La paroxetina es un medicamento antidepresivo de la clase de los inhibidores selectivos de la recaptación de la serotonina, siendo indicado para el tratamiento de la depresión, trastorno de ansiedad generalizada, síndrome de pánico o trastorno obsesivo-compulsivo, por ejemplo, en adultos con más de 18 años.
Este medicamento está disponible en las farmacias, pudiendo comprarse presentando la respectiva receta médica, en su forma genérica o bajo el nombre comercial de Ocampina, Paxil, Chipten, Posivyl y Aropax.
La dosis y el tiempo del tratamiento con paroxetina depende de la condición a ser tratada y de la indicación del médico, siendo importante no interrumpir el uso del medicamento por cuenta propia, pues podría causar efectos secundarios como mareo, ansiedad, dolor de cabeza o confusión mental.
Para qué sirve
La paroxetina sirve para el tratamiento de diversas condiciones, que incluyen:
- Depresión, incluyendo depresión reactiva y grave;
- Depresión acompañada de ansiedad;
- Trastorno obsesivo-compulsivo;
- Trastorno de pánico con o sin agorafobia;
- Fobia social/ trastorno de ansiedad social;
- Trastorno de ansiedad generalizada;
- Trastorno de estrés postraumático.
La paroxetina actúa aumentando los niveles de serotonina en el cerebro, un tipo de neurotransmisor, responsable de la comunicación entre las neuronas y la regulación del estado de ánimo, el sueño y el apetito, y siempre debe ser indicado por el médico evaluando las condiciones de salud individualmente. Vea cómo identificar los signos y síntomas de una depresión.
Dosis de la paroxetina y cómo tomar
La paroxetina debe ser administrada por vía oral en una dosis única diaria, de preferencia en el desayuno. La pastilla debe tomarse entera, sin partir o masticar, junto con un vaso de agua.
Las dosis de paroxetina pueden oscilar entre 20 y 40 mg por día, dependiendo de la afección a tratar y deben ser orientadas por el médico.
La paroxetina puede tardar hasta 4 semanas de tratamiento en generar el efecto deseado. El cambio de dosis o la suspensión del tratamiento debe hacerse a criterio del médico.
El tratamiento puede durar varios meses y, cuando sea necesario suspender el fármaco, solo debe hacerse cuando lo indique el médico y nunca de forma brusca.
Posibles efectos secundarios
Algunos de los efectos secundarios más comunes que pueden ocurrir durante el tratamiento con la paroxetina son náuseas, vómitos, diarrea, boca seca, bostezos, visión borrosa, mareos, temblores, insomnio, agitación, ansiedad y dolor de cabeza.
Además de esto, se debe comunicar al médico en caso la persona presente alteraciones de humor o comportamiento, ansiedad, ataques de pánico, dificultad para dormir o impulsividad, irritación, agitación, agresividad, depresión o pensamientos suicidas.
Aunque es raro, la paroxetina puede causar el síndrome serotoninérgico que se puede percibir a través de síntomas como temblores, rigidez muscular, movimientos incontrolables, pérdida de coordinación motora, agitación, alucinaciones, fiebre, sudoración excesiva, palpitaciones o incluso pérdida del conocimiento. En este caso, debe buscar ayuda médica o acuda al servicio de urgencias más cercano de inmediato.
Lea también: ¿La paroxetina engorda? tuasaude.com/es/medico-responde/paroxetina-engordaEfectos sexuales de la paroxetina
Un gran porcentaje de personas que reciben este tipo de antidepresivo, inhibidores selectivos de la recaptación de la serotonina, pueden presentar una disminución en la función sexual, siendo la disminución del deseo sexual y la incapacidad para alcanzar el orgasmo los efectos más frecuentes en las mujeres, y la eyaculación tardía y la disfunción eréctil los más comunes en los hombres.
¿La paroxetina engorda?
La paroxetina tiene como efecto secundario el aumento de peso, tanto a corto como a largo plazo, debido a los cambios de apetito que puede provocar y a la mejora del estado de ánimo y la sensación de bienestar, lo que puede hacer que la persona coma más y aumente de peso. Sin embargo, este efecto secundario varía de una persona a otra y, en algunos casos, incluso puede causar pérdida de peso.
Contraindicaciones
La paroxetina no debe ser utilizada por niños o adolescentes menores de 18 años, mujeres embarazadas o en período de lactancia, ni por personas que toman medicamentos inhibidores de la monoaminooxidasa (IMAO), como por ejemplo, isocarboxazida, fenelzina o tranilcipromina, y debe esperar al menos 14 días tras suspender el tratamiento con inhibidores de la monoaminooxidasa para iniciar tratamiento con paroxetina.
Además, este medicamento no debe ser utilizado por personas que estén en tratamiento con tioridazina o pimozida, o que sean alérgicas a la paroxetina o a cualquiera de los componentes de la fórmula, o que estén en tratamiento con tioridazina o pimozida.
Durante el tratamiento con paroxetina, se debe tener precaución o evitar actividades como conducir, manejar maquinaria pesada o realizar actividades peligrosas, debido a sus efectos secundarios de mareos y somnolencia. Además, el consumo de alcohol puede aumentar estos efectos secundarios si se consume al mismo tiempo que toma paroxetina, por lo que es importante evitar el consumo de alcohol.