El tratamiento para la enfermedad de Parkinson, o mal de Parkinson, incluye el uso de medicamentos prescritos por el neurólogo o geriatra, como levodopa, pramipexol y selegilina, por ejemplo, que ayudan a disminuir los síntomas, ya que incrementan los niveles de dopamina y otros neurotransmisores en el cerebro, los cuales se encuentran disminuidos en personas que padecen esta enfermedad.
En situaciones en que no existe una mejoría con el uso de estos medicamentos, también es posible realizar un procedimiento quirúrgico, llamado estimulación cerebral profunda, que puede hacer retroceder algunos síntomas y disminuir la dosis necesaria de los medicamentos. Aparte de esto, la fisioterapia, la terapia ocupacional y la práctica de actividad física también son importantes para ayudar a mejorar la fuerza y el equilibrio, reforzando la autonomía.
1. Medicamentos
Luego del diagnóstico de la enfermedad, el neurólogo puede prescribir el uso diario de medicamentos, que pueden ser proporcionado por el sistema de salud de cada país o adquiridos en farmacias, tales como:
- Levodopa;
- Anticolinérgicos (biperideno, benzatropina, trihexifenidilo o prociclidina);
- Amantadina;
- Inhibidores de la monoaminooxidasa B (selegilina);
- Inhibidores catecol-O-metiltransferasa (tolcapona, entacapona);
- Agonistas dopaminérgicos (pergolida, bromocriptina, pramipexol, ropinirol).
Por lo general, el tipo de medicamento más utilizado es la levodopa, sin embargo, el médico decidirá qué combinaciones indicar, dependiendo del estado general de salud, de la etapa de la enfermedad, de la hora del día en que se intensifican los síntomas y de los efectos secundarios de los medicamentos.
Asimismo, para tratar otras condiciones comunes en esta enfermedad, como depresión, agitación e insomnio, el médico puede prescribir otros tipos de medicamentos, como antidepresivos, antipsicóticos y ansiolíticos.
2. Fisioterapia
El tratamiento fisioterapéutico se puede iniciar luego de que se confirme el diagnóstico, siendo una buena forma de ayudar a estimular el movimiento y la calidad de vida de la persona, pues mejora la fuerza, la coordinación y la amplitud de los movimientos, reduciendo el desequilibrio natural de la enfermedad y previniendo contracturas y caídas. Las sesiones pueden ser diarias o, al menos, 2 veces por semana.
Otras formas importantes de estimular a la persona con Parkinson es la realización de fonoaudiología, para mejorar la capacidad vocal, ronquidos y capacidad de deglución; además de la terapia ocupacional y la actividad física, ya que ayudan a estimular la independencia, la capacidad de realizar actividades diarias y el autocuidado.
3. Cirugía
El procedimiento quirúrgico para tratar el párkinson es la estimulación cerebral profunda, el cual se realiza en los casos en que no hay mejoría con el uso de medicamentos o cuando ya no hacen más efecto.
Esta técnica consiste en colocar un pequeño electrodo en la región del cerebro afectada por la enfermedad que ayuda a disminuir o retroceder algunos síntomas, mejorando la calidad de vida de la persona.
4. Tratamiento natural
El tratamiento natural no sustituye la terapia con medicamentos, pudiendo ser usado como complemento para ayudar a aliviar algunos síntomas del paciente con Parkinson.
De esta manera, apostar por alimentos ricos en vitamina E, consumir aceites vegetales y frutas como aguacate, aparte de verduras, ya que contienen propiedades antioxidantes neuroprotectoras. El té de las hojas de maracuyá es una buena forma de calmar y relajar a la persona con Parkinson, en los momentos de ansiedad y agitación.
Un nutricionista podrá indicar cómo adaptar la dieta, a fin de facilitar la alimentación y combatir síntomas comunes como la acidez, estreñimiento y falta de apetito. Así, en casos más avanzados, se recomienda optar por alimentos de fácil deglución y que disminuyan el riesgo de atragantamiento, como sopas espesas, batidos, merengadas de frutas, puré y caldos, por ejemplo, y la carne debe estar cortada o desmenuzada en el plato para facilitar en la masticación.
Otra forma natural que puede ayudar a reducir los síntomas relacionados con el Parkinson es la acupuntura, que es un tipo de tratamiento alternativo que promueve el alivio del dolor en el cuerpo, la rigidez y algunos síntomas relacionados con la tristeza y la depresión.