Pelagra: qué es, síntomas y tratamiento

Qué es:

La pelagra es una enfermedad rara causada por la deficiencia de vitamina B3, también conocida como niacina, o de su precursor que es un aminoácido llamado triptófano.

Esta enfermedad puede provocar alteraciones en la piel, diarrea o problemas neurológicos, e incluso la muerte si no es tratada a tiempo. La deficiencia de esta vitamina puede ocurrir debido al bajo consumo de alimentos ricos en vitamina B3, que son principalmente de origen animal, o por problemas de malabsorción intestinal. 

Por ello, es importante identificar la causa de la pelagra para poder iniciar el tratamiento más adecuado, que puede implicar el cambio de hábitos alimentarios y el uso de suplementos de vitamina B3, por ejemplo.

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Sintomas de pelagra

Los síntomas de pelagra son:

  • Diarrea crónica, que puede ser sanguinolenta;
  • Lesiones simétricas en la piel que se mantiene más expuesta al sol;
  • Enrojecimiento en el rostro, con un patrón semejante a las alas de una mariposa;
  • Enrojecimiento y comezón en el dorso de la mano;
  • Aumento del espesor y oscurecimiento de la piel;
  • Surgimiento de fisuras en los pies, que pueden causar dolor al andar;
  • Pérdida del apetito;
  • Lengua seca, roja e hinchada;
  • Dolor abdominal; 
  • Debilidad;
  • Náuseas y vómitos;
  • Confusión mental y desorientación;
  • Pérdida de memoria;
  • Alteraciones del humor.

La pelagra se caracteriza por las 4D, estas son: dermatitis, diarrea, demencia y defunción. Por este motivo, ante la presencia de estos síntomas, es importante que se consulte al médico para que se realicen pruebas que ayuden a confirmar el diagnóstico e iniciar el tratamiento más adecuado, ya que de no hacerlo es posible que la persona comience a sufrir presentan delirios y evolucionan al coma y luego a la muerte por síndrome de disfunción multiorgánica.

Cómo se realiza el diagnóstico

El diagnóstico de pelagra lo realiza el médico general o dermatólogo en base a la valoración de los signos y síntomas. Además, también puede indicar la realización de un análisis de sangre y orina para comprobar la cantidad de vitamina B3 en el organismo.

En algunos casos, también puede estar indicada una biopsia de piel para descartar otras enfermedades en la que puedan estar presentes los mismos síntomas.

Posibles causas

Según la causa, la pelagra se puede clasificar en dos tipos principales:

  • Pelagra primaria, que ocurre debido al consumo insuficiente de alimentos ricos en niacina y triptófano, que es un aminoácido que se convierte en niacina en el cuerpo;
  • Pelagra secundaria, que ocurre debido a cambios en la absorción de vitamina B3 en el cuerpo, que pueden deberse al consumo excesivo de alcohol, uso de medicamentos, enfermedad de Crohn, desnutrición, cirugía bariátrica, cirrosis, VIH y diálisis, por ejemplo.

Además, algunos tipos de cáncer también pueden favorecer el desarrollo de la pelagra, ya que pueden interferir directamente en el metabolismo del triptófano, el cual no acaba por convertirse en niacina.

Cómo se realiza el tratamiento

El tratamiento de la pelagra debe ser orientado por el médico y nutricionista de acuerdo a la causa de la deficiencia de vitamina B3 y a los síntomas que la persona presenta.

Por lo general, es indicado el uso de suplementos nutricionales, como la niacinamida y el ácido nicotínico, en asociación con otras vitaminas del complejo B. La dosis a ingerir deberá ser determinada por el médico tratante, dependiendo del estado de salud de la persona.

Además, se recomienda aumentar el consumo de alimentos ricos en triptófano, como queso, anacardos, almendras, huevos, guisantes y aguacates, por ejemplo; así como alimentos ricos en vitamina B3, como pollo, pescado, semillas de sésamo, tomate y cacahuates. Vea cuáles son los alimentos ricos en triptófano.

En los casos donde la pelagra es causada como consecuencia de una enfermedad o condición, es importante acudir al especialista adecuado para iniciar el tratamiento. Además, también se deben cambiar algunos hábitos que contribuyen a la disminución de esta vitamina en el organismo, como evitar el consumo excesivo de alcohol, el uso inadecuado de ciertos medicamentos y la realización de dietas restrictivas.