Dolor al correr: 9 causas y qué hacer

El dolor al correr normalmente es causado por lesiones o inflamación en los músculos, tendones, articulaciones o huesos, debido a esguinces, distensión o calambres, pero también puede surgir debido a la práctica constante de correr, lo cual sobrecarga los músculos y articulaciones resultando en lesiones crónicas, como fascitis plantar o síndrome de banda iliotibial, por ejemplo.

En la mayoría de los casos, el dolor al correr puede evitarse por medio de la realización de estiramientos antes y después de correr, consumo de agua durante el día y la realización de ejercicio, además del uso de tenis específicos para correr.

Sin embargo, cuando se siente el dolor durante la corrida, se recomienda parar de correr, reposar y, de acuerdo a la zona del dolor y a su causa, colocar hielo, estirarse o doblar el cuerpo hacia enfrente, por ejemplo. Sin embargo, si el dolor no mejora o empeora, se debe consultar al ortopedista para que se realice una evaluación y se indique el tratamiento más adecuado, en caso de ser necesario.

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9 causas de dolor al correr

Las principales causas de dolor al correr son:

1. Dolor de caballo

El dolor punzante debajo de las costillas, popularmente conocido como "dolor de caballo", y científicamente denominado dolor abdominal transitorio asociado al ejercicio, se inicia de forma repentina, siendo experimentado como una sensación de puntada en el costado que generalmente surge debido al esfuerzo excesivo durante la corrida, siendo común que ocurra en personas que están iniciando entrenamientos de atletismo.

La causa de dolor de caballo aún no está completamente clara; sin embargo, puede estar asociado a la falta de oxígeno en el diafragma, ya que cuando se respira incorrectamente durante la corrida, el consumo de oxígeno se hace insuficiente, lo que causa espasmo en el diafragma, causando dolor.

Además, otras posibles causas de dolor de caballo son la contracción del hígado o del bazo durante el ejercicio, o cuando se come poco tiempo antes de la corrida y el estómago permanece lleno, haciendo presión en el diafragma.

Qué hacer: disminuir la intensidad del ejercicio hasta que el dolor desaparezca y masajear la zona donde duele con los dedos, inhalando profundamente y exhalando lentamente. Otra técnica para aliviar la punzada incluye doblar el cuerpo hacia adelante, para estirar el diafragma.

2. Periostitis tibial

El dolor en la pantorrilla durante la carrera puede ser causado por una periostitis tibial que es una inflamación de la capa externa del hueso de la pantorrilla o de los tendones y los músculos que la rodean.

Normalmente, la periostitis surge cuando se ejercita excesivamente las piernas, por aumentar el número de entrenamientos por semana, cambios en el ritmo de la corrida o correr distancias largas.

Además, la periostitis también puede surgir por pisar de forma incorrecta durante la corrida, siendo que las personas que tienen pie plano o un arco de pie más rígido, tienen un mayor riesgo de desarrollar periostitis. Conozca todas las causas de periostitis tibial.

Qué hacer: dejar de correr, reposar y colocar compresas frías o hielo durante 15 minutos en la región del dolor para disminuir la inflamación. Si es necesario, se pueden utilizar analgésicos y/o antiinflamatorios como el ibuprofeno para aliviar el dolor y reducir la inflamación, de acuerdo a la orientación del ortopedista.

3. Esguince

En la carrera, el dolor en el tobillo, en el talón o en el pie puede ocurrir debido a un esguince. Los esguinces son provocados por una excesiva distensión de los ligamentos debido a traumatismos, movimientos bruscos del pie, mala colocación del pie o cuando se tropieza, por ejemplo.

Generalmente, el dolor surge inmediatamente después del accidente o movimiento brusco y es muy intenso, pudiendo impedir que se coloque el pie en el suelo. A veces, el dolor puede disminuir de intensidad, pero después de algunas horas y a medida que la articulación se va inflamando, el dolor vuelve a aparecer.

Qué hacer: parar de correr, elevar la pierna, evitar hacer movimientos de la región afectada y aplicar compresas frías o hielo sobre la articulación afectada. Si es necesario, se puede utilizar un medicamento para el dolor y la inflamación como el diclofenaco o paracetamol hasta que consulte al médico. A veces, es posible que sea necesario utilizar una férula o un yeso para inmovilizar la articulación afectada y acelerar la recuperación. Vea paso a paso cómo tratar un esguince en casa.

4. Síndrome de fricción de la banda iliotibial

El síndrome del tracto iliotibial es una inflamación que surge en la banda iliotibial, que es un ligamento que se inicia en la parte lateral del muslo, insertándose en la parte lateral de la rodilla y cadera, causando inflamación, dolor intenso en la parte externa de la rodilla, siendo por eso llamada popularmente "rodilla de corredor". Vea otras causas de dolor en la parte lateral de la rodilla.

Esta inflamación es común en personas que corren distancias largas, causada por la fricción de la banda iliotibial con el epicóndilo lateral, que es una prominencia ósea en la parte lateral del fémur.

Qué hacer: disminuir el ritmo de entrenamientos, mantener la rodilla en reposo y aplicar hielo durante 15 minutos varias veces al día. Si el dolor no desaparece se debe consultar al ortopedista que puede indicar el uso de medicamentos analgésicos o antiinflamatorios, como ibuprofeno o naproxeno, o utilizar pomadas antiinflamatorias como Cataflam, para disminuir la inflamación.

También es importante fortalecer los glúteos y los músculos abductores, en la parte lateral del muslo para disminuir este dolor y hacer estiramientos para los músculos de la parte posterior y lateral de las piernas. Lo ideal es no volver a correr mientras la inflamación disminuye y el dolor desaparezca, lo que puede demorar alrededor de 3 a 5 semanas.

5. Tirón muscular

El tirón o distensión muscular puede ocurrir cuando el músculo se estira demasiado, provocando un estiramiento del músculo, también conocido como síndrome de la pedrada o rotura muscular del gemelo.

El tirón normalmente ocurre cuando se contrae rápidamente el músculo o cuando hay sobrecarga en la pantorrilla durante el entrenamiento, fatiga muscular, postura inadecuada o disminución de la amplitud de movimiento.

Qué hacer: dejar de correr y colocar una compresa fría o hielo durante aproximadamente 15 minutos hasta que consulte al médico. En general, el médico recomienda realizar ejercicios de fisioterapia.

Vea en el video a continuación otras formas de tratar el tirón muscular:

Cómo tratar un tirón muscular

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6. Calambres

Otra causa de dolor en el pie o en la pantorrilla durante la corrida es el calambre, que ocurre cuando hay una contracción rápida y dolorosa de un músculo. Normalmente, los calambres surgen después de un ejercicio físico intenso, debido a la falta de agua en el músculo.

Qué hacer: detener la carrera y estirar el músculo afectado. A continuación, hacer un masaje ligero en el músculo afectado para reducir la inflamación y el dolor. Vea cómo quitar los calambres.

Estos problemas, en la mayoría de los casos, pueden ser evitados con la realización de ejercicios de estiramiento antes y después de la carrera, ingestión de agua durante el día y, principalmente, durante el ejercicio y evitando la práctica de ejercicios poco después de las comidas.

7. Fascitis plantar

Las fascitis plantar es una inflamación de la fascia plantar, que es un tejido localizado en la planta del pie, desde el talón hasta los dedos, y es responsable de dar soporte al arco del pie y absorber el impacto al pisar, causando dolor intenso en el talón durante una corrida o dolor, sensación de ardor y malestar, especialmente al despertar.

Este tipo de inflamación puede surge debido a corridas de larga distancia, uso de tenis inadecuado para correr o por pie plano, por ejemplo.

Qué hacer: aplicar una compresa de hielo durante 15 minutos en la planta del pie, alrededor de 2 veces al día, usar una plantilla indicada por el ortopedista o usar pomadas o comprimidos antiinflamatorios indicados por el médico. Además, es importante hacer estiramientos para ayudar en la recuperación. Vea los principales tratamientos para la fascitis plantar.

8. Fractura por estrés

La fractura por estrés es una pequeña grieta o microfractura que surge en el hueso, generalmente en la espinilla o en el pie, que puede ocurrir por una sobrecarga en el hueso debido a una fatiga en los músculos, que se vuelven incapaces de absorber el impacto de la corrida, dando como resultado dolor o hinchazón en la zona de la fractura, dolor durante la corrida que no mejora después de la actividad o dolor que surge incluso en reposo.

Este tipo de fractura puede surge debido a un programa de entrenamiento de corrida muy intenso, alteración de la superficie en que se corre, como caminadora y pasar a correr en la calle, por ejemplo, o utilizar tenis inadecuados para correr. Vea más causas y síntomas de la fractura por estrés.

Qué hacer: se deben interrumpir los entrenamientos, aplicar compresas de hielo durante 10 minutos en la zona afectada y reposar. Además, se debe consultar al ortopedista para que se realice el diagnóstico y se inicie el tratamiento más adecuado que puede hacerse con la inmovilización de la región afectada, uso de yeso o férula, para fijar al hueso en la posición correcta y ayudar en la cicatrización, o el uso de medicamentos para aliviar el dolor y la inflamación.

9. Tendinitis de Aquiles

El dolor al correr también puede surgir debido a tendinitis de Aquiles, que es una inflamación en el tendón de Aquiles, localizado en el tobillo, produciendo dolor, sensación de ardor o rigidez en el tobillo, que empeora con la actividad física, o que puede surgir especialmente por la mañana.

Esta inflamación generalmente es causada por estrés repetitivo en el tendón, como aumento en la distancia al correr, o por rigidez en los músculos de la pantorrilla.

Qué hacer: es importante interrumpir los entrenamientos para correr, aplicar compresas frías para reducir la inflamación, o tomar medicamentos antiinflamatorios, como ibuprofeno o naproxeno, indicados por el ortopedista. Además, el fisioterapeuta puede recomendar fisioterapia. En los casos en que el dolor no mejora alrededor de 6 meses, el médico puede indicar una cirugía para reparar el tendón.

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