La pérdida de olfato es un síntoma que puede estar causado por infecciones respiratorias, como COVID-19 y gripe, o surgir debido a problemas que generan bloqueo de las vías aéreas o afectan el sistema nervioso central, como desvío del tabique, tumores o enfermedad de Alzheimer.
Dependiendo de su causa, la pérdida de olfato, que técnicamente es conocida como anosmia, también puede estar acompañada de síntomas como dolor de cabeza, fiebre, tos, pérdida de memoria o incluso convulsiones. Entienda mejor qué es la anosmia.
Se recomienda consultar al otorrinolaringólogo o médico general cuando la pérdida de olfato no esté relacionada con infecciones respiratorias o cuando esta persiste por algunas semanas, incluso luego de recuperarse de infecciones respiratorias.
Qué puede causar la pérdida de olfato
Las principales causas de pérdida de olfato incluyen:
1. COVID-19
El COVID-19 es una infección que puede causar la pérdida de olfato debido a una reacción exagerada del sistema inmunitario, el cual reduce el número de las neuronas olfativas, que son las células de la nariz responsables por identificar los olores.
Asimismo, el COVID-19 también puede causar tos seca, fiebre, dolor muscular, dolor de cabeza, rinitis y garganta inflamada. Vea más sobre los síntomas del COVID-19.
Qué hacer: el tratamiento del COVID-19 leve puede incluir el uso de medicamentos prescritos por el médico, como antipiréticos, analgésicos o antiinflamatorios. Por su parte, el COVID-19 grave debe ser tratado en un hospital, con el uso de oxígeno y medicamentos por vía intravenosa. Conozca cómo es el tratamiento del COVID-19.
2. Gripe y resfriado
La gripe y el resfriado son enfermedades que causan inflamación de la mucosa de las vías aéreas, aumentando la producción de moco y causando síntomas como congestión nasal, pérdida de olfato, tos, goteo nasal y dolor de garganta.
Qué hacer: el uso de medicamentos como el paracetamol, la dipirona o el ibuprofeno pueden ser indicados por el médico para aliviar los síntomas de la gripe. Asimismo, beber bastante agua, guardar reposo y lavarse la nariz con suero fisiológico también son estrategias que ayudan en la recuperación. Vea otros consejos para mejorar la gripe más rápido.
3. Sinusitis
La sinusitis es la inflamación de los senos paranasales, que están ubicados alrededor de la nariz y los ojos, lo que provoca síntomas como pérdida de olfato, dolor de cabeza, goteo nasal y sensación de pesadez en la frente y en los pómulos. Conozca cómo identificar los síntomas de la sinusitis.
Qué hacer: el tratamiento de la sinusitis debe ser llevado a cabo por el médico e incluye el uso de aerosoles nasales, antigripales, corticosteroides y antibióticos orales. Algunas medidas caseras como hacer nebulizaciones, tomar tés tibios y beber bastante agua son maneras naturales que también ayudan a aliviar la sinusitis.
4. Pólipo nasal
El pólipo nasal es un crecimiento anormal de tejido en el interior de la nariz, el cual puede bloquear la llegada de aromas a la región olfatoria, provocando la pérdida de olfato, además de otros síntomas como rinitis constante, sensación de nariz congestionada y dolor de cabeza persistente.
Qué hacer: el tratamiento puede ser llevado a cabo con el uso de aerosoles corticosteroides, como fluticasona o budesonida, que deben ser indicados por el otorrinolaringólogo. En ciertos casos, el médico también puede recomendar la realización de una cirugía para remover los pólipos.
5. Traumatismo craneal
El traumatismo craneal es una lesión en el cráneo generalmente provocada por un golpe fuerte en la cabeza, el cual puede causar lesiones en la nariz o en los senos paranasales, bloqueando el paso de aire, o incluso puede provocar daños en las regiones olfativas del cerebro, ocasionando la pérdida de olfato temporal o permanente.
Además, el traumatismo craneal también puede generar pérdida de conciencia y/o memoria, confusión, dolor de cabeza intenso, crisis convulsiva y sangrados en la cabeza o cara.
Qué hacer: el tratamiento varía según la gravedad del traumatismo, pudiendo ser recomendado el uso de medicamentos para el dolor, la realización de suturas y/o curas, o puede ser indicada la cirugía para aliviar la presión en la cabeza y controlar los sangrados.
6. Enfermedad de Alzheimer
La enfermedad de Alzheimer es un trastorno neurodegenerativo en el cual la persona tiene dificultad para recordarse de informaciones recientes, desorientación y pérdida progresiva de la capacidad de realizar las tareas del día a día y/o cuidar de sí mismo.
El alzhéimer también puede causar la pérdida de olfato en los estadios iniciales de la enfermedad. Se cree que esto ocurre debido a una alta concentración de ovillos de neurofibrillas en la región olfativa del cerebro, estructuras formadas por proteínas anormales que se acumulan dentro de las neuronas, causando esta alteración.
Qué hacer: el tratamiento debe ser llevado a cabo según las indicaciones del neurólogo, que puede indicar el uso de medicamentos para aliviar los síntomas y retrasar la evolución de la enfermedad, como el donepezilo, la galantamina y la rivastigmina. Entienda mejor cómo es el tratamiento de la enfermedad de Alzheimer.
7. Desvío del tabique nasal
El desvío del tabique nasal ocurre cuando la pared que separa las narinas está alterada, situación que puede ocurrir debido a golpes en la nariz o inflamación en la zona, causando síntomas como alteraciones de la respiración, pérdida de olfato, dolor de cabeza y cansancio excesivo. Conozca más sobre el desvío del tabique nasal.
Qué hacer: el otorrinolaringólogo puede prescribir el uso de descongestionantes nasales y medicamentos antihistamínicos para aliviar los síntomas. En ciertos casos, el médico también puede indicar la realización de una septoplastia, que es una cirugía que ayuda a corregir el desvío del tabique nasal.
8. Tumor cerebral
El tumor cerebral ocurre con crecimiento de células anormales en el cerebro o en las membranas que revisten el cerebro y la médula espinal, pudiendo causar pérdida o disminución de olfato, dolor de cabeza intenso, visión borrosa, parálisis, falta de equilibrio o incluso convulsiones.
Qué hacer: el tratamiento varía de acuerdo con el tamaño, tipo, grado y localización del tumor. De esta manera, el médico puede recomendar la cirugía para remoción del tumor o la realización de radioterapia o quimioterapia, por ejemplo.
9. Deficiencia de zinc
La deficiencia de zinc puede afectar órganos como piel, huesos y sistema nervioso, por ejemplo, pudiendo causar la pérdida del olfato y gusto, diarrea, fotofobia, pérdida de cabello y heridas que demoran en cicatrizar.
Qué hacer: el tratamiento de la deficiencia de zinc es realizado con el uso de suplementos, como zinc quelado, sulfato de zinc, gluconato de zinc o acetato de zinc. Sin embargo, el tipo y la cantidad de suplementos varían de acuerdo con las necesidades nutricionales de cada persona, por lo cual deben ser usados solo bajo la orientación de un médico o nutricionista.
Cuándo acudir al médico
Se aconseja acudir al otorrinolaringólogo o médico general cuando la pérdida de olfato no está relacionada con infecciones respiratorias, como gripe, resfriado, COVID-19 o sinusitis, o desvío del tabique nasal, por ejemplo.
Además, también se recomienda consultar un médico cuando la pérdida de olfato permanece incluso luego de la recuperación de infecciones respiratorias.