La púrpura es el surgimiento de manchas rojas o moradas en la piel que no desaparecen al presionarlas, provocadas por la acumulación de sangre debajo de la piel debido a la inflamación de los vasos sanguíneos.
Las manchas de púrpura pueden tener diferentes tamaños, denominándose petequias cuando miden de 1 a 2 mm de diámetro y equimosis cuando miden más de 1 cm de diámetro. No todas las púrpuras tienen el mismo tamaño de manchas, por lo que el médico debe realizar una evaluación detallada de la piel y de otros síntomas presentes para determinar el tipo de púrpura y así poder iniciar el tratamiento más adecuado.
La aparición de la púrpura puede deberse a diferentes situaciones y, dependiendo de su causa, el tratamiento puede ser necesario o no. La púrpura suele desaparecer en los niños sin ningún tipo de tratamiento específico, mientras que en los adultos puede convertirse en un problema crónico, apareciendo o desapareciendo por períodos.
Tipos de púrpura
Los tipos de púrpura, según la causa que la origina, son:
1. Púrpura de Henöch-Schönlein
La púrpura de Henöch-Schönlein, también conocida como nefropatía o vasculitis por IgA, es más frecuente en niños, sin embargo, también puede presentarse en adultos.
Lea también: Vasculitis: qué es, síntomas, causas y tratamiento tuasaude.com/es/vasculitisLa causa de este tipo de púrpura aún no se conoce del todo, sin embargo se cree que la inflamación de los vasos que conduce a la aparición de la púrpura puede ocurrir como consecuencia de infecciones por virus o bacterias.
Cómo tratar: normalmente este tipo de púrpura no necesita un tratamiento específico, siendo indicado que la persona se mantenga en reposo y sea acompañado por el médico para evaluar la progresión de los síntomas. Sin embargo, cuando hay mucho dolor, el médico puede recetar el uso de antiinflamatorios o analgésicos, como el ibuprofeno y el paracetamol, para aliviar los dolores.
2. Púrpura trombocitopénica idiopática
La Púrpura trombocitopénica idiopática es una enfermedad autoinmune que se caracteriza por la disminución del número de plaquetas en la sangre, interfiriendo en el proceso de coagulación y causando la formación de pequeños puntos rojos en la piel y sangrado por la nariz. Además de eso, en algunos casos también las personas que sufren esta condición puede presentar macroplaquetas, que es la formación de plaquetas gigantes. Vea más sobre la púrpura trombocitopénica idiopática.
El diagnóstico se realiza principalmente por medio del análisis de los síntomas y del examen de sangre, en que se hace un conteo del número de plaquetas, además de la evaluación de los signos y síntomas.
Cómo tratar: el tratamiento para esta púrpura se realiza de acuerdo a la gravedad de los síntomas, pudiendo ser recomendado el uso de medicamentos que disminuyan la función del sistema inmune, evitando que ocurra una reacción contra el propio organismo. Asimismo, también se puede indicar el uso de inmunoglobulinas o medicamentos que estimulan la producción de plaquetas por la médula ósea, como el Romiplostim, por ejemplo.
3. Púrpura trombocitopénica trombótica
La púrpura trombocitopénica trombótica es un tipo raro de púrpura que puede poner en riesgo la vida de la persona. Este tipo de púrpura se caracteriza por el aumento de la agregación plaquetaria, causando la formación de trombos y haciendo con que los hematíes se rompan. De esta forma es importante que esta condición se identifica lo más pronto posible para evitar la anemia, pérdida de plaquetas y alteraciones neurológicas.
Cómo tratar: el tratamiento para esta púrpura debe ser iniciado lo más rápido posible, siendo recomendada la realización de plasmaféresis, el cual es un proceso donde la sangre es filtrada para disminuir el exceso de anticuerpos que pueden estar perjudicando el funcionamiento del organismo y de la circulación sanguínea.
4. Púrpura fulminante
La púrpura fulminante surge principalmente en el recién nacido debido a la falta de proteínas de la coagulación, provocando la formación de coágulos en los vasos sanguíneos, los cuales pueden dificultar la circulación de la sangre, causando la manifestación de manchas rojas que pueden volverse negras debido a la muerte celular de la piel, debido a una infección severa en la sangre, principalmente por meningococo.
Cómo tratar: el tratamiento debe ser realizado en el hospital, ya que la mortalidad debido a púrpura fulminante es elevada. Por lo que los médicos iniciarán medicamentos antibióticos para evitar complicaciones como necrosis de la piel e incluso amputaciones.
5. Púrpura senil
Este tipo de púrpura se caracteriza por la aparición de manchas moradas en el dorso de las manos, puños, manos y antebrazos, debido a un aumento de la fragilidad de los vasos sanguíneos por el envejecimiento natural del organismo, siendo más común que surja a partir de los 65 años de edad.
Cómo tratar: la púrpura senil no necesita tratamiento, ya que no representa riesgo para la salud ni es indicativo de hemorragias en otros sitios del organismo.
Debido a que los diferentes tipos de púrpura tienen diferentes causas, es importante acudir al médico en caso de la manifestación de manchas moradas en el cuerpo para que realice una evaluación clínica e indique el tratamiento adecuado, ya que en algunos casos, la púrpura puede dejar secuelas e incluso comprometer la vida. Conozca otras causas de manchas moradas en la piel.