Los puntos rojos en la vagina pueden surgir como consecuencia de una infección de transmisión sexual, como la tricomoniasis o el virus del papiloma humano e incluso por cáncer en el cuello uterino, los cuales puede producir síntomas como flujo vaginal, dolor o sangrado fuera del período menstrual.
La observación de puntos rojos en la vagina se realiza por medio de una evaluación clínica en la que el ginecólogo introduce un espejo vaginal para observar la cavidad, además de revisar el cuello uterino en búsqueda de otras alteraciones que puedan indicar infecciones o incluso cáncer.
Por ello, se recomienda que la mujer acuda con un ginecólogo en caso de presentar síntomas sugestivos de una infección o de un sangrado anormal, para que el médico solicite los exámenes correspondientes para identificar la causa e indicar el tratamiento adecuado. Además, es importante acudir a las consultas ginecológicas de rutina para evaluar la zona genital y descartar alguna posible alteración vulvar, vaginal o en el cuello uterino.
3 causas de puntos rojos en la vagina
Las principales causas de puntos rojos en la vagina son:
1. Tricomoniasis
La tricomoniasis es una infección de transmisión sexual (ITS) causada por el parásito Trichomonas vaginalis, que produce síntomas, como flujo amarillento o verdoso, dolor y ardor al orinar y comezón en la zona genital. Conozca más sobre los síntomas de tricomoniasis.
Por ello, el ginecólogo puede realizar una evaluación clínica por medio de la observación del canal vaginal y del cuello uterino, pudiendo observar puntos rojos en el cérvix, los cuales le da la apariencia de "fresa", que es un signo característico de esta infección.
Qué hacer: el tratamiento para la tricomoniasis se realiza con el uso de antibióticos recetados por el médico como Metronidazol o Tinidazol, por ejemplo. Además, se recomienda que la pareja sexual también reciba tratamiento aunque no manifieste síntomas aparentes para que no haya posibilidad de reinfección, asimismo es importante evitar las relaciones sexuales durante el tratamiento.
2. Virus del Papiloma Humano
El VPH es una infección de transmisión sexual (ITS) causada por el virus del papiloma humano, el cual afecta a mujeres y hombres que tuvieron contacto íntimo sin el uso del preservativo con alguien que poseía el virus, el cual puede causar síntomas como verrugas de tamaños variables en la vulva, en los labios mayores y menores, en la pared vaginal y en el útero, en el caso de la mujer; y en el pene y escroto, en el caso de los hombre; así como en el ano, en ambos casos.
A la exploración física, el ginecólogo puede observar pequeños puntos rojos en el cuello del útero, además de posibles verrugas, en caso avanzados de la enfermedad, siendo necesario la toma de una muestra de células de esta zona para su evaluación en el laboratorio y la confirmación de la infección.
Qué hacer: el tratamiento para el VPH depende de la zona en que se encentre, pudiéndose utilizar pomadas específicas diariamente entre 6 meses y 2 años, por ejemplo. Algunas lesiones del VPH pueden tratarse con cauterización o láser, siendo el ginecólogo quien decide cuál tratamiento es el más indicado. Conozca más sobre el tratamiento del VPH.
3. Neoplasia intraepitelial cervical
La neoplasia intraepitelial cervical (NIC) es una lesión precancerosa más común del cuello uterino, el cual puede ser causado principalmente por el virus de papiloma humano, el cual puede causar evolucionar a cáncer cervicouterino en caso de que no sea diagnostica a tiempo y/o no se reciba tratamiento precoz para evitar el progreso de esta alteración.
Los puntos rojos en el cuello uterino pueden ser observados por medio de evaluación clínica y de laboratorio, los cuales, sumados a los antecedentes clínicos de la mujer, como uso de anticonceptivos orales, tabaquismo, sistema inmune debilitado, además de una infección por VPH, pueden indicar una neoplasia intraepitelial cervical ya sea de alto o de bajo grado.
Qué hacer: debido a que neoplasia intraepitelial cervical puede no causar síntomas, es importante acudir a revisión con el ginecólogo al menos 1 vez al año para una evaluación clínica y descartar esta enfermedad y hacer un seguimiento en caso de confirmarse alguna infección.
Cuándo acudir al médico
Es importante que la mujer acuda con un ginecólogo en caso de presentar síntomas, como dolor en la parte baja del abdomen, flujo vaginal con mal olor y que se acompañe de comezón, inflamación en la zona genital, enrojecimiento, sangrado vaginal fuera del período menstrual o dolor al tener relaciones sexuales, para que se realice una evaluación clínica por medio de la observación de la zona genital y del cuello uterino, en búsqueda de alteraciones.
Además, el médico puede solicitar la realización de una colposcopia y/o una toma de biopsia de acuerdo a los signos presentados y los factores de riesgo, como múltiples parejas sexuales, contacto íntimo sin protección, tabaquismo o inicio de la de la menstruación antes de los 8 años de edad, por ejemplo, lo cuales pueden contribuir al desarrollo de enfermedades e incluso cáncer.