cutáneas

Las parasitosis cutáneas son infecciones causadas por parásitos que se transmiten a través del contacto directo con la piel, y pueden generar reacciones cutáneas como picazón, sarpullido y enrojecimiento.

Los parásitos más frecuentes que causan estas afecciones son Sarcoptes scabiei (causante de la sarna), Pediculus capitis (piojo de la cabeza) y Phthirus pubis (piojo del pubis).

3. Parasitosis sistémicas

Las parasitosis sistémicas son infecciones causadas por parásitos que afectan varios tejidos u órganos del cuerpo, lo que puede generar una amplia variedad de síntomas. Estos parásitos pueden afectar órganos como el corazón, el sistema digestivo, el cerebro y los ojos.

Algunas de las parasitosis sistémicas más frecuentes son Trypanosoma cruzi, Toxoplasma gondii y Plasmodium spp. 

4. Parasitosis respiratorias

Las parasitosis respiratorias son más frecuentes en personas que han viajado a zonas endémicas. Estos parásitos pueden afectar tanto las vías respiratorias altas como las bajas, y causar síntomas como fiebre, tos y sensación de falta de aire.

Algunos de los parásitos más comunes que pueden afectar las vías respiratorias son Strongyloides stercoralis y Ascaris lumbricoides.

5. Parasitosis cardíacas

Las parasitosis cardíacas son afecciones causadas por parásitos que afectan el corazón y el sistema cardiovascular. Pueden ocasionar síntomas como disnea (dificultad para respirar), dolor torácico y palpitaciones.

Es importante realizar controles periódicos, ya que algunos parásitos pueden permanecer en el cuerpo durante años sin causar síntomas. Aunque no causen síntomas, estos parásitos pueden reactivarse si el sistema inmunológico se ve debilitado, como en el caso de trasplantes de órganos o enfermedades que comprometen la inmunidad.

Los parásitos más frecuentes en este tipo de afecciones son Trypanosoma cruzi y Toxoplasma gondii.

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Síntomas de parasitosis

Los principales síntomas de parasitosis son:

  • Dolor e incomodidad abdominal;
  • náuseas y vómitos;
  • diarrea con sangre o estreñimiento;
  • anemia y palidez;
  • pérdida de peso y falta de apetito;
  • fiebre, debilidad y cansancio excesivo;
  • heces muy oscuras, blancas o amarillas;
  • picazón en el ano;
  • sarpullidos en la piel;
  • palpitaciones y sensación de falta de aire.

Los síntomas de las parasitosis pueden variar según el tipo de parásito, el mecanismo de contagio y la región del cuerpo que se vea afectada.

Ante la presencia de síntomas, se recomienda consultar a un médico general para que pueda realizar una evaluación adecuada y determinar el tratamiento más adecuado.

Causas de parasitosis

Las parasitosis son causadas por parásitos, algunos de ellos son:

Parasitosis

Parásito

Giardasis

Giardia lamblia

Amebiasis

Entamoeba histolytica

Ascariasis

Ascariasis lumbricoides

Sarna

Sarcoptes scabiei

Pediculosis capitis

Pediculus capitis

Pediculosis pubiana

Phthirus pubis

Malaria

Plasmodium spp

Estrongiliasis

Strongyloides stercoralis

Ascariasis

Ascaris lumbricoides

Enfermedad de chagas

Trypanosoma cruzi

Toxoplasmosis

Toxoplasma gondii

Es importante identificar el agente responsable de la parasitosis para poder realizar un tratamiento adecuado. 

Para poder identificar el tipo de parásito, el médico puede indicar la realización de análisis de sangre y análisis de la materia fecal.

Cómo se transmite

El contagio de las parasitosis puede variar dependiendo del tipo de parásito, como se indicó anteriormente. La forma más frecuente de transmisión es a través del consumo de agua y alimentos contaminados. 

Sin embargo, existen otras formas de contagio, como caminar descalzo en zonas con tierra o agua contaminada, comer carne cruda o mal cocida que contenga parásitos, y el contacto directo con personas o superficies infectadas. 

También es posible contagiarse por el contacto con orina o heces de personas o animales infectados. Además, algunos tipos de parásitos pueden ingresar al organismo a través de heridas en la piel.

Tratamiento para parasitosis

El tratamiento para la parasitosis se realiza de acuerdo a la intensidad de los síntomas y al parásito responsable. 

El médico puede indicar el uso de antiparasitarios que pueden ser de dosis única o pueden ser indicados por un periodo de 5 días. 

Según el tipo de parásito, el médico puede indicar el uso de ivermectina; antihelmínticos como albendazol, mebendazol, praziquantel o piperazina; o antiprotozoarios como metronidazol, nitazoxanida o tinidazol. Conozca más sobre los medicamentos desparasitantes.

En el caso de infecciones graves, principalmente en las parasitosis intestinales, podrá ser necesario internar a la persona para poder mantenerla hidratada con suero y para recibir medicación por vía intravenosa.

En el caso de las parasitosis en la piel, el médico puede indicar el uso de medicamentos tópicos y/u orales, así como tomar algunas medidas higiénicas para evitar la transmisión a otras personas. 

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Además, es importante seguir las indicaciones del médico y completar el tratamiento para asegurar la eliminación completa de los parásitos.

Cómo prevenir

Para prevenir la transmisión de parásitos, se recomienda:

  • Lavarse las manos después de usar el baño y mantenerlo higienizado, ya que los huevos de los parásitos pueden encontrarse en las heces;
  • evitar caminar descalzo, ya que algunos parásitos pueden ingresar al organismo a través de los pies;
  • cortar y mantener limpias las uñas para evitar la acumulación de suciedad y posibles huevos de parásitos;
  • beber agua filtrada, hervida o desinfectada con hipoclorito de sodio para eliminar posibles contaminantes;
  • desinfectar la cocina y los alimentos antes de su consumo;
  • lavarse las manos antes de comer para eliminar cualquier microorganismo capaz de causar la enfermedad;
  • lavar los utensilios domésticos con agua potable para evitar la contaminación cruzada.

Es fundamental prevenir la transmisión de parásitos, ya que una higiene adecuada y medidas preventivas son clave para reducir el riesgo de contagio.