Pólipos en la vesícula: qué son, síntomas y tratamiento

Qué son:

Los pólipos en la vesícula o pólipo vesicular son crecimientos anormales del tejido vesicular, siendo descubiertos accidentalmente durante una ecografía abdominal y no suelen ocasionar síntomas. Estos pólipos pueden clasificarse en no neoplásicos o pseudopólipos, siendo estos los más comunes, y en pólipos verdaderos o neoplásicos.

Por lo general, el gastroenterólogo podrá indicar la realización de algunos ultrasonidos abdominales de rutina, esto con la finalidad de ir evaluando tanto el tamaño como el número de pólipos que existen y si presentaron alguna alteración o no. El tiempo entre un control y otro deberá determinarlo el médico tratante, ya que esto dependerá del tamaño y de si la persona presenta o no factores de riesgo de malignidad asociados.

Si durante las evaluaciones de rutina el médico identifica que los pólipos están creciendo demasiado rápido, puede ser necesario una cirugía para extirpar la vesícula y prevenir el desarrollo del cáncer biliar. Si los pólipos se mantienen del mismo tamaño, es posible que no se realice ningún tratamiento.

Principales síntomas

Los pólipos en la vesícula no suelen ocasionar síntomas asociados, se cree que las manifestaciones clínicas que la persona puede presentar son por otras enfermedades existentes como una colecistitis, una colelitiasis o ambas, que pueden ocasionar náuseas, vómitos, dolor en la parte derecha del abdomen o piel amarillenta.

Asimismo, en algunos casos, los adenomas pueden manifestarse con dolores abdominales en el lado derecho del abdomen fundamentalmente.

Tipos de pólipos en la vesícula

Los pólipos en la vesícula pueden clasificarse en:

• No neoplásicos o pseudopólipos, que son pólipos de colesterol, inflamatorios e hiperplásicos, siendo estos los más comunes y no poseen potencial maligno;
• Neoplásicos o verdaderos, que se dividen en benignos, conocidos como adenoma o pólipo adenomatoso, y malignos como el pólipo adenocarcinomatoso, siendo este último extremadamente raro. 

La mayoría de los pólipos en la vesícula son benignos. No obstante, algunos carcinomas tempranos de vesícula suelen presentarse como pólipos. Además, también existe la posibilidad de que un adenoma se convierta en pólipo adenocarcinomatoso, siendo por este motivo importante identificar qué tipo de pólipo se tiene.

Principales causas

Las causas del surgimiento de pólipo en la vesícula aún no son totalmente conocidas, así como tampoco se conocen los factores que pueden aumentar el riesgo de desarrollo de estos. Sin embargo, se cree que alteraciones en el metabolismo de las grasas pueden estar relacionados con el surgimiento de este tipo de pólipo.

Cómo se realiza el tratamiento

El tratamiento para los pólipos en la vesícula biliar dependerá del tamaño que poseen, pues aquellos que son mayores a 10 mm tienen mayor de riesgo de convertirse en cáncer.

Por lo tanto, en las personas asintomáticas con un pólipo detectado menor a 10mm por lo general se mantiene en observación. En cambio, si la persona está asintomática pero el pólipo es mayor a 10mm o si la persona presenta piedras en la vesícula, el gastroenterólogo, puede recomendar al paciente una cirugía para extirpar completamente la vesícula biliar, llamada colecistectomía, previniendo el desarrollo de lesiones potencialmente malignas.

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Alimentación para evitar el dolor

En los casos donde los pólipos producen dolor abdominal o están acompañados por piedras en la vesícula, es importante adoptar una alimentación que evite la estimulación de la vesícula. Esta medida no hará que los pólipos disminuyan su tamaño, simplemente mantendrá en reposo este órgano para evitar el dolor y el malestar. 

Para ello, se debe realizar una dieta baja en grasa, evitando el consumo de alimentos como la mantequilla, manteca, tocino, salsas, quesos amarillos, embutidos, leche completa, yogures enteros, frituras, comidas precogeladas (pizzas, nuggets, lasañas...), pescados grasos como salmón, atún y trucha, cortes de carnes rojas con grasa visible, comida rápida, snacks y galletas rellenas, por ejemplo.

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