Qué es:
La policitemia es el aumento de la cantidad de glóbulos rojos, también llamados hematíes o eritrocitos en la sangre, es decir, cuando está por encima de 5.4 millones de hematíes por µL de sangre en las mujeres y por encima de 5.9 millones de hematíes por µL de sangre en los hombres.
Debido al aumento en el número de glóbulos rojos, la sangre se vuelve más viscosa y circula con más dificultad a través de los vasos, pudiendo causar algunos síntomas como dolor de cabeza, mareos e incluso infarto.
La policitemia puede tratarse no solo para disminuir la cantidad de glóbulos rojos y la viscosidad de la sangre, sino también con el objeto de aliviar los síntomas y prevenir complicaciones como ACV y embolia pulmonar.
Síntomas de la policitemia
La policitemia puede causar síntomas como:
- Dolor de cabeza constante;
- Visión borrosa;
- Enrojecimiento de la piel;
- Cansancio excesivo;
- Comezón en la piel, principalmente después del baño.
No obstante, la policitemia no suele producir síntomas en la mayoría de las personas, principalmente si el aumento en el número de glóbulos rojos no es tan grande, siendo detectada solo por medio del examen de sangre.
Es importante que la persona se realice una hematología de manera regular y en caso que surja algún síntoma relacionado a la policitemia, debe acudir inmediatamente al médico, ya que el aumento de la viscosidad de la sangre en función al aumento del número de glóbulos rojos, aumenta el riesgo de ACV, infarto agudo del miocardio y embolia pulmonar, por ejemplo.
Cómo se realiza el diagnóstico
El diagnóstico de la policitemia se realiza a partir del resultado del hemograma, en el que se observa además del aumento del número de glóbulos rojos, el aumento de los valores del hematocrito y de la hemoglobina.
Se considera policitemia cuando se identifican más de 5,4 millones y 5,9 millones de glóbulos rojos por µL de sangre en mujeres y hombres, respectivamente. Vea cuáles son los valores de referencia de la hematología.
Cómo saber si el resultado está normal
Si desea saber cómo se encuentran sus exámenes de sangre, coloque sus resultados a continuación:
Tipos de policitemia
De acuerdo con el análisis del hemograma y el resultado de otras pruebas realizadas por la persona, la policitemia se puede clasificar en:
- Policitemia primaria, también llamada policitemia vera, es una enfermedad genética caracterizada por la producción anormal de las células sanguíneas;
- Policitemia relativa, se caracteriza por el aumento del número de glóbulos rojos debido a la disminución del volumen plasmático, como en el caso de la deshidratación, por ejemplo, no indica necesariamente que haya una mayor producción de glóbulos rojos;
- Policitemia secundaria, que ocurre debido a enfermedades que pueden conducir al aumento no solo del número de glóbulos rojos, sino también de otros parámetros de laboratorio.
Es importante identificar la causa de la policitemia para establecer el mejor tipo de tratamiento, evitando la aparición de otros síntomas o complicaciones.
Principales causas de policitemia
Las principales causas de policitemia son:
- Alteraciones genéticas;
- Deshidratación;
- Enfermedades cardiovasculares;
- Enfermedades respiratorias;
- Obesidad;
- Tabaquismo;
- Síndrome de Cushing;
- Alteraciones en el hígado;
- Leucemia Mieloide Crónica;
- Linfoma;
- Alteraciones en los riñones;
- Tuberculosis.
Además, la cantidad de glóbulos rojos puede aumentar debido al uso prolongado de corticoides, suplementos de vitamina B12 y medicamentos utilizados para tratar el cáncer de mama, por ejemplo.
Cómo se realiza el tratamiento
El tratamiento de la policitemia debe ser orientado por un hematólogo en el caso del adulto, o por el pediatra en el caso del bebé y del niño y depende de la causa del aumento del número de glóbulos rojos en la sangre.
Normalmente, el tratamiento tiene como objetivo disminuir la cantidad de glóbulos rojos, hacer la sangre más fluida, aliviar los síntomas y reducir el riesgo de complicaciones. En el caso de policitemia vera, por ejemplo, se puede recomendar realizar una flebotomía terapeutica o sangría, en donde es retirado el exceso de glóbulos rojos.
Además, el médico puede indicar el uso de medicamentos, como la aspirina, para fluidificar la sangre y reducir el riesgo de formación de coágulos o de otros medicamentos, como la hidroxiurea o el interferón alfa, por ejemplo, para disminuir la cantidad de glóbulos rojos.