La pubalgia es la inflamación de la sínfisis púbica, que es el lugar donde los dos huesos de la cadera se encuentran en la parte frontal, entre los muslos, causando dolor en la ingle, en la parte inferior del abdomen y/o en la parte superior de los muslos.

La pubalgia, conocida popularmente como dolor en la ingle, es más común en personas que practican alguna actividad física frecuente, especialmente fútbol o correr, pero también puede surgir debido a la artrosis de cadera o a una hernia inguinal, por ejemplo.

Es importante que un ortopedista sea consultado tan pronto como aparezcan los primeros síntomas de pubalgia, ya que de esta manera es posible realizar un diagnóstico e iniciar el tratamiento más adecuado, que puede incluir reposo, uso de medicamentos, ejercicios de fisioterapia o, en algunos casos, cirugía.

Síntomas de pubalgia

Los principales síntomas de pubalgia son:

Dolor en la ingle, más específicamente en el lugar donde los dos huesos de la cadera se unen en la parte frontal del cuerpo;
Dolor en la parte inferior del abdomen;
Sensación de ardor en la región de la ingle;
Dificultad o dolor al caminar, correr o subir escaleras;
Debilidad en la cadera o en la pierna;
Disminución del movimiento de la cadera;
Dolor abdominal en el centro de la pelvis.

El dolor de la pubalgia puede empeorar al apoyarse sobre una sola pierna, al acostarse de lado, realizar ejercicios físicos o durante el contacto íntimo, por ejemplo.

La pubalgia también puede causar dolor que se irradia a la parte superior de los muslos, los testículos, el perineo o la región genital, o incluso causar dolor en la región lumbar, en la parte baja de la espalda.

Cómo confirmar el diagnóstico

El diagnóstico de pubalgia es realizado por un ortopedista mediante la evaluación de los síntomas, el historial de salud y la práctica de deportes, además del examen físico.

Además, el médico puede solicitar exámenes de imagen como ecografía, radiografía, tomografía computarizada, resonancia magnética o PET-CT de la región pélvica, para confirmar e identificar la causa del dolor en la ingle y comenzar el tratamiento más adecuado.

Posibles causas

Las principales causas de pubalgia son:

Práctica frecuente de deportes, como fútbol, correr o tenis;
Neuropatía periférica;
Hernia inguinal;
Traumas en la pelvis, como caídas;
Osteoporosis en la cadera;
Artrosis u osteoartritis de la cadera;
Quiste en la región de la sínfisis púbica, que es la articulación de la parte frontal de la pelvis.

Además, la pubalgia puede surgir debido al embarazo o después de procedimientos urológicos o ginecológicos, por ejemplo.

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La pubalgia ocurre debido a un desequilibrio o debilitamiento de los músculos de la parte posterior e interior del muslo y de los músculos abdominales, causando una alteración en la articulación, lesión e inflamación de los huesos de la sínfisis púbica.

Cómo se realiza el tratamiento

El tratamiento de la pubalgia debe ser realizado bajo la orientación de un ortopedista, con el objetivo de aliviar el dolor, reducir la hinchazón en la ingle y facilitar el movimiento de la pierna y la cadera.

Los principales tratamientos para la pubalgia son:

1. Reposo

En el caso de personas que practican actividades físicas constantemente, el ortopedista puede recomendar reposo o reducir la actividad física para descansar la articulación pélvica, lo que ayuda a aliviar el dolor.

Además, el médico puede recomendar cambiar el deporte por actividades físicas de bajo impacto mientras la persona se recupera, como la natación, por ejemplo.

2. Aplicar compresas frías

Aplicar compresas frías en la ingle, en la región de la sínfisis púbica, ayuda a disminuir el dolor y aliviar la inflamación en la articulación.

Para hacer la compresa de hielo, se debe colocar hielo dentro de una bolsa térmica o colocar la bolsa de gel en el congelador para enfriarla. Luego, se debe envolver la bolsa o la bolsa de gel en una toalla limpia y seca y aplicarla en la región de la ingle, dejándola actuar durante 15 a 20 minutos, de 2 a 3 veces al día, durante 7 a 10 días.

3. Realizar fisioterapia

La fisioterapia puede ser indicada por el ortopedista y debe realizarse bajo la orientación de un fisioterapeuta, con ejercicios de fortalecimiento y estiramiento para aumentar la flexibilidad, mejorar la estabilidad de la pelvis y la cadera, y aliviar la inflamación y el dolor en la región púbica.

El tratamiento fisioterapéutico debe ser individualizado y generalmente dura entre 6 y 8 semanas cuando el dolor es reciente, pero puede durar entre 3 y 9 meses cuando el dolor ha estado presente durante mucho tiempo.

Normalmente, durante las sesiones de fisioterapia para la pubalgia, se realizan ejercicios que ayudan a fortalecer los músculos del abdomen y del muslo.

4. Tomar medicamentos

El ortopedista puede recetar analgésicos y antiinflamatorios, como paracetamol, ibuprofeno o naproxeno, por ejemplo, ya que ayudan a disminuir el dolor, aliviar la hinchazón y reducir la inflamación de la articulación.

Estos medicamentos deben ser siempre indicados por el médico, y la duración del tratamiento debe ser individualizada, de acuerdo con la intensidad del dolor y la mejoría de los síntomas.

5. Cirugía

La cirugía para la pubalgia se utiliza solo en los casos más graves, cuando el tratamiento con fisioterapia no ha sido suficiente para aliviar los síntomas o la persona presenta un empeoramiento de los síntomas, como un aumento del dolor y la hinchazón, así como dificultad para caminar o realizar pequeños movimientos con la pierna.

En estos casos, el ortopedista puede indicar la cirugía para fortalecer los músculos de la región, pudiendo realizarse de manera convencional o mediante videolaparoscopia. Después de la cirugía para la pubalgia, el médico debe orientar un plan de recuperación para que se pueda regresar a las actividades deportivas en aproximadamente 6 a 12 semanas.