El paro cardíaco o paro cardiorrespiratorio es cuando el corazón deja de latir o no late correctamente, provocando que la sangre no llegue a todos los órganos del cuerpo y poniendo en riesgo la vida.
Esta situación puede ocurrir de forma repentina y por diversos motivos, pero es más común en personas con enfermedades cardíacas, insuficiencia respiratoria o que han sufrido accidentes graves que pueden interferir con los latidos del corazón, como ocurre en el caso de las descargas eléctricas.
Antes de un paro cardíaco pueden aparecer algunos síntomas, como dolor intenso en el pecho, dificultad para respirar, hormigueo en el brazo izquierdo o fuertes palpitaciones, siendo esta una situación de emergencia ya que puede provocar la muerte en pocos minutos.
Principales síntomas
Los síntomas del paro cardíaco son:
- Dolor fuerte en el pecho, el cual se irradia hacia el abdomen o la espalda;
- Dolor fuerte de cabeza;
- Falta de aire o dificultad para respirar;
- Visión turbia o borrosa;
- Sudoración fría y palpitaciones.
También se debe sospechar de un paro cardiorrespiratorio cuando la persona se encuentra inconsciente, no responde cuando es llamada, no respira y no posee pulso. Conozca con más detalles los síntomas de paro cardíaco.
Además, también es importante resaltar que el paro cardíaco puede ser súbito y no estar precedido de síntomas.
Posibles causas
El paro cardíaco ocurre cuando hay una alteración en la actividad eléctrica del corazón, interfiriendo en la contracción cardíaca y en la llegada de sangre a otras partes del cuerpo. Las causas de paro cardíaco repentino aún no son muy claras; sin embargo, la comunidad médica indica que las siguientes situaciones pueden aumentar el riesgo de sufrir esta afección:
1. Arritmia
La arritmia corresponde a cualquier alteración en el ritmo de los latidos cardíacos, la cual, en la mayor parte de los casos, no provoca riesgo de vida y permite una buena calidad de vida cuando el tratamiento es realizado de manera adecuada. No obstante, existen casos más raros donde puede surgir una arritmia por fibrilación ventricular, que es maligna y puede causar un paro súbito del corazón.
2. Enfermedad coronaria
El paro cardíaco también puede ocurrir cuando la persona posee enfermedad coronaria, donde las arterias presentan placas de colesterol que dificultan el paso de la sangre hacia el corazón, lo que puede acabar afectando el músculo cardíaco y el ritmo eléctrico.
3. Choque
El choque, o shock, es una situación donde hay una disminución de la cantidad de oxígeno distribuido por el organismo y una mayor acumulación de toxinas, lo que puede provocar alteraciones en el funcionamiento del músculo cardíaco y del sistema respiratorio, aumentando el riesgo de paro cardiorrespiratorio. Conozca más sobre los tipos de shock.
4. Insuficiencia respiratoria
En la insuficiencia respiratoria, los pulmones poseen dificultad para realizar los intercambios gaseosos de forma normal, lo que hace que ocurra un aumento de la concentración de dióxido de carbono, además de poder interferir en el funcionamiento del corazón, pudiendo provocar arritmia y aumentar el riesgo de paro cardíaco.
5. Exceso de estrés o actividad física extenuante
Aunque sea una de las causas más raras, el exceso de estrés o la práctica de ejercicio físico muy intenso también puede causar un paro cardíaco súbito. Esto ocurre especialmente en quienes ya poseen antecedentes de enfermedades cardíacas debido al aumento de los niveles de adrenalina o a la disminución de los niveles de potasio y magnesio en la sangre, que afectan la actividad eléctrica del corazón.
6. Sedentarismo
El estilo de vida sedentario es un factor que incrementa mucho el riesgo de cualquier tipo de problema cardíaco, incluyendo el desarrollo de un paro cardiorrespiratorio. Esto ocurre porque la falta de ejercicio ocasiona el aumento de peso y, por consecuencia, un incremento del esfuerzo ejercido por el corazón.
Asimismo, las personas con estilo de vida sedentario también poseen una mayor tendencia a presentar otros malos hábitos, como fumar, beber bebidas alcohólicas en exceso o tener una alimentación rica en grasas y carbohidratos, lo que acaba aumentando el riesgo de cualquier problema cardíaco.
Qué hacer en caso de paro cardíaco
En los casos en que una persona presenta síntomas de paro cardíaco y después se desmaya se aconseja:
- Llamar a una ambulancia, llamando al servicio de urgencias;
- Evaluar la persona está respirando, poniendo el rostro cerca de la nariz y boca para escuchar sonidos de respiración y, al mismo tiempo viendo el pecho, para observar si este sube y baja:
- En caso de que la persona respire: ponerla en posición lateral de seguridad, esperar a que llegue la ayuda médica y evaluar regularmente la respiración;
- En caso de que la persona no respire: girar a la persona boca arriba sobre una superficie dura e iniciar el masaje cardíaco.
- Para realizar el masaje cardíaco:
- Poner las dos manos en el centro del pecho con los dedos entrelazados, en el punto medio entre los pezones;
- Realizar compresiones manteniendo los brazos estirados y presionando el pecho hasta que las costillas desciendan alrededor de 5 cm;
- Mantener las compresiones hasta que llegue la ayuda médica a un ritmo de 2 compresiones por segundo.
La respiración boca boca puede realizarse cada 30 compresiones, haciéndose 2 inhalaciones al interior de la boca de la víctima. Sin embargo, ese paso no es necesario, pudiendo ignorarse en caso de que la víctima sea una persona desconocida o que no se sienta cómodo para realizar esta acción.
En caso de no realizarse la respiración boca a boca, las compresiones deben hacerse continuamente hasta la llegada del equipo médico. Vea cómo hacer el RCP básico.
Cómo es realizado el tratamiento
El tratamiento inicial para un paro cardíaco consiste en hacer que el corazón vuelva a latir, lo cual puede hacerse mediante masaje cardíaco o a través de un desfibrilador, que es un equipo que emite ondas eléctricas hacia el corazón, con el objetivo de que vuelva a latir.
Cuando el corazón se normaliza, es necesario hacer exámenes que ayuden a descubrir qué causó el paro cardíaco, para que, de esta forma, pueda ser tratada la causa y evitado un nuevo episodio. En ciertos casos, puede ser necesario el implante de un marcapasos o incluso un DAI (desfibrilador automático implantable), que son pequeños dispositivos que disminuyen o revierten el paro cardíaco. Conozca más sobre la colocación del marcapasos.
Para disminuir las posibilidades de sufrir un paro cardíaco, es necesario que la persona haga el tratamiento adecuado para alguna enfermedad cardíaca que pueda tener, adoptar un estilo de vida saludable y evitar el estrés.