ELISA es una prueba inmunoenzimática indicada principalmente para detectar infecciones, como VIH, sífilis, toxoplasmosis, Zika, hepatitis A, B o C, o candidiasis, o enfermedades autoinmunes, cáncer o alergias, por ejemplo.
La prueba ELISA (Enzyme-Linked Immunosorbent Assay) es un examen muy sensible que permite detectar y medir anticuerpos o antígenos, estimar los niveles de hormonas o marcadores tumorales o detectar drogas de abuso en el organismo. Este se puede realizar con una muestra de sangre, orina, saliva o líquido cefalorraquídeo.
Esta prueba debe realizarse bajo supervisión médica y los resultados deben ser interpretados por el médico junto con otras pruebas solicitadas y evaluación de síntomas y estado de salud general.
Para qué sirve
La prueba ELISA sirve para detectar anticuerpos o antígenos específicos en el plasma sanguíneo para diagnosticar infecciones, enfermedades autoinmunes, alergias, cáncer o para rastrear infecciones en la sangre de donadores.
Además, esta prueba se utiliza para detectar sustancias en la orina, como beta-HCG en la prueba de embarazo, o drogas de abuso.
Generalmente, este examen se realiza con una muestra de sangre u orina, pero también se puede realizar con una muestra de saliva o de líquido cefalorraquídeo, por ejemplo.
Además, la prueba ELISA también se utiliza en el ámbito del control de calidad de los alimentos o en la investigación biotecnológica.
Cuándo se indica
La prueba ELISA está indicada para diagnosticar algunas condiciones de salud, tales como:
- Infecciones virales, como VIH, hepatitis A, B y C, virus Zika, influenza o varicela-zóster;
- Infecciones bacterianas, como sífilis, clamidia, enfermedad de Lyme, cólera o brucelosis;
- Infecciones por hongos, como candidiasis;
- Infecciones parasitarias, como toxoplasmosis;
- Enfermedades autoinmunes, como diabetes tipo 1, penfigoide ampolloso o lupus eritematoso sistémico;
- Alergias, como las alergias alimentarias.
Además, este examen puede estar indicado para detectar y estimar niveles y hormonas, como LH, FSH, prolactina, testosterona y beta-HCG, así como marcadores tumorales, como el PSA o el antígeno carcinoembrionario (CEA), por ejemplo.
Asimismo, esta prueba se realiza para detectar infecciones, en casos de donación de sangre, o para detectar la presencia de drogas ilícitas, como la anfetamina o la cocaína.
Cómo se realiza
Para realizar la prueba ELISA, el laboratorio recolectará una muestra de sangre, la cual se coloca en un tubo de ensayo y es enviada para analizar la condición a diagnosticar.
En el laboratorio, el plasma sanguíneo se coloca en placas con pequeños pozos donde se añaden antígenos y enzimas específicas, como la peroxidasa o la fosfatasa alcalina.
Cuando el anticuerpo se une al antígeno promueve una reacción antígeno-anticuerpo, por lo que la muestra en el pozo de la placa cambia de color, significándose un resultado positivo
Cómo entender el resultado
En la tabla a continuación se indica cómo puede ser el resultado de la prueba ELISA y qué significa:
Estos resultados varían según el tipo de técnica utilizada en la prueba de ELISA, normalmente haciendo referencia al ELISA directo, indirecto o de tipo sándwich, en el que cualquier número por encima del punto de corte se considera positivo. Por otro lado, en la prueba de ELISA competitiva, los números por encima del punto de corte se consideran negativos.
Además, el test de ELISA también puede mostrar la cantidad de anticuerpos o niveles hormonales en la muestra, siendo denominado ELISA cuantitativo.
El resultado del test de ELISA siempre debe ser interpretado por el médico que lo prescribió y evaluado junto con otros tests diagnósticos y los síntomas presentados.
¿Cuáles son los tipos de ELISA?
Existen 4 tipos de técnicas para la prueba de ELISA, que son:
- Prueba de ELISA directa: es la más simple, utilizando un anticuerpo primario, diseñada para medir la cantidad de anticuerpos contra una enfermedad específica.
- Prueba de ELISA indirecta: es la más utilizada para enfermedades infecciosas, siendo más específica al utilizar dos tipos de anticuerpos, uno primario y otro secundario, para medir la cantidad de anticuerpos.
- Prueba de ELISA tipo sándwich: más utilizada para detectar la fase aguda de enfermedades o alergias, permitiendo verificar la presencia de inmunoglobulinas IgM o IgE.
- Prueba de ELISA competitiva: generalmente utilizada para detectar candidiasis en el entorno hospitalario, realizada con un antígeno marcado que compite por los sitios de unión del anticuerpo primario con el antígeno plasmático.
El tipo de técnica de prueba de ELISA varía según la condición que se desee diagnosticar.