Los problemas en la columna pueden ser hernia de disco, espolón óseo, escoliosis, lumbalgia, artrosis en la columna u osteoporosis, pudiendo afectar la región del cuello, tórax o parte inferior de la espalda, causando dolor en la zona afectada y, en algunos casos, irradiarse a las piernas, brazos o manos.
Generalmente, los problemas en la columna surgen con el envejecimiento natural del cuerpo, pero también pueden ocurrir debido a fracturas, una mala postura, exceso de peso, por falta de actividad física o ser consecuencia de alteraciones congénitas.
Es importante consultar al ortopedista siempre que haya sospecha de un problema en la columna, principalmente si hay dolor en la columna que no mejora y/u otros síntomas, como sensación de ardor o quemazón en las piernas o brazos, para identificar la causa e iniciar el tratamiento indicado, que puede incluir el uso de medicamentos analgésicos, fisioterapia y, en algunos caos, cirugía.
Principales problemas de la columna
Los principales problemas de columna, son:
1. Hernia discal
La hernia de disco es un problema que puede presentarse en la región cervical, lumbar o torácica y surge cuando un disco vertebral, localizado entre las vértebras de la columna, se desliza, saliendo de su posición correcta; o se rompe, causando compresión de los nervios de la zona.
Generalmente, la hernia discal produce dolor en la zona en la que se encuentra, además de sensación de quemazón, hormigueo o impresión de debilidad en los brazos o piernas. Conozca más sobre los síntomas de la hernia discal.
Cómo tratar: el tratamiento para la hernia de disco debe ser realizado por el ortopedista, el cual puede indicar fisioterapia o el uso medicamentos analgésicos y antiinflamatorios, como paracetamol o ibuprofeno, para aliviar el dolor y disminuir la inflamación. En los casos más graves, el médico puede indicar cirugía.
2. Osteofitos
Los osteofitos, también conocidos como picos de loro, son una alteración que surgen en las vértebras de la columna, en que hay formación de nuevas estructuras óseas en los bordes de las vértebras, conocidas como osteofitos, que presentan la formas de gancho, semejante a un pico de loro.
Los osteofitos pueden causar síntomas como dolor intenso en la espalda u hormigueo en los brazos o piernas, y generalmente se produce debido al envejecimiento normal de la columna o por una mala postura a lo largo de los años. También puede ocurrir debido a otros problemas como hernia de disco, artrosis, escoliosis o artritis reumatoide, por ejemplo.
Cómo tratar: el tratamiento para los osteofitos debe ser orientado por el ortopedista, el cual puede indicar el uso de analgésicos, como paracetamol o ibuprofeno; e incluso corticoides, para reducir el dolor y la inflamación. Además, la fisioterapia puede ser indicada para ayudar a fortalecer los músculos alrededor de las vértebras afectadas, y en algunos caos, puede ser necesaria cirugía. Conozca mejor cómo se realiza el tratamiento de los osteofitos.
3. Artrosis en la columna
La artrosis en la columna es una enfermedad conocida como osteoartrosis de la columna o espondiloartrosis, que ocurre debido a un desgaste del cartílago de las vértebras, pudiendo afectar diferentes regiones de la columna, como la cervical o la lumbar.
Esta enfermedad puede causar dolor en la espalda que empeora con el movimiento, dificultad para mover la zona afectada o sensación de hormigueo o adormecimiento en las piernas, brazos o cuello.
A pesar de que es más común en las personas de la tercera edad, también puede afectar a jóvenes y ser causada por accidentes, exceso de actividad física o por cargar mucho peso, por ejemplo.
Cómo tratar: el tratamiento de la artrosis en la columna debe ser orientado por el ortopedista y tiene como objetivo promover el alivio de los síntomas. De esta forma, puede ser indicado el uso de medicamentos analgésicos, antiinflamatorios, corticoides u opioides, por ejemplo. Además, el médico puede indicar fisioterapia y, en algunos casos, cirugía.
4. Hiperlordosis
La hiperlordosis es una curvatura más acentuada en la columna hacia adentro, que puede presentarse tanto en la región cervical como en la lumbar, pudiendo causar dolor o malestar en el cuello o en la parte baja de la espalda.
Este problema en la columna puede ser causado por una mala postura, sedentarismo, obesidad o por un debilitamiento muscular progresivo, llamado distrofia muscular. Además, la hiperlordosis también puede surgir durante el embarazo, debido a alteraciones en la curvatura de la columna y del centro de gravedad del cuerpo, haciendo que la parte inferior de la espalda sea llevada hacia enfrente, mientras que el abdomen es proyectado hacia afuera.
El diagnóstico de la hiperlordosis es realizado por el ortopedista a partir de la evaluación de la postura y de los síntomas, además de la realización de radiografías.
Cómo tratar: el tratamiento de la hiperlordosis debe ser realizado por el ortopedista, que puede indicar la práctica de actividades, como natación o pilates, para fortalecer los músculos del abdomen que dan sustento a la columna. El médico también puede recomendar sesiones de fisioterapia o reeducación postural global o RPG. Conozca otros tratamientos para la hiperlordosis.
5. Hipercifosis
La hipercifosis, también conocida como cifosis o joroba, se produce cuando la columna presenta una curvatura acentuada hacia afuera, haciendo que el cuello, hombros y cabeza se inclinen hacia enfrente, pudiendo causar dolor en la espalda, dificultad para mantener el cuerpo recto y, en algunos casos, dificultad para respirar.
Este problema en la columna puede ser causado por una mala postura, debilidad de los músculos a los lados de la columna y de los abdominales, o debido a accidentes o caídas.
El diagnóstico de la hipercifosis es realizado por el ortopedista por medio de la evaluación de la columna y la realización de exámenes de imagen, como radiografías.
Cómo tratar: el tratamiento de la hipercifosis debe estar orientado por el ortopedista, que puede indicar la práctica de ejercicio, fisioterapia o el uso de un chaleco ortopédico. En los casos más graves, el médico puede indicar una cirugía para corregir la desviación de la columna. Conozca mejor cómo se realiza el tratamiento de la hipercifosis.
6. Osteoporosis
La osteoporosis es otra enfermedad que puede afectar la columna, y que puede ocurrir cuando los huesos de esta zona se encuentran más debilitados y frágiles debido a la disminución de masa ósea por una menor capacidad del cuerpo para metabolizar y absorber el calcio de la alimentación, un mineral esencial para la salud de los huesos.
Esta enfermedad es más común después de los 50 años y en mujeres, especialmente después de la menopausia, aumentando el riesgo de fracturas en la columna.
La osteoporosis es una enfermedad crónica que no presenta síntomas, siendo descubierta en exámenes de rutina, como radiografías o densitometría ósea, o en casos de fracturas óseas que se producen de manera espontánea. Vea cómo identificar la osteoporosis.
Cómo tratar: el tratamiento de la osteoporosis debe realizarse de acuerdo a la orientación del médico general u ortopedista, siendo normalmente indicado el uso de medicamentos que estimulan la producción de la masa ósea, como suplementos de calcio y vitamina D. Conozca cómo es el tratamiento de la osteoporosis en la columna.
Además, se puede hacer una alimentación más rica en calcio y vitamina D, bajo orientación de un nutricionista, para complementar el tratamiento indicado por el médico.
7. Escoliosis
La escoliosis es una desviación lateral de la columna en forma de C o S, que afecta a muchos jóvenes y adolescentes, produciendo síntomas que pueden observarse a lo largo del tiempo y de acuerdo a la gravedad de la desviación, como un hombro más alto que otro, un lado de la cadera más inclinado hacia arriba o dolor muscular persistente. Conozca más sobre qué es la escoliosis y cómo identificarla.
En la mayoría de los casos, esta alteración no tiene una causa conocida, sin embargo, en algunos casos puede estar relacionada con la falta de actividad física, mala postura o con el hecho de permanecer mucho tiempo sentado o acostado con la columna en una mala posición, por ejemplo.
El diagnóstico de la escoliosis es realizado por medio de una radiografía que evidencia el grado de alteración, además de ser importantes para definir el mejor tratamiento.
Cómo tratar: dependiendo del grado de desviación en la columna, el médico puede recomendar la realización de ejercicio en los casos leves, como natación, fisioterapia o el uso de un chaleco ortopédico. En los casos más graves, hay una desviación más grande, normalmente está indicada la cirugía.
8. Espondilitis anquilosante
La espondilitis anquilosante es una inflamación crónica de la columna, que ocurre debido a la fusión o unión de las vértebras de la columna, lo que provoca síntomas como rigidez en la columna, dificultad para moverse y dolor en la columna. Este dolor puede empeorar cuando la persona está en reposo y mejorar al moverse, y generalmente es más intenso por la noche y por la mañana.
La espondilitis anquilosante, también conocida como espondiloartritis, comienza en la articulación sacroilíaca en la cadera, entre la pelvis y las últimas vértebras lumbares, o en la articulación del hombro, y tiende a empeorar progresivamente afectando todas las demás vértebras de la columna.
Cómo tratar: se debe consultar a un ortopedista o reumatólogo para iniciar el tratamiento más adecuado, que normalmente se realiza con antiinflamatorios, analgésicos y relajantes musculares, además de técnicas de rehabilitación que mejoran la movilidad y ayudan a controlar el dolor. Sepa cómo se trata la espondilitis anquilosante
8. Espondilitis anquilosante
La espondilitis anquilosante es una inflamación crónica de la columna, que ocurre debido a la fusión o unión de las vértebras de la columna, lo que provoca síntomas como rigidez en la columna, dificultad para moverse y dolor en la columna. Este dolor puede empeorar cuando la persona está en reposo y mejorar al moverse, y generalmente es más intenso por la noche y por la mañana.
La espondilitis anquilosante, también conocida como espondiloartritis, comienza en la articulación sacroilíaca en la cadera, entre la pelvis y las últimas vértebras lumbares, o en la articulación del hombro, y tiende a empeorar progresivamente afectando todas las demás vértebras de la columna.
Cómo tratar: se debe consultar a un ortopedista o reumatólogo para iniciar el tratamiento más adecuado, que normalmente se realiza con antiinflamatorios, analgésicos y relajantes musculares, además de técnicas de rehabilitación que mejoran la movilidad y ayudan a controlar el dolor. Sepa cómo se trata la espondilitis anquilosante.
9. Lumbalgia
Lumbalgia es el dolor en la columna lumbar, que es la parte final de la espalda o la 'zona baja de la espalda', y puede ser causada por compresión del nervio ciático, mala postura, hernia de disco o artrosis en la columna, por ejemplo.
Cómo tratar: en la mayoría de los casos, la lumbalgia mejora en unos días con reposo. Sin embargo, si no mejora, se debe consultar a un ortopedista para diagnosticar la causa de la lumbalgia y determinar el tratamiento más adecuado, que puede incluir el uso de antiinflamatorios, analgésicos y, en algunos casos, sesiones de fisioterapia. Conozca más sobre el tratamiento de la lumbalgia.
10. Deshidratación discal
La deshidratación discal es la disminución progresiva de la cantidad de agua presente en los discos intervertebrales de la columna, los cuales tienen la función de amortiguar impactos y brindar flexibilidad a la columna.
Esta deshidratación hace que los discos intervertebrales se vuelvan más rígidos y menos flexibles, lo que resulta en síntomas como rigidez y limitación del movimiento, o dolor de espalda.
La deshidratación discal puede ocurrir debido al envejecimiento natural del cuerpo, pero también puede ser causada por problemas de salud, como la espondilitis anquilosante, lesiones en la espalda debido a accidentes o sobrecarga en la columna, especialmente en atletas o personas con profesiones que requieren levantar pesos o movimientos repetitivos.
Cómo tratar: el tratamiento debe ser guiado por un ortopedista y varía según la gravedad de los síntomas. Puede incluir ejercicios para mejorar la postura, evitar levantar objetos pesados, uso de analgésicos o antiinflamatorios, fisioterapia, inyecciones de corticoides directamente en la columna o incluso cirugía. Consulta cómo se trata la deshidratación discal.
11. Espondilolistesis
La espondilolistesis es el desplazamiento de una vértebra de la columna que puede deslizarse hacia adelante, causado por el envejecimiento natural del cuerpo, que hace que los discos intervertebrales se deshidraten y se vuelvan más delgados.
Los principales síntomas de la espondilolistesis son dolor persistente en la columna, rigidez en la espalda o hormigueo en las piernas. Sepa otros síntomas de la espondilolistesis.
Cómo tratar: el tratamiento de la espondilolistesis puede realizarse con el uso de medicamentos antiinflamatorios o corticoides, indicados por el ortopedista, además de sesiones de fisioterapia o incluso cirugía en algunos casos.
12. Tumor en la columna
Los tumores en la columna ocurren con mayor frecuencia debido a la metástasis de otros tipos de cáncer, como el cáncer de mama, pulmón o próstata, por ejemplo, que pueden diseminarse hacia los huesos y afectar las vértebras de la columna. Además, aunque es menos común, el tumor también puede originarse en la columna.
Los principales síntomas del tumor en la columna son dolor en la columna no relacionado con actividades físicas o esfuerzos físicos, que empeora por la noche, sensación de hormigueo en los brazos o piernas, fracturas en la columna o pérdida de peso sin motivo aparente.
Cómo tratar: el tratamiento del tumor en la columna debe ser supervisado por el oncólogo y generalmente implica quimioterapia o radioterapia, lo que varía según la causa del tumor.
Cuándo acudir al médico
Se recomienda consultar al ortopedista, siempre que surja dolor constante en la columna, para que pueda evaluarse e identificarse la causa.
Otros signos que pueden indicar una situación más seria incluyen:
- Dolor intenso en la espalda que no mejora con el uso de analgésicos y antiinflamatorios;
- Dificultad para moverse;
- Dolor persistente o que empeora con el paso del tiempo;
- Fiebre y escalofríos;
- Dolor en la columna después de una caída o lesión.
Además de eso, es recomendado también consultar a un médico ortopédico o clínico general, cuando el problema de la columna es acompañado de pérdida de peso sin motivo aparente o dificultad de controlar la orina y las heces.