Los pensamientos suicidas son razonamientos abstractos que se vienen a la mente sobre ponerle fin a la vida o sentir que las personas estarían mejor sin su presencia. También pueden significar pensar en métodos de suicidio o hacer planes claros para quitarse la vida.
Estos pensamientos pueden surgir como consecuencia de varios factores, desde trastornos psicológicos, como la depresión, la esquizofrenia o los trastornos de personalidad, hasta conductas y situaciones socioeconómicas, como sufrir discriminación, haber sufrido una pérdida muy grave o consumir drogas, por ejemplo. Vea cuáles son las principales causas de suicidio.
Tener este tipo de pensamientos puede causar mucho miedo y ser abrumadores, siendo importante buscar apoyo en la familia, amigos y especialistas. Además, cuando los familiares o amigos son capaces de identificarlo a tiempo es posible prevenir el suicidio.
Test online de pensamiento suicida
Si cree que alguien cercano a usted pueda estar presentando pensamientos suicidas, selecciones los signos que ha observado en el test a continuación y conozca el posible riesgo de suicidio:
Esta test es solo una herramienta de orientación. Por lo tanto, no pretende proporcionar un diagnóstico y no reemplaza la consulta con un especialista en psiquiatría o psicólogo.
Cómo identificar los pensamientos suicidas
Las principales signos que pueden indicar que una persona está pensando en un suicidio son:
1. Manifestar ideas de daño o muerte a sí mismo
La mayoría de las personas que piensan en quitarse la vida lo expresarán a un amigo o familiar. Aunque muchas veces este comportamiento sea una forma de llamar la atención, nunca debe ignorarse, especialmente si la persona está pasando por una fase de depresión o de grandes cambios en su vida.
2. Mostrar tristeza excesiva y aislamiento
Estar constantemente en un estado de tristeza y sin ganas de participar en actividades con amigos son algunos de los síntomas de depresión que, cuando no es tratada, es una de las principales causas de suicidio.
Es normal que la persona no logre identificar que se encuentra deprimido y cree que no es capaz de lidiar con las situaciones que lo rodean, por lo que con el paso del tiempo, la persona termina desanimándose y perdiendo las ganas de vivir. Conozca en qué se diferencia la tristeza de la depresión.
3. Cambios en los hábitos de sueño y alimentación
Algunos cambios repentinos en el comportamiento como alteraciones del sueño, apetito y mostrar un comportamiento tranquilo y despreocupado después de un período de gran tristeza, depresión o ansiedad, puede ser una señal de que la persona tiene pensamientos suicidas, si bien esto no es una regla. Esto debido a que podría ser que la persona haya encontrado la solución para su problema, dejando der expresarse irritante, depresiva o preocupada.
Muchas veces, estos períodos de calma pueden interpretarse por los familiares como una fase de recuperación de la depresión, por lo que pueden ser difíciles de identificar, debiendo ser siempre evaluados por un psicólogo para corroborar que no hay ideas suicidas.
4. Pérdida de interés en actividades placenteras
Es común que la persona con comportamiento suicida pierda el gusto e interés por actividades que antes le producían placer, como bailar, salir con amigos, leer, o escuchar música, por ejemplo, debido a que la situación emocional en la que se encuentra hace que la persona no salga del pensamiento continuo de terminar con su vida, enfocando su atención en este objetivo, por lo que deja en un segundo plano otras actividades cotidianas como ir al cine, hacer compras, entre otros.
5. Retraimiento social
Las crisis emocionales que se presentan en la persona con ideación o comportamiento suicida hacen que se aleje de sus círculos sociales, como amigos familia, trabajo o escuela, por ejemplo, lo cual aumenta los pensamientos de querer poner fin a su vida.
Por lo que es importante, que ante la ausencia de un amigo o familiar de eventos sociales, además de cambios en el estilo de vida como, descuido repentino de la apariencia, e incluso el deseo de morir, se le pregunte sobre su estado de ánimo y se le brinde ayuda para evitar una catástrofe.
6. Uso y abuso de alcohol y drogas
El comportamiento suicida frecuentemente se acompaña de trastornos psicológicos como depresión y trastornos de la personalidad, los cuales pueden causar que la persona consuma alcohol o drogas de abuso para intentar huir de la situación en la que se encuentra, aumentando la gravedad de los síntomas depresivos y favoreciendo el comportamiento suicida.
7. Descuido del apariencia personal
La persona con ideas suicidas puede comportarse de manera diferente a lo habitual, hablando de otra forma, no entendiendo el humor en una plática o, incluso, participando en actividades de riesgo, como la utilización de drogas, relaciones sexuales sin protección o conducir a grandes velocidades.
Además, como en la mayoría de los casos ya no se tiene valor o interés por la vida, es común observar que la persona ya no presta atención a su vestimenta o higiene personal, pudiendo utilizar ropa sucia, vieja, o dejándose crecer el cabello y la barba.
8. Encargarse de asuntos pendientes
Cuando un apersona está pensando en poner fin a su vida, es posible que comience a realizar varias tareas para intentar organizar su vida y terminar los asuntos pendientes que tenga. Algunos ejemplos son: visitar familiares que no ha visto en mucho tiempo o incluso regalar objetos personales, por ejemplo.
En muchos casos, es posible que la persona pase mucho tiempo escribiendo lo que podría considerarse un testamento o una carta de despedida. En ocasiones, es posible que amigos y/o familiares descubran estas cartas antes de que se cometa el acto, lo que ayuda a evitarlo y a considerar la necesidad de tratamiento psiquiátrico.
¿Qué hacer y cómo prevenir el suicidio?
Cuando se tiene la sospecha de que alguien puede tener pensamientos suicidas, los más importante es demostrar comprensión y empatía por esa persona, intentando comprender la situación y los sentimientos asociados. Por eso, es importante preguntarle a la persona sobre su estado de ánimo, saber si está triste deprimida, e incluso si está pensando en el suicidio.
Posteriormente, se debe buscar ayuda de un profesional calificado, como un psicólogo o psiquiatra, los cuales tratarán de hacer notar a la persona que hay otras soluciones para la resolución de su problema, dentro de los cuales no se encuentra el suicidio.
Los intentos de suicidio son, en su mayoría, impulsivos, por lo que para prevenir un intento de suicidio se deben tomar precauciones como retirar todo el material de los lugares en donde la personas pase más tiempo, los cuales pueda utilizarse para quitarse la vida, como armas, medicamentos o cuchillos. Esto evitará resultados catastróficos, haciendo que tenga más tiempo para pensar en una solución menos agresiva para os problemas.