La picadura de garrapata puede transmitir diversas enfermedades, como la babesiosis, enfermedad de Lyme y la fiebre de las montañas rocosas, ocasionando síntomas como fiebre, escalofríos y manchas rojas en la piel, por ejemplo.
Las garrapatas son parásitos que pueden encontrarse en animales, como perros, gatos y roedores, las cuales pueden ser portadoras de bacterias y virus bastantes nocivos para la salud. Estos parásitos suelen estar más activos en los meses más calientes del año, siendo importante evitar las áreas boscosas con hierba elevada o zonas con muchos matorrales, debiendo caminar por el medio de los senderos, así como usar repelentes.
Las enfermedades causadas por garrapatas son graves, por lo que deben ser diagnosticadas y tratadas lo más pronto posible, evitando así que el agente infeccioso responsable de la enfermedad se disemine y cause complicaciones.
Cómo identificar una picadura de garrapata en humanos
Los principales síntomas que permiten identificar una picadura de garrapata en humanos son:
- Fiebre;
- Escalofríos;
- Dolor de cabeza;
- Fatiga;
- Dolor muscular y/o en las articulaciones;
- Manchas rojas en la piel.
Por este motivo, si es picado por una garrapata y desarrolla alguno de estos síntomas al cabo de unas semanas, es importante acudir lo más pronto posible al médico para que realice una evaluación que permita identificar el problema e iniciar el tratamiento adecuado.
Principales enfermedades
Las principales enfermedades causadas por una picadura de garrapata son:
1. Fiebre de las montañas rocosas
La fiebre maculosa es conocida popularmente como la enfermedad de la garrapata o la enfermedad de las montañas rocosas, y es transmitida por la garrapata estrella infectada por la bacteria Rickettsia rickettsii. La transmisión de la enfermedad ocurre cuando la garrapata pica al individuo, transfiriendo la bacteria directamente para el torrente sanguíneo. Sin embargo, para que ocurra la transmisión la garrapata debe permanecer 6 a 10 horas en contacto con la persona.
Principales síntomas: es común que después de la mordida de la garrapata surjan manchas rojas en las muñecas y en los tobillos que no causan picazón, pudiendo surgir fiebre elevada por encima de 39º C, escalofríos, dolor abdominal, dolor de cabeza intenso y dolor muscular constante. Conozca los síntomas y el tratamiento de la fiebre de las montañas rocosas.
Cómo tratar: el tratamiento de la fiebre de la montañas rocosas debe ser realizado cuando se identifica la mordida de la garrapata o ante la presencia de los primeros síntomas, ya que de esta forma es posible prevenir complicaciones. Normalmente, el médico indica el uso de antibióticos, como Cloranfenicol o Tetraciclina, pudiendo ser necesario que la persona permanezca en el hospital para que se realice acompañamiento médico.
2. Enfermedad de Lyme
La enfermedad de Lyme afecta a América del norte, especialmente Estados Unidos de América y Europa. Esta enfermedad se transmite a través de la picadura de la garrapata del género Ixodes, siendo la bacteria causante de la enfermedad la bacteria Borrelia burgdorferi en las personas.
Principales síntomas: el principal síntomas de la mordedura de la garrapata Ixodes y por consecuencia de la bacteria, pueden surgir hasta 30 días después del contacto inicial, siendo en un comienzo observado enrojecimiento local, además de que puede haber olor de cabeza, dolor muscular y en las articulaciones, fiebre, escalofríos y rigidez de nuca.
Cómo tratar: es importante que el tratamiento para la enfermedad de Lyme sea iniciado de inmediato para prevenir complicaciones, como alteraciones neurológicas, problemas en el corazón y meningitis, por ejemplo. Normalmente, el médico indica el uso de doxiciclina 2 veces alrededor de 4 semanas o de acuerdo a la orientación del médico. En algunos casos, también puede recomendarse la realización de sesiones de fisioterapia. Vea con más detalle el tratamiento para la enfermedad de Lyme.
3. Enfermedad de Powassan
La enfermedad de Powassan es una enfermedad que también puede ser transmitida por la mordedura de una garrapata infectada por el virus Powassan. Este virus puede ser transmitido por la misma garrapata responsable de la enfermedad de Lyme, la garrapata del género Ixodes, sin embargo, a diferencia de lo que sucede en la enfermedad de Lyme, el virus puede ser transmitido rápidamente a un persona, dentro de minutos, mientras que la enfermedad de Lyme tarda hasta 48 horas.
Principales síntomas: el virus en el torrente sanguíneo de las personas puede ser sintomático o llevar a síntomas comunes, como fiebre, dolor de cabeza, vómitos y debilidad. Sin embargo, este virus es conocido por ser neuroinvasivo, dando como resultado el surgimiento de signos y síntomas graves.
La enfermedad grave causada por el virus Powassan se caracteriza por la inflamación del cerebro, conocida como encefalitis, o del tejido que recubre al cerebro y a la médula espinal, recibiendo el nombre de meningitis. Además, la presencia de este virus en el sistema nervioso puede causar la pérdida de la coordinación, confusión mental, problemas para hablar y la pérdida de memoria.
Cómo tratar: no existe tratamiento específico para la enfermedad de Powassan, sin embargo es fundamental que la persona sea enviada al hospital para que sea evaluada la necesidad de internamiento, soporte respiratorio o de la realización de procedimientos para disminuir la inflamación del cerebro.
4. Babesiosis
La babesiosis es una enfermedad infecciosa que también puede presentarse en personas por la mordida de la garrapata infectada por el parásito del género Babesia spp. Vea qué es la babebiosis.
Principales síntomas: la mayoría de los casos de babesiosis son asintomaticos o sintomáticos leves, por lo que muchas veces la persona no sabe que estuvo infectada. En los casos en que hay síntomas, estos pueden surgir hasta 4 semanas después del contacto con la garrapata y la bacteria, habiendo fiebre, dolor de cabeza, escalofríos, sudor frío, dolor muscular, cansancio excesivo y debilidad.
En caso de que la persona tenga más de 60 años o tenga el sistema inmune debilitado debido a enfermedades, por ejemplo, los síntomas pueden ser más graves, pudiendo observarse un aumento en el tamaño del hígado y del bazo, además de anemia hemolítica.
Cómo tratar: el tratamiento de la babesiosis indicado por el médico normalmente incluye el uso de antiparasitarios y/o antibióticos de acuerdo a la gravedad de los síntomas.
5. Erliquiosis
La erliquiosis, también conocida como erquiliosis humana monocítica, es una enfermedad que también puede ser transmitida por la garrapata infectada por la bacteria Ehrlichia chaffeensis, que afecta directamente a las células sanguíneas, principalmente a los monocitos y macrófagos, interfiriendo en el funcionamiento del sistema inmune.
Principales síntomas: los síntomas de erliquiosis puede surgir hasta 12 días después de la mordida de la garrapata, dando como resultado fiebre, dolor de cabeza, dolor muscular, cansancio excesivo, náuseas, vómitos y malestar general.
Cómo tratar: el tratamiento para la erliquiosis normalmente incluye el uso de doxiciclina de acuerdo a la orientación del médico.
6. Tularemia
A pesar de ser poco frecuente, la tularemia también puede ser transmitida por la mordida de una garrapata infectada por la bacteria Francisella tularensis.
Principales síntomas: los síntomas de la tularemia suelen aparecer 3 a 14 días después de la mordida de la garrapata, siendo observada la presencia de una pequeña herida en la piel que tarda en cicatrizar, fiebre alta, escalofríos, dolor en el pecho, dolor de garganta y malestar. general.
Cómo tratar: el tratamiento para la tularemia debe ser orientado por el médico y normalmente incluye el uso de antibióticos por hasta 21 días para garantizar la eliminación de la bacteria y prevenir el desarrollo de complicaciones, pudiendo ser necesario internamiento en el hospital.
Cómo quitar una garrapata de la piel
Para quitar una garrapata de la piel debe seguir los pasos que se mencionan a continuación:
- Con unas pinzas de punta fina, previamente desinfectadas con alcohol, se debe agarrar la garrapata, lo más cerca posible a la piel, es decir, por la cabeza, para evitar que las partes de la boca del parásito permanezcan en la piel;
- Halar la garrapata sin presionar, retorcer o sacudirla, si la boca del parásito se queda en la piel, debe intentar retirarlas con la pinza:
- Limpiar bien el área de la picadura y las manos con alcohol o agua y jabón neutro.
Es importante no aplastar la garrapata con los dedos. Además, en caso de retirar la garrapata viva, se debe poner en alcohol y desechar en el inodoro o en una bolsa sellada.
Quitar una garrapata de la piel es necesario para evitar una reacción inflamatoria más grave, que puede causar una anemia hemolítica, así como el aumento del hígado y bazo. Por este motivo, es importante mantenerse atento ante el surgimiento de cualquier síntoma en las semanas posteriores a la picadura, debiendo acudir al médico lo más pronto posible para iniciar el tratamiento.
Cómo prevenir la picadura de una garrapata
Para prevenir la picadura de una garrapata se debe:
- Andar por el medio de los senderos, evitando áreas cubiertas de hierba, matorrales, arbustos o bosques, e incluso animales;
- Usar repelentes para garrapatas con DEET, picaridina, aceite de eucalipto limón o IR3535, los cuales han demostrado efectividad contra estos parásitos;
- Tratar la ropa y el equipo con productos que contengan 0,5 % de permetrina. La permetrina se puede usar para tratar las botas, la ropa y el equipo de acampada y sigue protegiendo a través de varios lavados. Alternativamente, puede comprar ropa y equipo tratados con permetrina.
Además, una vez se llegue a casa es importante verificar a su mascota, así como la ropa, mochila y equipos en búsqueda de posibles garrapatas. Puede colocar la ropa a lavar con agua caliente también para eliminarlas, o si no es necesario lavarlas, se pueden colocar en una secadora a temperatura elevada durante 10 minutos para eliminar cualquier garrapata.
Asimismo, es importante tomar un baño al llegar a casa y revisar el cuerpo para verificar si tiene alguna garrapata, así sea después de salir al jardín, utilice un espejo de cuerpo completo de preferencia y revise zonas como el interior del ombligo, de las orejas, debajo de las axilas, cintura y detrás de las rodillas, por ejemplo.