Qué es:
La prosopagnosia, también conocida como ceguera facial, es una enfermedad caracterizada por la incapacidad de reconocer total o parcialmente rostros de personas conocidas, como de amigos y familiares, causando síntomas como dificultad para la interacción social, miedo o trastorno de ansiedad, por ejemplo.
Esta enfermedad puede afectar hombres o mujeres de cualquier edad, y puede ser causada por lesiones en el cerebro, como traumas o ACV, o por condiciones neuropsiquiátricas, como enfermedad de Alzheimer, depresión o esquizofrenia. Además, la prosopagnosia también puede afectar a niños con trastornos del desarrollo, como autismo o síndrome de Asperger.
El tratamiento de la prosopagnosia debe ser indicado por el neurólogo o neuropsicólogo, a través de técnicas para ayudar a identificar las personas, y en algunos casos el médico puede indicar el uso de medicamentos como antidepresivos o ansiolíticos, para ayudar a controlar la depresión o ansiedad.
Principales síntomas
El principal síntoma de la prosopagnosia es la dificultad o incapacidad de reconocer o distinguir rostros conocidos o de personas que no se conoce bien, y en casos más graves, el propio rostro.
Esta dificultad para reconocer rostros se manifiesta de formas diferentes, como:
- Incapacidad para reconocer las características de los rostros personalmente o por fotos;
- Dificultad para reconocer amigos, familiares o conocidos, especialmente en situaciones donde el encuentro es inesperado;
- Incapacidad para describir rostros;
- Tendencia a evitar el contacto visual;
- Tendencia a identificar personas haciendo preguntas personales o por medio de objetos como ropa, perfume, forma de caminar o corte de cabello, por ejemplo;
- Dificultad para reconocer a las personas que usan uniformes o ropa igual;
- Dificultad para ver series de televisión de forma continua, ya que no hay un reconocimiento del rostro de los personajes;
- Sensación de desorientación o de sentirse "perdido" en lugares con muchas personas;
- Dificultad para tener una relación amorosa;
- Dificultad para interactuar socialmente, tanto en la vida personal como profesional;
- Miedo de tener contacto con personas;
- Trastorno de ansiedad social;
- Depresión.
En niños, la prosopagnosia puede afectar el desarrollo social, además de problemas del comportamiento, ausencia de miedo de personas extrañas, ansiedad intensa de separación o rechazo para realizar actividades que requieran reconocimiento facial.
Como confirmar el diagnóstico
El diagnóstico de la prosopagnosia se realiza por el neurólogo, médico general o neuropsicólogo, a través de los síntomas y exámenes que evalúan la capacidad de reconocimiento facial, como memorización y reconocimiento de los rostros no conocidos, reconocimiento de rostros famosos, detección de semejanzas y diferencias o expresiones y estructuras faciales de diferentes rostros, por ejemplo.
Además, el médico puede solicitar exámenes de imagen, como resonancia magnética o tomografía computarizada para evaluar alteraciones en el área del cerebro responsable del sistema cognitivo visual, o de otros exámenes en el hospital para identificar daños cerebrales como traumas o ACV.
Posibles causas de prosopagnosia
Las causas de la prosopagnosia puede clasificarse de acuerdo al origen de la enfermedad, e incluyen:
- Prosopagnosia de desarrollo o congénita: generalmente surge en la infancia, siendo más común en familias que tienen casos de ceguera facial y puede estar relacionada a factores genéticos, aunque no esté completamente conocida la alteración que produce este tipo de prosopagnosia;
- Prosopagnosia adquirida: puede surgir debido a daños en el cerebro causado por traumas cerebrales o ACV, por ejemplo. Además, otras condiciones, como enfermedad de Alzheimer, depresión o esquizofrenia, pueden estar relacionadas con el desarrollo de la prosopagnosia adquirida.
Es importante resaltar que la prosopagnosia no está relacionada a problemas de memoria, pérdida de la vista o dificultades en el aprendizaje, sin embargo, en algunos casos, puede estar relacionada a otros trastornos del desarrollo como autismo o al síndrome de Turner, Asperger o Williams.
Cómo se realiza el tratamiento
El tratamiento de la prosopagnosia debe ser orientado por el neurólogo o neuropsicólogo con el objetivo de ayudar a desarrollar formas de identificar a las personas, ya que aún no existe tratamiento específico para la ceguera facial.
De esta forma, algunas técnicas que pueden ayudar a identificar amigos y familiares son recurrir a otras características como peinado, voz, altura, accesorios, ropas o postura, por ejemplo.
En el caso de desarrollo de trastornos de ansiedad o depresión causados por la prosopagnosia, el médico puede indicar el uso de medicamentos ansiolíticos o antidepresivos para ayudar a controlar estas condiciones. Vea los principales tratamientos para la ansiedad.
Además, si la prosopagnosia ha sido causada por daños cerebrales, el médico debe realizar el tratamiento de acuerdo al tipo de lesión en el cerebro.
Cómo lidiar con el niño con prosopagnosia
Para niños con prosopagnosia, existen algunos consejos que pueden ayudar durante su desarrollo, que incluyen:
- Pegar fotos de amigos y familiares en diferentes partes de la casa, para identificarlas con el respectivo nombre de las personas;
- Ayudar al niño a asociar personas a las características específicas como el color y largo del cabello, ropa, postura, accesorios, voz, perfume, entre otros;
- Pedir a todos los profesores que lleven siempre un objeto personal que los identifique con facilidad como anteojos, reloj o pulseras, por ejemplo;
- Pedir a amigos y conocidos que se identifiquen cuando interactúen con el niño en situaciones del día a día, especialmente cuando los padres no estén presentes para ayudar a identificar a la persona;
- Asegurarse de que el niño participe en actividades extraescolares, como fútbol, baile u otros juegos, ya que ayudan a desarrollar su capacidad para identificar y memorizar voces y otras características.
Algunas de estas técnicas también pueden ser útiles para adultos, especialmente para aquellas que padecen prosopagnosia y que aún están aprendiendo a lidiar con la enfermedad. No existe cura para la prosopagnosia, por lo que la mejor forma de lidiar con esta enfermedad es a través de la utilización de técnicas y consejos que faciliten el reconocimiento de las personas.