Pie plano: qué es, síntomas y consecuencias

Qué es:

El pie plano, también llamado arcos vencidos o caídos, es una situación común durante la infancia, pero que puede persistir hasta la adultez. Se caracteriza por una disminución o falta de altura del arco plantar interno debido a alteraciones en la elasticidad de los ligamentos de esta zona, observándose en una huella plantar más ancha que causa desequilibrio muscular del pie.

En la mayoría de los casos no suele causar dolor, por lo que el descubrimiento del pie plano puede pasar desapercibida o incluso llegar a causar síntomas como dolor en el pie con la realización de ejercicio e inflamación de la zona.

Generalmente el pie plano no requiere tratamiento, debiendo estar atento al desarrollo del pie, ya que con el crecimiento el arco planta se forma, no siendo necesario ningún tipo de plantillas o calzado ortopédico. Sin embargo, en aquellos casos en que hay dolor o se trata de un pie plano rígido el podólogo u ortopedista puede recomendar tratamiento específico.

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Principales síntomas

En la mayoría de los casos el pie plano no produce síntomas, sin embargo, en aquellas personas que suelen desarrollar molestias, el dolor es el principal síntoma, frecuentemente en niños, siendo una indicación para acudir al médico y recibir una evaluación clínica. En los adultos, los signos que pueden observarse son pies arqueados además de dolor.

Por ello, se recomienda acudir con el ortopedista o podólogo en caso de haber dolor en la planta de pie, ya que puede indicar problemas en el desarrollo del pie, lesiones, fracturas e incluso deformidades que requieran de un tratamiento quirúrgico.

Posibles causas

La caída del arco plantar es una situación normal que se presenta desde el nacimiento, siendo que durante la infancia es cuando se desarrolla el arco plantar. Sin embargo, el desarrollo del arco puede no producirse en algunas personas, sin que esto cause síntomas, por lo que pasa desapercibido durante toda la vida.

Algunas de las principales causas de pie plano son:

  • Un estiramiento natural excesivo de los ligamentos que forman parte de la estructura del arco plantar en el pie;
  • Congénitas;
  • Sobrepeso;
  • Golpe o lesión en el pie;
  • Enfermedades en los huesos, como artritis;
  • Diabetes, debido al daño en los nervios que afecta a los huesos y articulaciones de la extremidades inferiores.

Asimismo, la edad puede ser causa de la caída del arco plantar, ya que con la edad ocurre un debilitamiento del tendón que sostiene a esta estructura, produciendo pie plano, llegando a causar síntomas. Además, el pie plano puede presentarse de forma rígida, que puede causar dolor, requiriendo de atención médica para el alivio de este síntoma.

Diagnóstico de pie plano

El diagnóstico puede ser realizado por un podólogo, médico general, ortopedista o fisioterapeuta, por medio de una evaluación de los síntomas y de la exploración clínica de la estructura del pie, observándose una pérdida o falta de desarrollo del arco plantar, el cual puede notarse en uno o ambos pies.

En algunos casos, cuando el pie plano se acompaña de alteraciones en otros lugares como las rodillas, cadera o espalda, por ejemplo, o hay dudas del origen del dolor o de la caída del arco plantar, es posible que el médico solicite exámenes de imagen como una radiografía, tomografía o ultrasonido para evaluar con más precisión las articulaciones y huesos de estas zonas.

La identificación de la caída o falta de desarrollo del arco plantar puede ser observada por los padres o cuidadores del niño, los cuales podrán acudir con el médico para que confirme el diagnóstico y oriente el tratamiento adecuado.

Cómo se realiza el tratamiento

El pie plano causado por el estiramiento natural excesivo de los ligamentos de esta zona no requiere ningún tipo de tratamiento, debido a que suele corregirse con el crecimiento en la adolescencia. Sin embargo, en caso de que el niño o el adulto presente dolor, el médico puede recomendar:

1. Uso de zapatos y plantillas

En el caso de niños con pie plano y dolor en la planta del pie, el podólogo u ortopedista puede indicar el uso de zapatos ortopédicos y/o plantillas, ya que estos ayudarán a formar el arco del pie y a tener un mejor apoyo al caminar.

Es importante que los padres o cuidadores estén al pendiente del desarrollo del pie del niño, ya que debido al crecimiento, el niño necesitará de cambios de calzado y plantilla con una regularidad frecuente, siendo recomendado estar en contacto con el podólogo u ortopedista. Conozca más sobre cómo escoger la talla de zapatos adecuado para los niños de acuerdo a la edad.

3. Sesiones de fisioterapia

Las sesiones de fisioterapia pueden ser realizadas 1 ó 2 veces por semana, con ejercicios y manipulaciones en el pie del niño. Es importante que el niño o adulto con dolor acudan a fisioterapia para intentar aliviar el dolor, además de recibir asesoría y acompañamiento por parte del podólogo y fisioterapeuta sobre los tipos de ejercicios que puede realizar en casa.

4. Ejercicios físicos específicos

Algunos ejercicios físicos pueden ser indicados para ayudar a la formación del arco del pie, como:

  • Caminar en puntillas y sólo sobre los talones;
  • Apoyar el peso del cuerpo únicamente en un pie y realizar una sentadilla en esa posición;
  • Sostener una canica con los dedos de los pies y colocarla en un tazón;
  • Subir escaleras en puntillas;
  • Acostarse boca arriba y mantener juntas las plantas de los dos pies.

Es importante que los ejercicios para el pie plano sean indicados por el podólogo u ortopedista y orientados por el fisioterapeuta, ya que de esta forma se obtiene un gran beneficio al obtener una rutina personalizada que ayudará a disminuir los síntomas y mejorar la esta alteración.

5. Cirugía

El podólogo u ortopedista podría indicar la realización cirugía para corregir el pie plano cuando los otros tratamientos no han sido eficaces y el niño o adulto permanece con el pie plano y la manifestación de síntomas dolorosos.

Cuándo acudir con el médico

Se recomienda acudir con el médico en caso de que el niño o el adulto presente dolor en el pie, además de identificar cambios en la marcha, como desviación de las rodilla al caminar o una postura anormal, para que el médico evalúe el pie e indique el tratamiento adecuado en caso de tratarse de un pie plano rígido.

Sin embargo, al tratarse de una situación normal y en caso de no haber síntomas, se recomienda vigilar el desarrollo del pie hasta la adolescencia, en que normalmente se produce el arco del pie.

En el adulto, cuando el pie plano provoca otros problemas, como dolor en la columna, en el talón o problemas en la articulación de la rodilla, es necesario consultar un ortopedista para que diagnostique la causa e indique el tratamiento más adecuado.

Posibles complicaciones

El arco del pie sirve para ayudar a amortiguar la presión que el cuerpo ejerce sobre los pies al caminar, correr y saltar; por esta razón, cuando la persona no tiene el arco del pie bien formado y presenta pie plano, pueden surgir complicaciones como fascitis plantar, que es una inflamación en la planta del pie que causa dolor intenso; espolón, que es la formación de un callo óseo en esta misma zona del pie; además de dolor e incomodidad en los tobillos, rodillas y caderas, por ejemplo.