6 síntomas de Parkinson (y qué hacer)

Los síntomas de Parkinson, como el temblor, la rigidez y la lentitud de movimientos, suelen comenzar de manera muy sutil, por lo que a menudo no se detectan en las fases iniciales. Sin embargo, con el paso del tiempo, estos síntomas tienden a empeorar y hacerse cada vez más evidentes.

Lo ideal sería identificar la enfermedad lo antes posible para iniciar el tratamiento adecuado, evitando la progresión acelerada del Parkinson y mejorando así la calidad de vida de la persona.

Siempre que existan sospechas de la enfermedad de Parkinson, se recomienda consultar con un neurólogo para confirmar el diagnóstico e iniciar el tratamiento.

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Principales síntomas

Los principales síntomas de Parkinson son:

1.Temblores

Los temblores son una de las principales características del Parkinson. Ocurren principalmente cuando la persona está en reposo y mejoran al iniciar un movimiento.

El temblor es más común en las manos, con movimientos de gran amplitud que imitan el gesto de contar dinero. También puede aparecer en la barbilla, los labios, la lengua y las piernas. Tiende a empeorar en situaciones de estrés y ansiedad, y suele ser asimétrico, es decir, afecta solo un lado del cuerpo.

2. Rigidez 

La rigidez muscular puede presentarse de manera asimétrica o estar más presente en una sola región del cuerpo, como los brazos o las piernas, lo que dificulta las actividades como caminar, vestirse, abrir los brazos, subir o bajar escaleras, entre otros movimientos. También es común que la rigidez esté acompañada de dolor muscular y fatiga excesiva

3. Movimientos lentos

Los movimientos se vuelven más lentos cuando disminuye la amplitud de los mismos y se pierde la capacidad de realizar ciertos movimientos automáticos, como parpadear. Esto compromete la agilidad para realizar tareas simples, como abrir y cerrar las manos, vestirse, escribir o masticar.

La marcha se vuelve más lenta, con pasos cortos y pies arrastrados, además de una disminución en el balanceo de los brazos, lo que aumenta el riesgo de caídas. Con el tiempo, pueden aparecer otros cambios, como la pérdida de expresiones faciales, dificultad para tragar y una escritura más lenta y con letras pequeñas.

4. Postura encorvada

Las alteraciones de la postura están presentes en las fases avanzadas y finales de la enfermedad, comenzando con una posición más encorvada que, si no se trata, puede evolucionar hacia rigidez articular e inmovilidad.

Además de la columna encorvada, otras alteraciones posturales comunes incluyen la inclinación de la cabeza, los brazos mantenidos hacia adelante y los codos y las rodillas en flexión.

5. Desequilibrio

La rigidez y la lentitud del cuerpo generan dificultad para controlar los reflejos, lo que hace difícil mantener el equilibrio, permanecer de pie sin ayuda y conservar una postura adecuada, aumentando así el riesgo de caídas y la dificultad para caminar.

6. Bloqueo motor

En algunos momentos, puede ocurrir un bloqueo motor repentino, conocido como congelamiento o freezing, que es común mientras la persona camina, habla o escribe.

Otros síntomas comunes en el Parkinson

Además de los síntomas mencionados que son esenciales para sospechar de la enfermedad del Parkinson, existen otros que también son comunes como:

  • Alteraciones del sueño como insomnio, pesadillas o sonambulismo;
  • tristeza y depresión;
  • mareos;
  • dificultad para sentir olores;
  • sudor excesivo;
  • dermatitis o irritaciones en la piel;
  • constipación intestinal;
  • demencia y pérdida de memoria.

Estos síntomas pueden estar presentes en mayor o menor intensidad, de acuerdo con el desarrollo de la enfermedad en cada persona.

Qué hacer ante la sospecha de Parkinson 

Ante la presencia de síntomas que generen sospecha de Parkinson, es importante consultar a un neurólogo para que realice una evaluación clínica completa, incluyendo el análisis de los síntomas, un examen físico y estudios que ayuden a identificar si existe otro problema de salud que pueda estar causando estos síntomas, ya que no existe una prueba específica para diagnosticar la enfermedad de Parkinson.

En caso de que el médico confirme el diagnóstico, indicará medicamentos que ayudan a reducir los síntomas, especialmente los temblores y la lentitud de los movimientos. Un ejemplo de medicamento utilizado para el Parkinson es la levodopa.

Asimismo, es muy importante realizar fisioterapia y otras actividades que estimulen al paciente como lo son la terapia ocupacional y actividad física regular para mantener una vida más independiente. Vea cómo se realiza el tratamiento del Parkinson.