El pectus excavatum es una malformación congénita en la cual el hueso del esternón presenta una depresión en el centro del pecho, en la región situada entre las costillas.
Este problema, también conocido como pecho hundido o tórax excavado, puede causar una alteración de la imagen corporal que, aunque no genere riesgos para la vida, puede dificultar el desarrollo de la autoestima o causar alteraciones psicológicas, principalmente en los niños.
El pectus excavatum puede ocasionar, en algunos casos, compresión de los órganos de la región que propicia el desarrollo de infecciones del tracto respiratorio y dificultad para respirar. En estas situaciones el ortopedista podría recomendar la realización de una cirugía para reposicionar los huesos en la zona correcta.
Principales síntomas
Los síntomas del pectus excavatum son:
- Intolerancia al ejercicio;
- Dolor en el pecho;
- Fatiga;
- Mareos;
- Palpitaciones;
- Sibilancias al respirar y/o tos;
- Infecciones respiratorias recurrentes.
Estos síntomas pueden surgir en situaciones más complejas de pectus excavatum, pues la mayoría de las personas solo suelen mostrar un signo de depresión en el pecho entre las costillas.
Aunque el problema pueda identificarse después del nacimiento, en mucho casos empeora a medida que el niño se desarrolla, por lo que el tratamiento generalmente se indica en la adolescencia.
Cómo se realiza el diagnóstico
Por lo general, el pectus excavatum es diagnóstica por el ortopedista al evaluar el pecho, sin embargo; podría indicar la realización de otros exámenes para verificar si esta condición está ocasionando algún problema a nivel pulmonar o cardíaco.
Por este motivo, el médico podría indicar diversos exámenes de imagen, como una radiografía, electrocardiograma, ecocardiograma, una tomografía computarizada y exámenes para evaluar la función pulmonar, por ejemplo.
Qué causa el pectus excavatum
La causa del surgimiento del pectus excavatum no es conocida. No obstante, es más común en niños y en personas que tienen antecedentes familiares de esta malformación y puede observarse en condiciones como el síndrome de Marfan, síndrome de Noonan, síndrome de Poland y en osteogénesis imperfecta, por ejemplo.
Cómo es realizada la cirugía
La cirugía para corregir el pectus excavatum puede llevarse a cabo de dos formas diferentes, dependiendo de la gravedad y de la edad de la persona. No obstante, en ambos casos es realizada con anestesia general y es necesario permanecer hospitalizado alrededor de 1 semana. Los tipos de cirugía son:
- Cirugía abierta o de Ravitch: es utilizada en adultos, en los casos de moderados a graves cuyo tórax está rígido y muy asimétrico, y dura de 4 a 6 horas. En esta técnica es realizado un corte horizontal en el pecho para remover el cartílago anormal que une las costillas al hueso del esternón, permitiendo que el hueso regrese a su posición correcta. Después son colocados materiales quirúrgicos para mantener el pecho en la posición correcta;
- Cirugía mínimamente invasiva o de Nuss: normalmente es realizada en niños y en los casos de leves a moderados, y dura de 1 a 2 horas. En este técnica son realizados dos pequeños cortes por debajo de la axila y después es insertada una barra de metal entre un corte y otro para llevar el esternón hacia afuera, hasta la posición correcta.
Esta es una cirugía muy dolorosa, por lo que luego de que se realiza, es necesario que la persona permanezca hospitalizada para recibir analgésicos por vía intravenosa y para mantenerla monitorizada, pues una vez que el dolor disminuya la persona sea dada de alta y sin riesgo de que ocurran complicaciones.
Cómo es la recuperación
En el período después del alta, es necesario acudir a consultas frecuentes en el médico para realizar una radiografía o tomografía computarizada, con la finalidad de evaluar si el esternón continúa en la posición correcta. Con estas evaluaciones, también es posible determinar cuál es el mejor momento para remover el material quirúrgico o la barra de metal colocada durante la cirugía.
En el caso de la cirugía abierta, el material suele ser retirado luego de 6 a 12 meses; mientras que la barra de la cirugía mínimamente invasiva es retirada solo luego de 2 o 3 años.
Durante este período, también es importante estar atento a signos de infección o rechazo del material quirúrgico colocado en el cuerpo, como hinchazón o enrojecimiento en la zona de los cortes, fiebre superior a 38 ºC o cansancio excesivo, por ejemplo.
Por otra parte, las actividades deportivas solo pueden comenzarse con aprobación del médico, debiendo evitarse las de mayor impacto físico y mayor riesgo de lesiones, como el fútbol, el baloncesto o las artes marciales.